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Restricción de Quejas: ¿puedes dejar de ser el quejumbroso de la oficina?
Vie, 27/03/2015 - 16:46

Daniela Arce Valiente

¡¿Mandona?!: supéralo, tu jefa tiene opinión
Daniela Arce Valiente

Daniela Arce Valiente es Sub Editora del sitio MBA & Educación Ejecutiva.

Hace 13 años estaba junto a mi mamá, que se introducía en el mundo del reiki, cuando me mostró un papel y me dijo que lo leyera, si es que la memoria no me falla y no fui yo quien lo agarró de curiosa. Se trataba de los cinco principios del reiki, una guía para toda persona que se sumerge en esta disciplina y que deberíamos aplicar en la vida diaria.

Eran cinco breves pasos, pero para mí, al leerlos, me parecieron una tarea imposible. De inmediato supe que entre el "no preocuparse" y "no enojarse" había un larguísimo tramo que jamás recorrería. Los otros principios eran honrar a padres, maestros y mayores; ganar el sustento honradamente y mostrar gratitud por todo lo que me rodeara.

De ese momento ya han pasado varios años. Sin embargo, fresco y contundente volvió a aflorar en mi mente cuando leí sobre el proyecto de "Restricción de Quejas" de Thierry Blancpain y Pieter Pelgrim, quienes propusieron no quejarse durante el pasado febrero. El resultado, explicaban en el sitio web, era tener una vida más feliz y positiva. A quienes se habían registrado para participar del reto, les llegarían recordatorios para que no se quejaran.

El proyecto, en el que se inscribieron más de 1.750 personas de todo el mundo, podría ayudar a un inmenso grupo de personas que deben escuchar las quejas de  más de algún colega, amigo, jefe o familiar. Un asunto no poco habitual y, por ende, preocupante, porque se trata de personas consideradas tóxicas que tensan el ambiente laboral y reducen la productividad.

De acuerdo con un reciente estudio del Departamento de Ciencias Biológicas y Psicología de la Clínica de la Universidad Friedrich Schiller, en Alemania, la exposición a estímulos que generan fuertes emociones negativas, lo mismo que estar cerca de personas tóxicas, causa en los sujetos expuestos estrés. Estas personas consideradas también como desmotivadores, son parte del ramillete de gente tóxica a la que debemos evitar en los trabajos. Así también se explica en un artículo de Forbes, donde se explica que esta clase de compañeros de trabajo es el más peligroso para la salud mental de sus colegas. Esto, porque esa negativa actitud puede ser contagiosa.

Este contagio se puede explicar, detalla Julia Vargas, docente de la Extensión y Proyección Universitaria (EPU) de la USMP, "por la incapacidad de enfrentar las frustraciones y aceptar las diferencias individuales. Otras personas se han acostumbrado a quejarse de sí mismas o de otras personas por llamar la atención, por necesidad de reconocimiento, baja autoestima, escasa inteligencia emocional o baja capacidad de adaptación".

Pero no sólo el ambiente se ve afectado, también sufre el quejumbroso. De acuerdo con Vargas, puede ser muy perjudicial para él si no busca soluciones. "Se llena de frustraciones y estrés, pues hay dificultades que no podrá resolver totalmente o en el corto plazo".

Como ven, no hay nada bueno en ser quejumbroso, ni siquiera ayudaría del todo como catarsis o liberación emocional, pues quien se queja es una persona que se centra en lo negativo. Y lo hará como un hábito.

Por eso, si eres un quejumbroso, sigue lo que aconseja Julia Vargas: "tomar conciencia de la actitud, asumir que nadie es perfecto, aceptar las diferencias de personalidad y entender que lo que nos molesta del otro es porque nos recuerda a alguien que nos cae mal; aceptar los ritmos individuales de trabajo tanto en tiempo como en calidad, e intentar entender a las personas y pensar siempre en positivo".

A más de alguno poner lo anterior en práctica le parecerá una tarea imposible. Quizás como fue para mí cuando era una niña y mi madre me dio a leer ese papelito. Sin embargo, pueden plantearse el desafío de quejarse menos con calma, sin estrés -no te enojes conmigo por decirte ésto-, y quizás el próximo año, cuando se vuelva a realizar el desafío de no quejarse, puedas ser uno más de los firmantes de la versión 2016 del proyecto "Restricción de Quejas".