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Guía para pasear por Washington D.C., la capital del poder
Lunes, Febrero 5, 2018 - 10:13

La capital estadounidense es historia y presente. Lo que en ella sucede afecta al mundo entero y eso seduce, pero también su modernidad, espíritu relajado y buena onda.

El Observador | La imaginamos rígida, gris, llena de tecnócratas que se desplazan entre edificios gubernamentales y organismos internacionales, envueltos en sus formales atuendos monocromo negros o grises. O al menos eso es lo que nos suelen mostrar en las películas y series. Sin embargo, está la otra cara, la de una ciudad amable, animada, que nuclea a estudiantes, pasantes, turistas y trabajadores de todo tipo, en la que florecen las opciones de ocio y diversión también. Y de todas maneras, aún con nuestro imaginario indicando rigidez, la fantasía de conocer el Capitolio y la Casa Blanca, o de estar en el lugar donde Martin Luther King dijo "I have a dream", siempre está. El DC (como se dice habitualmente, abreviación de Distrito de Columbia) es una opción ideal, por ejemplo para ampliar uno de los viajes más populares, el de New York, ciudad que se encuentra a menos de 400 kilómetros.

Esta ciudad, construida en el siglo XVIII, nuclea no solo las principales instituciones de Estados Unidos, sino un gran número de museos y memoriales obligatorios de visitar. Está claro que hablar de Washington es casi sinónimo de la Casa Blanca (The White House), y la buena noticia es que haciendo la gestión con tiempo se puede agendar una visita guiada por su interior (no solo sacar la típica fotito de la fachada). Según indica su website whitehouse.gov, lo más conveniente para los extranjeros es "solicitar ayuda a través de su embajada en Washington". El Capitolio y su famosa cúpula, la cual siempre es destruida en los atentados terroristas de las películas, es el lugar que alberga la Cámara de senadores y la de diputados; es la típica estampa de Washington; también se puede conocer por dentro, en una zona que incluye ver la cúpula del lado de adentro –lo que es todo un espectáculo–, y la maravillosa biblioteca del Congreso. Se debe reservar con antelación por internet, en la página visitthecapitol.gov.

El National Mall es el parque central de Washington, una explanada de unos tres kilómetros de largo donde se concentra gran parte de los lugares a conocer, de un enorme simbolismo por acontecimientos que marcaron la historia mundial, como el discurso por los derechos civiles de Martin Luther King; o donde se reunió la población contra la guerra de Vietnam frente al obelisco conmemorativo de George Washington, con la llamada "Reflecting Pool" (ese espejo de agua enorme que vimos en tantas películas) de fondo, como se recreó en Forrest Gump. Otro clásico es el Monumento a Abraham Lincoln, con su enorme figura sentada al final de una escalinata. De un lado y del otro del espejo de agua se encuentran el Memorial de los caídos en la guerra de Vietnam y de Corea, este último impresiona por su estructura: es un triángulo dentro del que se ubican 19 estatuas de soldados de mayor tamaño que el real, y que representan un patrullaje. En otro de los lados de la "reflecting pool", de frente al Lincoln Memorial, se encuentra el Memorial de los caídos en la Seguna Guerra, lugares donde reflexionar y aprender.

También para aportar conocimiento están los museos, otras de las grandes atracciones en Washington, y varios se ubican en el National Mall. El Smithsonian abarca 19 museos de diferentes tipos y para todos los gustos (cuyo site conviene explorar previo al viaje y elegir los que se visitarán), entre los que se destaca el National Museum of African American History –inaugurado en 2016– y el Museo Nacional del Aire y el Espacio, uno de los más visitados cada año, con la colección más grande de artefactos de aviación y de naves espaciales del mundo. Otro de los museos más destacados es la National Gallery, donde ver maestros como Van Eyck, El Greco, El Bosco, Tiziano, Rafael y Leonardo en un edificio, y en el otro hacer el switch para asombrarse con exponentes del arte moderno como Pollock, Warhol o el mismísimo Picasso. Otro de los museos tal vez no tan conocidos –pero se está llevando gran atención en los últimos tiempos– es el Museo Nacional de las Mujeres en las Artes, que cuenta con un acervo artístico de todo el mundo. Al otro lado del Potomac, a pocos minutos del National Mall, no olvidar el Cementerio de Arlington con el US Marine Corps War Memorial, donde se rinde honor a los veteranos de todas las guerras en las que participó Estados Unidos, desde la Guerra de Independencia, hasta Afganistán; así como la tumba del "soldado desconocido". Y junto a Arlington se encuentra el famoso Pentágono, también con su memorial del 9/11.

DC cool

Ideal finalizar una jornada llena de historia, política, guerras y temas tan intensos, tomándose un descanso, relajarse y disfrutar de una buena comida. Las opciones se reproducen en Washington, y cada vez son más los barrios que albergan gastronomía, bares, cafés y todo lo que se necesita para pasarla bien. Petworth es una de las zonas de moda, donde disfrutar de un Wine Bar, o un Cocktail bar, previo o post cena. También se encuentra aquí la casa de veraneo de Abraham Lincoln: President Lincoln's Cottage. Además de los siempre activos Logan Circle, Columbia Heights y Adams Morgan, en la zona noroeste, el último barrio en salir al brillo de las opciones nocturnas es Shaw district.

En la misma latitud se encuentra U Street, otro de los spots animados de la ciudad, y es un buen lugar donde acercarse a los locales, lleno de bares, restaurantes y tiendas. Otro de los distritos de mayor crecimiento es el que se extiende a lo largo del río Anacostia, conocido como The Yards, con la apertura del District Winery (donde se realizan visitas con catas y cena). H Street NE es un tramo de unos dos kilómetros, famoso por su vida artística, sus festivales callejeros, una agitada vida nocturna, restaurantes y un acogedor ambiente comunitario. En esta zona se encuentra el Union Market, el más popular de Washington, donde encontrar desde alimentos de estación hasta restaurantes, ideal para un brunch de fin de semana. Georgetown es un clásico imperdible, el lugar donde encontrar las grandes casas de moda, ambiente universitario, diseño y gente vistiendo, calzando y desplazándose en modo premium. Con nombres de letras, la calle M, la N y la S son los lugares donde buscar excelente gastronomía.

Como en toda ciudad importante, la moda también se ve en los techos. Washington no se queda atrás con la movida de los rooftops, donde tomar un trago, comer un excelente plato y conocer gente de todas partes del mundo, disfrutando de una maravillosa vista de la ciudad. Uno de los famosos –temático considerando la ciudad en la que se encuentra– es el Watergate, el edificio desde donde estalló el escándalo que hizo renunciar al presidente Nixon (cuyas puertas reabrieron en 2016 luego de 10 años de abandono), posee el Top of the Gate bar, que ofrece una vista de 360 grados de la ciudad. Otro de los más visitados es el Point of View, la terraza del Hotel W, marca que garantiza diseño, moda y arte, con vista a la Casa Blanca. Y si el clima lo permite, por qué no mezclarse con los locales viendo una película al aire libre en un Screen on the Green, en varios puntos de la ciudad, con foodtrucks, como para pasarse una linda tardecita veraniega (en julio y agosto); o acercarse al Kennedy Centre y disfrutar de alguno de los conciertos gratuitos.

Otro recomendado es Petworth, el típico barrio residencial de Washington DC en una de las zonas que, además de tener un interés cultural, se ha transformado en un lugar con interesantes propuestas comerciales. Por su parte, el Museo Nacional del Aire y el Espacio -que pertenece al prestigioso Instituto Smithsoniano-  alberga la colección de aviones y naves espaciales originales más importante del mundo e incluye un centro deinvestigación sobre esa temática.
 

Autores

El Observador