Pasar al contenido principal

ES / EN

Gobierno griego enfrenta serios desafíos tras anuncio de referendo
Martes, Noviembre 1, 2011 - 14:09

El gobierno griego debe enfrentar no sólo las presiones de la Unión Europea, sino divisiones internas que se manifiestan en deserciones entre el partido gobernante y el rechazo de las empresas a la propuesta de llamar a referendo.

Atenas. El Gobierno griego enfrentó este martes un posible colapso, dado que legisladores del partido gobernante pidieron la renuncia al primer ministro George Papandreou arriesgar la pertenencia del país a la zona euro con un sorpresivo llamado a referendo.

Una prominente legisladora del partido socialista de Papandreou renunció a su bloque, mientras otros dos reclamaron un gobierno de unidad nacional seguido de elecciones anticipadas, una demanda también expresada por la oposición.

Los líderes de Francia y Alemania intentaron limitar el daño para el resto de la zona euro y algunos políticos europeos expresaron su incredulidad ante un anuncio que tomó a todos desprevenidos, incluso al propio ministro de Finanzas de Papandreou.

"Es difícil ver sobre qué va a ser el referendo. ¿Queremos ser salvados o no? ¿Esa es la pregunta?", señaló el ministro de Relaciones Exteriores sueco, Carl Bildt.

Ejecutivos de empresas griegas expresaron su rechazo al modo en que se está gobernando el país, mientras los mercados especulan sobre si Italia será el próximo país de la zona euro en caer en una crisis de deuda.

Jean-Claude Juncker, que preside las reuniones de ministros de Finanzas de la zona euro, se negó a descartar una bancarrota.

"El primer ministro griego ha tomado esta decisión sin conversarla con sus colegas europeos", declaró en Luxemburgo.

Cuando se le preguntó si un resultado negativo en el referendo llevaría a una quiebra financiera para Grecia, Juncker respondió: "No puedo descartar que ese sería el caso, pero depende de cómo se formule la pregunta y sobre qué exactamente votaría el pueblo griego".

Deserciones. Papandreou, cuyo gobernante Partido Socialista ha sufrido varias deserciones al impulsar olas de medidas de austeridad, dijo que necesita un apoyo más amplio para las reformas fiscales y estructurales exigidas por los prestamistas internacionales.

Pero sus problemas se profundizaron dramáticamente luego de su anuncio del pasado lunes. La tarde de este martes se convocó a una reunión del gabinete.

La legisladora del PASOK Milena Apostolaki abandonó su grupo parlamentario, reduciendo el apoyo al Gobierno a 152 escaños de un total de 300 antes de una moción de confianza.

Otro legislador del partido gobernante, Vasso Papandreou, pidió un nuevo gobierno para garantizar que Grecia reciba los 130.000 millones de euros acordados en una cumbre de la zona euro la semana pasada.

"Solicito al Presidente de la República que convoque a los líderes políticos con el objetivo de formar un gobierno de unidad nacional para proteger el paquete de ayuda decidido el 27 de octubre y convocar a elecciones inmediatamente después", dijo Papandreou.

El primer ministro ni siquiera informó a su ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, que iba a anunciar un referendo sobre el último paquete de ayuda, según un funcionario del Gobierno.

"Venizelos no tenía idea sobre el referendo. De lo único que estaba al tanto era del voto de confianza", dijo la fuente a Reuters en condición de anonimato.

"Deben estar locos". El presidente francés, Nicolas Sarkozy, llamará el martes a la canciller alemana Angela Merkel, informó su despacho, mientras aumentan las tensiones en Grecia por la idea del referendo.

"Deben estar locos (...) esta no es la forma de gobernar un país", dijo el máximo ejecutivo de una de las firmas más grandes de Grecia, hablando bajo condición de anonimato.

En el resto de la zona euro, algunos políticos afirmaron que Atenas está intentando dejar el acuerdo de rescate acordado apenas la semana pasada y han expresado su preocupación por las consecuencias que esto podría tener en todo el bloque.

Los mercados financieros, que habían reaccionado positivamente al acuerdo de la zona euro sobre un nuevo paquete de rescate para Grecia, tomaron la decisión de Papandreou como una bomba.

Las acciones de los bancos se derrumbaron, los inversores corrieron hacia la seguridad de los bonos alemanes y los costos de deuda de Italia treparon a pesar de la acción del Banco Central Europeo.

Un veterano parlamentario alemán sugirió que la eurozona podría tener que dejar a Atenas a la deriva, cortando sus líneas de ayuda y permitiendo a la nación helena que suspenda los pagos de su deuda.

"Esto me suena como alguien que trata de zafarse de lo que acordó (...) una acción extraña", dijo Rainer Bruederle, el líder parlamentario de los Demócratas Liberales.

"Uno sólo puede hacer una cosa: organizar los preparativos para la eventualidad de que se produzca una insolvencia estatal en Grecia y si no cumple los acuerdos, entonces habremos alcanzado el punto donde el dinero ya no será entregado", sostuvo Bruederle.

Huida de los inversores. En los mercados, los operadores recurrieron a inversiones más seguras, golpeando a las acciones y al euro.

Las acciones europeas caían cerca de 4%, debido no sólo a la posibilidad de una quiebra en Grecia sino también por el caos que rodearía los intentos de la eurozona por evitar que la crisis se extienda a economías más importantes como Italia.

En los mercados de divisas, el euro caía más de 1% frente al dólar y el yen, mientras los inversores reducían la exposición a la moneda común.

"El referendo griego es una verdadero cambio de juego. Nadie lo vio venir y supone una gran cantidad de incertidumbre", dijo Steven Saywell, jefe de estrategia cambiaria de BNP Paribas.

Los alemanes en las calles de Berlín expresaron su desesperación con el proyecto del euro.

"Lo único que entiendo es que los griegos siguen causándonos problemas. Estaríamos mejor sin el euro", dijo el vendedor Bert Kuehn.

Casi el 60% de los griegos considera que el acuerdo de la UE, alcanzado el jueves, es negativo o probablemente negativo, mostró una encuesta publicada el sábado.

La renovada incertidumbre probablemente será una vergüenza para los líderes del G-20, que se reunirán esta semana en Francia para tratar de convencer a China de que provea una cuerda de rescate a la zona euro.

Autores

Reuters