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Las grandes ideas son cada vez más difíciles de encontrar
Martes, Diciembre 26, 2017 - 10:10

Los economistas de Stanford muestran que la productividad no ha coincidido con los aumentos en investigación y desarrollo.

Los inventores modernos  – el mismo de la clase de Steve Jobs – tendrán dificultades para medir e igualar la productividad de los Thomas Edisons del pasado.

Esto se debe a que las grandes ideas son cada vez más difíciles de encontrar, y las innovaciones se han convertido en esfuerzos cada vez más masivos y costosos, según una nueva investigación de economistas del Institute for Economic Policy Research de la Universidad de Stanford.

Como resultado, serán necesarios aumentos continuos en investigación y desarrollo para mantener, incluso, la baja tasa actual de crecimiento económico.

El miembro senior Nicholas Bloom, profesor visitante de economía en la Escuela de Graduación en Negocios de Stanford (GSB) y coautor de un artículo publicado por la Oficina Nacional de Investigación Económica, sostiene que han aparecido tantas invenciones que cambiaron el mundo desde la Segunda Guerra Mundial que se ha convertido cada vez más difícil aparecer con la próxima gran idea.

"El pensamiento de alguien inventando algo tan revolucionario como la locomotora por su cuenta es inconcebible", dijo Bloom.

"Las grandes ideas son, sin duda, ciertas si regresas unos doscientos años, como cuando Edison inventó la bombilla", dice. "Es una pieza masiva de tecnología y un chico básicamente la inventó solo. Pero mientras pensamos en Steve Jobs y el iPhone, un equipo de docenas de personas que lo crearon.”

Para comprender mejor el lento crecimiento económico de la nación, Bloom y sus tres coautores –  el investigador Nicholas Bloom y el profesor de Stanford GSB, Chad Jones, el candidato a doctorado de Stanford, Michael Webb, y el profesor del MIT, John Van Reenen – examinaron la productividad de la investigación a un nivel nacional dentro de tres áreas de la industria: tecnología, investigación médica y agricultura. Para otra comparación, también analizaron los esfuerzos de investigación en las empresas que cotizan en bolsa.

Su artículo sigue el concepto económico común de que el crecimiento económico proviene de personas que crean ideas. En otras palabras, cuando tienes más investigadores que producen más ideas, obtienes un mayor crecimiento económico.

Pero Bloom y su equipo encuentran un desequilibrio no tan atractivo. Si bien los esfuerzos de investigación están aumentando sustancialmente, la productividad de la investigación – o las ideas que se producen por investigador ­ –, está disminuyendo drásticamente.

Por lo tanto, la razón por la cual la economía de EE. UU. ha crecido se debe a los fuertes aumentos en investigación y desarrollo. Ellos han compensado la disminución en la productividad de la investigación,  mostró el estudio.

Específicamente, el número de estadounidenses dedicados al área de pesquisa y desarrollo ha aumentado más de veinte veces desde 1930, mientras que su productividad colectiva se redujo en un factor de 41.

"Cada vez es más y más difícil tener nuevas ideas, y la economía es más o menos compensada por eso", dijo Bloom. "La única forma en que hemos sido capaces de mantener el crecimiento más o menos rápido es con más investigaciones".

Lo describió sin rodeos, en números: "La economía tiene que duplicar sus esfuerzos de investigación a cada 13 años solo para mantener la misma tasa general de crecimiento económico".

Nuevas informaciones, nueva perspectiva

Bloom inició esta investigación hace un año, para profundizar en el asunto después de hablar en un panel en la presentación económica de Bloom que ha discutido si "¿La desaceleración de la productividad es real?". Él admite que el artículo – y su análisis un tanto pesimista – ha desalentado su anterior postura más optimista

"He cambiado de opinión", dijo. "Prácticamente todos los economistas convencionales se han deprimido bastante con respecto al crecimiento de la productividad".

En el encontró SIEPR 2016, Bloom fue más positivo sobre la productividad de la nación, y dijo que su tasa decreciente fue solo un efecto temporal de la crisis financiera de 2008. Él Incluso caricaturizó formas de mirar los niveles de productividad de EE. UU. y sostuvo que los cambios entre 1950 y 2010 no significaron necesariamente una tendencia a largo plazo de crecimiento lento de la productividad.

Hace un año, Bloom recuerda: "Pensé que nos estábamos recuperando de una gran recesión mundial y estamos a punto de darnos vuelta".

Ahora, su perspectiva tiene en cuenta nuevas informaciones de que la productividad de la investigación – uno de los componentes subyacentes del crecimiento económico – ha estado disminuyendo claramente durante décadas.

"Este artículo dice que el crecimiento de la productividad se está desacelerando porque las ideas son cada vez más difíciles de encontrar", dijo Bloom.

Si bien el estudio se basa en el trabajo anterior de Jones y otros sobre P&D, el nuevo trabajo también presenta una estrecha conexión entre los datos empíricos sobre lo que está sucediendo en el mundo real y los modelos de crecimiento.

El sólido hallazgo de la disminución de la productividad de las ideas tiene implicaciones para la investigación económica futura, concluyó el documento. La suposición estándar en los modelos de crecimiento históricamente ha sido una tasa constante de productividad, y "creemos que el trabajo empírico que hemos presentado habla claramente contra esta suposición", afirmó Bloom.

Ley de Moore y más allá

En todas partes que oyeron y estudiaron, los investigadores dicen que encontraron pruebas claras de cómo las inversiones exponenciales en P&D han enmascarado el descenso de la productividad. El hito de la industria tecnológica, la ley de Moore, que celebró 52 años en abril, es un excelente ejemplo.

Introducido en 1965 por Gordon Moore, cofundador del gigante de chips de computadora Intel, el teorema postula que la densidad de los transistores en un circuito integrado se duplicaría aproximadamente a cada dos años, duplicando el poder de cómputo.

La ley de Moore ciertamente se ha cumplido –  el poder de computación en un chip hoy es notable en comparación con, incluso, lo de una década atrás –  pero el estudio mostró que el esfuerzo de investigación detrás de las innovaciones de chips aumentó un factor de 78 desde 1971.

Dicho de otra manera, la cantidad de investigadores que hoy requieren mantener ese ritmo innovador es más de 75 veces mayor que la cantidad requerida a principios de los años setenta.

"El crecimiento exponencial constante que implica la Ley de Moore se ha logrado solo por un aumento asombroso en la cantidad de recursos dedicados a impulsar la frontera de lo nuevo para frente", afirma el documento.

Otras industrias también mostraron quedas en la productividad de las ideas.

Por ejemplo, para medir la productividad en la agricultura, los coautores del estudio utilizaron los rendimientos de maíz, soja, trigo y algodón y los compararon con los gastos de investigación dirigidos a mejorar los rendimientos, incluida la cría cruzada, la bioingeniería, la protección y el mantenimiento de los cultivos.

Los rendimientos promedio de los cuatro cultivos se duplicaron aproximadamente entre 1960 y 2015. Pero para alcanzar esas ganancias, la cantidad de investigación durante ese período aumentó "tremendamente" – de tres a más de 25 veces, dependiendo del cultivo y  de la medida específica de investigación.

En promedio, la productividad de la investigación en agricultura se redujo en alrededor de 4% a 6% por año, según el estudio.

La investigación médica siguió un patrón similar de mayor aporte pero menor producción. Los autores del estudio analizaron el gasto en P&D en nuevos fármacos aprobados por el gobierno federal contra las tasas de esperanza de vida como indicador de la productividad. También examinaron las disminuciones en las tasas de mortalidad de los pacientes con cáncer contra las publicaciones de investigación médica y los ensayos clínicos.

Los hallazgos empíricos sobre el cáncer de mama y de corazón sugieren que, al menos en algunas áreas, "puede ser más fácil encontrar nuevas ideas al principio antes de volverse más difícil", dijo el documento.

Centrándose en las empresas que cotizan en bolsa, el estudio encontró una fracción de compañías donde la productividad de la investigación –  medida por el crecimiento de las ventas, la capitalización de mercado, el empleo y la productividad de los ingresos por trabajador – creció década tras década desde 1980. Pero en general, más del 85% de las empresas mostraron disminuciones rápidas y sostenidas de la productividad mientras aumentaron sus gastos en P&D.

El análisis encontró que la productividad de la investigación para las empresas cayó, en promedio, alrededor del 10% por año. Tomaría 15 veces más investigadores hoy que hace 30 años para producir la misma tasa de crecimiento económico.

FOTO: UNSPLASH.COM

Autores

Stanford Business Insight