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España: el difícil escenario que enfrentan los tenedores de bonos
Sábado, Junio 16, 2012 - 12:40

Aunque aún tienen que definirse los detalles del paquete de rescate para España y su impacto en los propietarios de bonos de bancos, los analistas ya han comenzado a especular con que los titulares de deuda subordinada tendrán que contribuir en los esfuerzos de recapitalización.

Madrid. El alto nivel de españoles corrientes que tiene bonos emitidos por instituciones financieras locales complicará políticamente que los tenedores de papeles asuman pérdidas en sus inversiones en el marco del rescate a los bancos, lo que significa que Madrid y sus prestamistas tendrán que asumir buena parte de la factura.

España alcanzó un acuerdo con la Unión Europea el sábado pasado consistente en un préstamo de hasta 100.000 millones de euros para sostener aquellos bancos que ya no pueden gestionar las pérdidas causadas por el estallido de la burbuja inmobiliaria y que probablemente no sobrevivirían a la segunda recesión en tres años.

Aunque aún tienen que definirse los detalles de este paquete de rescate y su impacto en los propietarios de bonos de bancos, los analistas ya han comenzado a especular con que los titulares de deuda subordinada tendrán que contribuir en los esfuerzos de recapitalización.

"Sería muy sorprendente que los titulares de bonos soberanos en Grecia tuvieran que perder dinero y que luego España consiga un rescate y los bancos no incurran en pérdidas por sus bonos", dijo Gary Jenkins, director de Swordfish Research.

Pero es poco probable que estos descuentos se impongan en titulares de bonos senior porque la normativa europea salvaguarda a estos inversores.

Los fondos del rescate europeo se canalizarán a través del Fondo de Restructuración Ordenada Bancaria (FROB), que inyectará capital en las entidades más débiles. Hasta ahora, este organismo ha empleado capital o bonos convertibles para recapitalizar los bancos.

Todavía no están claras qué condiciones irán ligadas a los préstamos que cubrirán necesidades de capital por un total de unos 60.000-70.000 millones de euros, según una fuente próxima a una auditoría de los bancos españoles que se completará el lunes.

Forzar pérdidas en titulares de bonos junior es actualmente ilegal en España, pero la legislación podría modificarse en una situación de emergencia como ocurrió en Irlanda, dijeron abogados y economistas.

Sin embargo, a diferencia de Irlanda, donde los tenedores de bonos junior sufrieron pérdidas de hasta el 90% en Allied Irish Banks y Bank of Ireland durante los procesos de rescate estatal, una gran parte de deuda subordinada de bancos españoles se vendió a clientes de las entidades como productos de ahorro.

Barclays calcula que 62% de la deuda bancaria subordinada en España, sin contar a Santander y BBVA, está en manos de particulares, frente 34% en Irlanda.

Es poco probable que Santander y BBVA necesiten recapitalizarse, gracias a sus saludables fuentes de ingresos de sus negocios en el exterior. La agencia de calificación Fitch da a estos dos bancos una nota que es un escalón mejor que el rating soberano.

Enojo público. "Usualmente los titulares de bonos son otras instituciones, pero en los bancos españoles los tenedores junior son inversores particulares", dijo Olly Burrows, analista de crédito en Rabobank.

"Hacer que contribuyentes corrientes asuman pérdidas en sus inversiones podría ser más complicado desde un punto de vista político", aseveró.

Según datos de Thomson Reuters, los bancos españoles tienen 31.000 millones de euros de deuda subordinada en circulación, de los que cuales alrededor de una tercera parte ha sido emitida por los dos más grandes, Santander y BBVA. Esta cifra no incluye a los bonos emitidos directamente a través de las redes comerciales de las entidades.

Cualquier quita para tenedores particulares junior se produciría tras una serie de escándalos en la que clientes han perdido dinero en productos que les han vendido sus sucursales bancarias en los últimos años.

Numerosos particulares con depósitos bancarios compraron participaciones preferentes -una suerte de deuda híbrida a medio camino entre la renta fija y la variable- pensando en que eran inversiones seguras y de alta rentabilidad para después verlas convertidas en acciones, un activo con mayor riesgo.

La venta de miles de millones de euros en participaciones preferentes en los últimos años ha permitido a las entidades financieras mejorar su capital y cumplir con sus necesidades de financiación en un momento en el que tenían virtualmente cerrados los mercados mayoristas.

Un juez gallego está ahora investigando una presunta mala praxis en la venta de participaciones preferentes por NovaCaixaGalicia.

Los bancos están incluso convirtiéndolas en depósitos en un intento por conservar sus clientes. Caja España Duero ha ofrecido canjearlas por depósitos a cinco años, mientras Liberbank y Banco Mare Nostrum han presentado ofertas similares.

Directores de sucursales de la nacionalizada Bankia vendieron acciones del banco a clientes en el marco de su salida a bolsa en julio de 2011, que vieron como perdían más de 70% de su inversión en cuestión de días cuando el estado tomó el control del banco.

Estos accionistas han acudido a los tribunales en busca de una compensación.

Aunque España podría intentar cambiar las normas europeas para permitirle cargar pérdidas en los titulares de bonos senior, la perspectiva no es alentadora.

Irlanda presionó al Banco Central Europeo para que le permitiese hacer algo así con los tenedores del nacionalizado Anglo Irish Bank en 2011, pero el BCE se negó a dar su permiso.

Un proyecto de ley publicado por la Comisión Europea permite que los titulares de bonos senior asuman pérdidas, aunque no se aplicará hasta 2018.

"En Irlanda no ocurrió nada y eso que los políticos se morían por imponer pérdidas en los bonistas, así que seguimos creyendo que se trazará una línea roja cuando se trate de (deuda) senior", dijo Robert Montague, gestor de inversión senior de European Credit Management.

Autores

Reuters