Aunque otro dato divulgado el jueves mostró una moderación en la actividad fabril en la Costa Este de Estados Unidos en julio, el sector manufacturero se mantuvo optimista sobre las condiciones de negocio en los próximos seis meses.
El número de estadounidenses que presentaron nuevas solicitudes de subsidios por desempleo cayó más que lo previsto la semana pasada y tocó su nivel más bajo en casi cinco meses, lo que sugiere un sólido incremento del empleo que debería seguir apuntalando el crecimiento económico.
Aunque otro dato divulgado el jueves mostró una moderación en la actividad fabril en la Costa Este de Estados Unidos en julio, el sector manufacturero se mantuvo optimista sobre las condiciones de negocio en los próximos seis meses.
La fortaleza sostenida del mercado laboral probablemente mantenga a la Reserva Federal en camino a elevar las tasas de interés por tercera vez este año y anunciar un plan para empezar a reducir su cartera de US$4,2 billones en bonos del Tesoro y valores respaldados por hipotecas, pese a una reciente caída de la inflación.
"La Fed puede seguir retirando con confianza su política expansiva en forma gradual", comentó Chris Rupkey, economista jefe de MUFG en Nueva York. "Las empresas no pueden permitirse perder trabajadores con las habilidades que necesitan para ayudar a elaborar sus productos y vender sus servicios", agregó.
Los pedidos iniciales de beneficios estatales por desempleo bajaron 15.000 a una cifra desestacionalizada de 233.000 en la semana que terminó el 15 de julio, dijo el Departamento del Trabajo. Fue el nivel más bajo desde febrero, cuando los pedidos bajaron a 227.000, que fue la mejor lectura desde marzo de 1973.
Economistas consultados en un sondeo de Reuters proyectaban que las solicitudes de subsidios por desocupación cayeran a 245.000. Los pedidos han estado ahora debajo de los 300.000, un umbral asociado con un mercado laboral robusto, por 124 semanas consecutivas, la racha más larga desde 1970.
El promedio móvil de cuatro semanas para las solicitudes, considerado una mejor medición de las tendencias del mercado laboral debido a que elimina la volatilidad semanal, cayó en 2.250, a 243.750.
Los mercados financieros estadounidenses no reaccionaron mayormente a los datos debido a que los inversores se concentraron en comentarios del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi.
El dólar bajó a cerca de un mínimo en dos años frente al euro, mientras que los precios de los bonos del Tesoro de Estados Unidos subieron y las acciones en Wall Street retrocedían.
En otro reporte, la Fed de Filadelfia dijo que su índice de condiciones empresariales actuales en la Costa Este de Estados Unidos cayó a 19,5 este mes -el más bajo desde noviembre del año pasado- desde 27,6 en junio.