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8 señales que indican que un ambiente laboral es tóxico
Martes, Agosto 13, 2019 - 16:00

Esto no sólo puede afectar la moral de los colaboradores de una firma sino que se traduce en una baja productividad y escaso compromiso.

Si se ha topado alguna vez con las frases “en esa organización se respiran sólo conflictos”, “no existe compañerismo en mi empresa” o “el clima de trabajo en aquella compañía es pésimo”, entonces puede estar frente a un ambiente laboral calificado como “tóxico”.

Así lo destaca Andrés Cardemil, director de HumanNet Consultores, quien explica que esa característica negativa no sólo puede afectar la moral de los colaboradores de una firma sino que se traduce en una baja productividad y escaso compromiso, lo que a la larga genera una alta rotación de personal.

“Estar en un ambiente laboral que es malo sólo ayuda a que las relaciones humanas se deterioren en el tiempo, haya desconfianza, conflictos y que los trabajadores terminen mirando hacia el lado, es decir, hacia otras organizaciones”, manifiesta Cardemil.

Pero ¿cómo identificar aquellas señales que nos indican que estamos en una organización contaminada o tóxica? Según el ejecutivo de esta consultora, hay que prestar atención a los siguientes síntomas:

  1. La cooperación y el trabajo en equipo no existen. Esto significa que cada empleado vela por sus propios intereses y objetivos, dejando de lado aquellas metas que son grupales y que involucran a las distintas unidades o áreas. “El compañerismo no existe o es muy escaso y, por ende, la empatía (capacidad para ponerse en el lugar del otro) tampoco”.
  2. Frente a un problema se buscan culpables y no soluciones. Es decir, no hay interés en avanzar y buscar una salida frente a una dificultad o inconveniente. Lo importante es saber quién es el responsable de tal o cual situación, para reprenderlo y sancionarlo.
  3. Falta de reconocimiento y adjudicación de logros (créditos) ajenos. No existe un sistema de evaluación formal que permita premiar los desempeños destacados. Y peor aún, existe la mala práctica de auto adjudicarse los créditos de los demás, sin que nadie corrija o sancione aquello. 
  4. Gran cantidad de normas que nadie respeta. Pese a que muchos aspectos están regulados, nadie se preocupa de que las disposiciones se cumplan como se debe. “A veces da la impresión de estar en una ciudad con semáforos que no funcionan”, acota.
  5. Alto nivel de rumores y chismes en el día a día. Como cada uno de los miembros de la compañía vela por sus propios intereses y no interactúa con el resto, la comunicación se deteriora y emerge el rumor en los pasillos. Entonces los chismes vienen supuestamente a responder las preguntas e inquietudes existentes, lo que aumenta el mal ambiente y la desinformación.
  6. Falta de un plan de desarrollo en el trabajo de cada colaborador. Esto hace que los trabajadores no se interesen en permanecer en la organización, pues su futuro en ella es incierto. Nadie puede proyectarse en ella porque se desconoce o no existe un plan de desarrollo profesional.
  7. Los ascensos son asignados a las personas menos capacitadas. Como existe desconfianza, las jefaturas sólo premian con ascensos a sus cercanos (círculo íntimo), independiente que estos no cuenten con las habilidades y conocimientos necesarios para los cargos asignados.
  8. Ausencia de claridad respecto a las funciones y objetivos de cada trabajador. Otra señal consiste en que los colaboradores desconocen las tareas y funciones de su respectivo puesto, lo que diluye sus esfuerzos en el tiempo e impide un desempeño adecuado y medible.

El director de HumanNet Consultores señaló que, si bien estos síntomas pueden darse parcial o totalmente en muchas compañías o instituciones, lo preocupante es el hecho que existan 4 o más de ellos simultáneamente en una misma organización, y que no se estén tomando las medidas para remediarlo.

Autores

AméricaEconomía.com