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Inequidad, el problema por resolver en la educación colombiana
Miércoles, Octubre 25, 2017 - 07:55

Informe de la Unesco hace seis recomendaciones a los países para mejorar su educación.

En asuntos como la educación es fácil levantar el dedo y señalar culpables. Que el Gobierno no invierte lo suficiente en los salarios de los profesores y por eso ellos no pueden capacitarse, dice Fecode. Que los maestros le huyen a las evaluaciones, dice el Gobierno. Y en ese rifirrafe de acusaciones, que no pasa sólo aquí, sino que es de escala planetaria, se pierde el foco de la discusión. (Lea: La U. Nacional va a tener una “hija” vallenata) 

Ese es el jalón de orejas que hizo la Unesco en el último informe de seguimiento de la educación en el mundo: “Rendir cuentas en el ámbito de la educación: cumplir nuestros compromisos”. La directora de la entidad, Irina Bokova, fue enfática en este punto durante el lanzamiento del documento: “Cuando no se obtienen los resultados esperados es muy fácil buscar a quién culpar. Pero los gobiernos, las escuelas, los docentes, los padres de los alumnos y los organismos privados son todos responsables de la educación”.

Para la Unesco, la rendición de cuentas de cada uno de los actores es clave para alcanzar metas. Sin ella, señaló Bokova, los avances alcanzados están en peligro. No sólo porque sin rendición de cuentas las promesas de campaña de los políticos pueden quedarse en el aire, sino también porque sin ella se les hace la vida más fácil a los corruptos que intentan meterse en el ámbito educativo, bien sea cerrando escuelas o abriendo universidades “de garaje”, o por jugosos contratos que incumplen y cuyas consecuencias pagan los más desfavorecidos.

Respecto a la corrupción, la Unesco reveló que durante el sexenio 2009-2014, al 38 % de las licitaciones relativas a la educación y la formación sólo se presentó un licitador, un índice más alto que el de la construcción, donde la cifra fue de apenas el 16 %. “Esto pone en evidencia que el riesgo de corrupción es más elevado en el sector de la educación que en el de la construcción”.

Pero la entidad aclara que “el sonsonete de la rendición de cuentas per se es un desacierto. La rendición de cuentas debe entenderse como un medio para alcanzar un fin: la educación de calidad, no como un objetivo en sí mismo de los sistemas educativos”.

Además deja clara su postura respecto a castigar a los profesores o instituciones educativas que no muestren buenos resultados. Para la Unesco, eso implica “individualizar” una culpa que, en la mayoría de casos, le corresponde al sistema educativo del país.

En el informe, la Unesco hace seis recomendaciones a los países para mejorar su educación. La primera de ellas se refiere a la inequidad en su acceso. En Colombia, por ejemplo, el organismo señaló que el acceso a internet en las escuelas urbanas es el doble que el de las rurales. Además, en Colombia, Costa Rica, Indonesia, Jordania y México, 40 de cada 100 rectores de colegios secundarios reportaron que lainfraestructura de sus centros educativos obstaculizaba significativamente su misión.

Y, respecto a la educación superior, el acceso sigue siendo una utopía para la mayoría de colombianos. El informe señaló que entre el 5 y el 10 % de los jóvenes de los estratos más bajos acceden a la formación superior, mientras que en los niveles más altos es entre el 60 y el 70 %. Y aunque reconoció las bondades del programa Ser Pilo Paga, criticó otros, como el sistema de crédito de Icetex “Tú eliges”, pues el 40 % de quienes se postularon a él abandonaron la universidad cuando los pagos se hicieron inviables.

Finalmente, la entidad hizo un llamado a los países para que calculen cuánto invierten su gobierno, los donantes internacionales y las familias en educación, y así redistribuir las cargas, en caso de ser necesario. En Colombia, por ejemplo, el 32 % de la educación es financiada por las familias y el resto por el Estado. Un número elevado si se compara con países de la región, como Bolivia o Argentina, donde los hogares ponen el 25 %.

Por eso, el organismo internacional recomendó a los países emprender un diálogo regional que les permita discutir y conocer otras políticas educativas.

FOTO: PEXELS.COM

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ELESPECTADOR.COM