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La curiosa relación del ciclismo con el cambio climático
Miércoles, Julio 4, 2018 - 07:55

Un grupo de investigadores usó los videos del Tour de Flanders para estudiar cómo ha venido cambiando la vegetación cada año.

Es una situación que no solo han sentido los belgas. Solo basta con preguntarle a algún abuelo o persona de la tercera edad cómo recuerda el clima de cuando era niño para sospechar que las primaveras se están adelantando, los veranos se hacen más arduos o que algunos árboles están floreciendo “fuera de tiempo”. Básicamente, que el clima está cambiando. Pero ¿cómo probar estos testimonios de una manera más exacta, más científica?

Un grupo de investigadores encontró una respuesta: ver las carreras de ciclismo. Específicamente, el Tour de Flanders que se realiza en Bélgica.

Desde 1913 y cada abril, varios competidores se suben en su cicla para correr la aclamada carrera. Un evento deportivo que ha quedado grabado en más de 200 horas de vídeo desde 1981 hasta el día de hoy, y detrás de los ciclistas se puede claramente el cambio de vegetación que se da cada abril. Por esto, los científicos eligieron rastrear cómo cambiaban cada año 20 tipos de árboles que quedaron registrados en los vídeos. Para cada árbol, analizaron la presencia o ausencia de hojas, así como su tamaña.

El estudio publicado en la revista Methods in Ecology and Evolution deja en evidencia varias cosas: por ejemplo, que la primavera se ha venido adelantando en la última década, que en los 80 casi ningún árbol tuvo hojas y que desde el 2006 hasta el 2016, “en el 67% de los árboles ya habían empezado a crecer hojas”.

“No es sorprendente que los árboles belgas estén hojeando más temprano, dados que estudios previos en lugares con registros detallados de crecimiento foliar lo habían registrado. Pero esta es la primera vez que los investigadores usan secuencias antiguas de deportes para obtener resultados similares”, comenta la periodista  Katie Langin en la revista Science.

Así, aunque los resultados terminen siendo completamente esperados, el método no deja de ser una sorpresa para la ciencia. Una nueva de forma de comprender cómo el cambio climático está cambiando los ciclos naturales. Y todo gracias a la ayuda del deporte.

Autores

El Espectador