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Implantes para superar la sordera son poco utilizados en México
Lunes, Febrero 26, 2018 - 12:00

Por Maribel Ramírez Coronel, Periodista en temas de economía y salud

Es uno de los dispositivos electrónicos médicos más antiguos y más efectivos porque pueden eliminar por completo una discapacidad. Sin embargo es muy poco utilizado al menos en países en desarrollo como México.

Hablamos del implante coclear que existe desde hace 61 años y funciona muy bien para superar la sordera sobretodo en niños pequeños desde que nacen hasta los 5 años de edad. Estos dispositivos devuelven la posibilidad de escuchar y cambian el futuro de un bebé con hipoacusia profunda o con sordera. Se implantan mediante un procedimiento quirúrgico ambulatorio relativamente sencillo.

El problema es que son intervenciones muy costosas. El costo unitario de la cirugía e implementación de la prótesis coclear es de 292.355 pesos (US$ 15.694), de acuerdo con la Comisión Nacional de Protección Social en Salud (Seguro Popular), institución pública que sí la cubre bajo el Programa Seguro Médico del Siglo XXI puesto en marcha durante el sexenio calderonista.

El presupuesto de este programa para 2018 asciende a 2.049,6 millones de pesos (US$ 110 millones), y habría qué ver cuánto de ello se destinará al implante de prótesis cocleares porque es un dato desconocido. Lo que sí se sabe, nos dice la Fundación Escuchar es lo máximo que lleva Amanda Azpiri de la Garza, es que cada año nacen en México entre 4.000 y 6.000 bebés hipoacúsicos profundos o con sordera. Desafortunadamente a muy pocos se les colocan implantes auditivos que les cambiarían la vida. En 2015, la Secretaría de Salud y el Instituto Nacional de Rehabilitación (INER) reportaron que en México se realizaron 300 implantes cocleares.

Se requiere ubicar a los pequeños que lo necesitan desde el momento en que nacen. Para ello es vital garantizar el Tamiz Auditivo Neonatal (TAN) a todos los recién nacidos, y no sólo a los prematuros o a quienes tienen factores de riesgo como sucede actualmente.

El TAN es una opción relativamente accesible pues el costo sería de 200 pesos por recién nacido. Donde el escenario se complica es cuando toca cubrir con implante a todos los bebés detectados con sordera pues ahí sí los costos se elevan mucho. Pero en realidad la sordera debería ser considerada como un importante problema de salud pública, y habría que poner especial atención en la población más desfavorecida donde un problema de salud como la sordera le reduce a una familia sus opciones de movilidad social.

 

Autores

Maribel R. Coronel / El Economista