El líder del opositor Partido Laborista, Jeremy Corbyn ha decidido aceptar un adelanto de las elecciones generales británicas tras comunicar a su "gabinete en la sombra" que ha quedado descartado un "brexit" sin acuerdo.

Londres. Reino Unido se dirigía a sus primeras elecciones en diciembre en casi un siglo, después de que la apuesta del primer ministro Boris Johnson de convocar comicios para romper el estancamiento en torno al Brexit lograra este martes el apoyo de los partidos opositores.

Mientras la Unión Europea acepta una tercera prórroga a un divorcio que debía haberse completado originalmente el 29 de marzo, Reino Unido, su Parlamento y los votantes siguen divididos sobre cómo -o, de hecho, si- seguir adelante con el proceso.

Johnson, que había prometido culminar el Brexit el 31 de octubre, ha pedido de forma reiterada un adelanto electoral para poner fin a lo que califica como una parálisis de pesadilla que está afectando a la confianza pública al impedir la culminación del proceso de ninguna de las maneras posibles.

Después de que el Parlamento rechazó este lunes la tercera solicitud de elecciones hecha por Johnson, el martes intentará forzar un proyecto de ley para convocar unos nuevos comicios el 12 de diciembre. Necesita una mayoría simple para que los legisladores den luz verde a sus planes.

En un plan que alinea las estrellas para celebrar elecciones tras meses de discordia sobre el Brexit, el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, dijo que se había cumplido la condición de descartar la posibilidad de una salida sin acuerdo, por lo que apoyaría los comicios.

"Los laboristas apoyarán las elecciones generales", sostuvo Corbyn. "Al Partido Laborista le encanta el debate, pero también le encanta el final del debate, y éste es el final del debate: vamos a salir a ganar".

Reino Unido votó 52%-48% a favor del Brexit en un referendo en 2016.

Las primeras elecciones que celebra Reino Unido en fechas navideñas desde 1923 serían altamente impredecibles: el Brexit ha hartado e irritado a muchos votantes, al tiempo que ha erosionado las lealtades tradicionales de los dos partidos principales, el Conservador y el Laborista.

Al final, los votantes deberán elegir entre un envalentonado Johnson presionando por su acuerdo de Brexit o por un gobierno socialista con Jeremy Corbyn renegociando el pacto antes de un referendo. Si ninguno de los partidos logra un triunfo contundente, el estancamiento por el Brexit continuaría.