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Patricio Arrau: “Queremos juntar la investigación con los problemas de las empresas”
Miércoles, Mayo 8, 2013 - 17:38

El economista y decano de la Facultad de Administración de la Universidad Santo Tomás, en Chile, asumió también como presidente del Centro de Investigación Aplicada y de Negocios de esa casa de estudios, entidad que pretende alejarse de la teoría y de los papers para centrarse en lo concreto.

La Universidad Santo Tomás (UST), en Chile, andaba en busca de un decano para su Facultad de Administración. Paralelamente, esa institución tenía en sus planes impulsar diversos programas de investigación. Con esos dos antecedentes, Patricio Arrau no tardó mucho en aceptar la oferta de asumir como decano que le realizó esa casa de estudios.

“Desde hace mucho tiempo que trabajo en el mundo del capital de riesgo, en el emprendimiento, la innovación, y siempre sentí que ese ámbito tenía que estar más vinculado a la universidad”, dice el doctor en economía por la Universidad de Pennsylvania. Con esta aspiración, el ofrecimiento de la UST y su idea de promover la investigación, la conjugación fue perfecta. Y es que la suma de esos tres factores pronto se tradujo en el surgimiento del Centro de Investigación Aplicada y de Negocios (CIANUST), en el que Arrau además es presidente.

Sobre las metas que se ha propuesto al mando de esta recién creada instancia, señala que “a diferencia de lo que típicamente es un centro de investigación de una facultad de economía o de administración, que trabajan con papers y andan, de alguna manera, diciéndole al resto cómo tienen que hacer las cosas, nosotros queremos instalarnos en un espacio muy concreto: juntar los mundos de la investigación aplicada con las problemáticas de las empresas”.

En este escenario, comenta, la visión del CIANUST es que en el ámbito de la innovación hay dos conceptos básicos: Uno está integrado por las tecnologías de la información y las comunicaciones (TICs), que en la actualidad están disponibles para transformar procesos y para generar nuevas maneras de relación entre las personas. El segundo es la demanda ciudadana por una producción limpia, compatible con el cuidado del medio ambiente. “Esos dos elementos van a ser muy importantes para la innovación en el futuro. Queremos estar ahí, conociendo a quienes están con problemas, a los que están buscando soluciones, y promover el juntarlos”, detalla Arrau.

-¿Le parece que faltan en Chile más centros de investigación aplicada?

No pretendemos ser quienes estemos señalando eso. Creo que hay muchos centros de investigación aplicada o los que tienen más desarrollado el concepto de escribir documentos (…) A nosotros no nos interesa mucho pontificar ni andar explicándole al resto cómo hacer las cosas; deseamos conocer a los que tienen problemas, a los que buscan soluciones, y reunirlos. Lo mismo con nuestros estudiantes y docentes.

-En concreto, ¿qué aportes espera hacer CIANUST en cuanto a emprendimiento, innovación y desarrollo (I+D)?

Desde ya promovemos distintos programas entre empresas y académicos de investigación aplicada. Estamos conociendo el mundo de las compañías que hacen I+D. Estamos mirando, por ejemplo, los problemas que tienen las grandes empresas desde el punto de vista del manejo de sus riles (aguas de desecho generadas en procesos industriales) y la recuperación de sus aguas. Queremos estar en ese ecosistema coordinando, empujando y ejecutando, pues deseamos que nuestros equipos, tanto internos como asociados, nos traigan propuestas.

Políticas públicas

Consultado por su evaluación sobre las políticas públicas de estímulo al emprendimiento y la innovación en su país, Arrau declaró que la Ley I+D es “un acierto tremendo”. En efecto, dicho articulado establece, entre otros aspectos, un incentivo tributario a la inversión privada en esta materia.

Complementa: “El sistema anterior era demasiado rígido, poco flexible. No daba la iniciativa al sector privado (…) Esta ley es fundamental y está demostrando, en poco tiempo, su éxito. Espero que el Estado siga, a través de este beneficio, aportando al esfuerzo de innovación”.

Con todo, señala que aún hay tareas por hacer y una de ellas se relaciona con el impuesto de retención a los profesionales extranjeros. “Por ejemplo, cuando una empresa chilena innovadora decide contratar a alguien de la India para desarrollar una plataforma, que allá es más barata, lamentablemente hay impuestos que, para efectos prácticos, (viene a ser) un arancel de importación carísimo, de entre el 20% y el 30%. Hay que buscar soluciones, abrirse mucho más en lo internacional y dejar que cada persona sea gravada en el país en que reside”, manifiesta.

En cuanto al financiamiento de nuevos proyectos, el economista sostiene que en la nación andina se ha avanzado bastante. Sin embargo, sugiere profundizar aún más “la cultura del ecosistema de la innovación”.

Autores

Claudio Reyes R.