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El futuro del trabajo: ¿revolución tecnológica o humana?
Viernes, Julio 20, 2018 - 15:00

Oradores de MOVE Movistar se centraron en la necesidad de aprendizaje o entrenamiento de habilidades para prepararse.

ElObservador.com.uy. Hace unos días, al llegar al aeropuerto de un retiro de Tai chi en Chile, el fundador de Infocorp, el uruguayo Gabriel Colla, iba a tomarse el primer ómnibus hacia una ciudad del interior. Como al llegar al coche vio que no quedaba lugar, preguntó por el siguiente. Le comentaron que pasaba por el aeropuerto a la hora y media y que era indirecto, por lo que le aconsejaron que llamara a la otra compañía, con un ómnibus que estaba por pasar en media hora.

Llamó y tras esperar varios minutos, cortó e intentó nuevamente. Esperó y cuando por fin lo atendieron, le cortaron. Decidió entonces tomarse el indirecto. Se dirigió a quien lo había atendido de la compañía. "Estoy en mi media hora de descanso", fue la respuesta que obtuvo. Colla le contó de su intento frustrado al llamar a la otra empresa, a lo que el empleado le volvió a decir: "No puedo, estoy en mi media hora de descanso".

Decidió entonces sentarse a esperar a su lado. "Ahí la mitad del retiro de Tai chi se me había ido", contó en el foro de innovación y tecnología MOVE Movistar el pasado viernes, lo que provocó la risa de los asistentes.

El empleado volvió a su puesto de trabajo y Colla fue por su pasaje. "No queda más lugar", le dijo. Ya resignado, Colla simplemente se limitó a comprar boleto para el siguiente ómnibus.

En el camino fue pensando si quien lo había atendido era una persona o una máquina. "Hubiera preferido una computadora, marcar dos botones y listo", dijo el speaker del evento organizado por Movistar que tuvo lugar en el salón Los Robles del LATU.

El empresario contó esta anécdota para demostrar que existe una oportunidad cada vez menos aprovechada de marcar la diferencia a través del entrenamiento de habilidades que ya están dentro de cada uno: autoconocimiento, empatía y resiliencia. "No pido que aprendan un montón de habilidades nuevas, sino que recuperen unas con las que nacemos", apuntó.

Frente a un futuro del trabajo incierto en el que no se sabe ni cuándo ni con qué fuerza y alcance la tencnología impactará en las distintas profesiones, hay quienes se enfocan en lo imprescindible de dedicar tiempo al aprendizaje de nuevas habilidades. Es el caso de Santiago Bilinkis, el orador que abrió el MOVE, quien cree en la importancia de redefinir la educación, y mostró que mientras que de los 15 a 19 años se dedican en promedio 1.190 horas anuales al aprendizaje, esa cantidad disminuye paulatinamente hasta que pasados los 50 años, no se dedica ni una hora a esta tarea.

Tras una conferencia de Bilinkis que intentó con éxito incomodar al público, la de Colla buscó tratar el tema del futuro del trabajo desde otro lugar. "No está mal que la máquina haga el trabajo del ser humano. El desafío que tenemos es ¿sabemos qué hacer en nuestro tiempo libre?" señaló Colla.

"No vine a este mundo a ser productivo y a hacer las cosas más rápido y más eficientes. Yo vine a ser feliz, y ser feliz tiene que ver con las emociones. Lo que me emociona es lo que me mueve. Es lo que nos mueve todos los días para levantarnos y hacer las cosas. A este lugar hay que ponerle más atención", agregó.

El conferencista dijo que existe una revolución tecnológica, pero que hay que prestar atención a otra revolución, que es humana. "Stephen Hawking demostró tener inteligencia emocional, resiliencia, empatía, autoconocimiento. Estos talentos los tenemos todos, los tenemos que aprovechar y ahí es donde haremos la diferencia", remarcó.

Hombres centauro

En tanto Bilinkis centró su conferencia en cómo prepararse para un mundo del trabajo incierto. Considera que así como hace diez años lo que las empresas buscaban eran habilidades técnicas y dedicación, ahora lo que se requiere son habilidades blandas y dentro de diez años lo buscado será creatividad y aprendizaje continuo. Es por eso que insistió en la necesidad de distribuir mejor el tiempo de aprendizaje, sin concentrar la mayoría en los primeros 25 años. Él mismo es prueba de ese cambio: los viernes decidió no trabajar y los dedica a hacer cursos online gratuitos en Harvard y Stanford.

"Todos tenemos que ser hombres centauros. Computadora más hombre le gana a computadora sola.. Vamos a tener que cuidar de la resistencia al cambio al innovador que llevamos dentro", indicó.

Por su parte, la CEO de Synergic Partners, la española Carme Artigas, que habló sobre Big Data y la oportunidad de conectar datos con negocios, señaló que el directivo del futuro va a tener que hacer énfasis en aspectos hasta ahora infravalorados, como las habilidades sociales y la empatía. "Un médico del futuro va a trabajar con un ordenador que será mejor diagnosticando cáncer. Su importancia será la empatía para poder tratar a ese paciente, entenderlo y comprenderlo en ese proceso. Lo que nos hará más humanos y nos distinguirá de las máquinas será lo irracional. Lo racional lo va a decidir un algoritmo", indicó.

"Reducir esta brecha es nuestra misión y se produce con aprendizaje continuo y cambio cultural", continuó.

Datos para todos y dilema social

Si el Big Data era más que nada utilizado por el sector de la banca y seguros, Artigas afirmó que ahora esta tecnología está explotando en el mundo industrial.

Señaló que el Big Data no es terreno solo para grandes corporaciones y que cualquier persona hoy en día puede crear una solución de inteligencia artificial. Dijo que existen aplicaciones para cada una de las funciones de cualquier empresa, en cualquier industria.

"Big Data nos permite algo muy importante en el mundo empresarial. Pasar de gestionar las empresas de manera reactiva a gestionarlas de manera predictiva. No es algo solo tecnológico, es clave para mejorar nuestros negocios", apuntó.

Artigas también dijo durante su conferencia que la tecnología trae consigo un dilema social: mantener principios y valores dentro de los algoritmos. Para esto, señaló el ejemplo de los coches autónomos que se enfrentan a la situación de decidir si atropellar a unos peatones que se cruzaron delante o esquivarlos y posiblemente matar a los pasajeros.

"¿Somos capaces de introducir en un algoritmo un código ético? ¿cómo seremos capaces de gobernar los algoritmos? ¿o van a ser los algoritmos los que nos gobiernen a nosotros? ¿va a existir la dictadura de los algoritmos?. ¿Por el hecho de que sé que no te puedes pagar un Tesla, significa que nunca en tu vida voy a dejar que veas un anuncio de Tesla? ¿Por el hecho de entrenar un algoritmo con datos históricos significa que estoy perpetuando en el futuro los prejuicios del pasado?". Con todas las preguntas que la ejecutiva se hizo durante su conferencia, los temas de conversación sobraron para el espacio de almuerzo y networking de las siguientes horas.

FOTO: PEXELS.COM

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