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México, protagonista en la estrategia global de Sanofi
Viernes, Septiembre 23, 2016 - 05:30

El mayor laboratorio en el mundo en desarrollo ha encontrado en este país una plataforma para nuevos productos.

El Economista. Dentro de los mercados emergentes, México sostiene una posición de liderazgo, un tanto por su crecimiento sostenido, aunque menor pero constante, y otro tanto por el acierto de mantener su estabilidad macroeconómica.

Así lo indica Félix Scott, director general en México de Sanofi, la farmacéutica más importante en mercados emergentes, la cual ubica a México dentro de su estrategia global como un país decisivo y, de hecho, lo incluyen como parte de los llamados BRIC.

“En la estrategia mundial de Sanofi desde el 2015 nos referimos a los BRICM porque incluimos a México. Brasil entró en crisis y Rusia también tiene una crisis económica y geopolítica importante. Comparativamente, México ha mejorado su posición, con un acierto muy importante que es la estabilidad macroeconómica”, comenta en entrevista con El Economista el directivo de la multinacional líder también en América Latina.

En este marco, Félix Scott hace ver la importancia de tener claro el punto de inflexión para no romper con esa estabilidad, porque algo que sí se ve con preocupación, por ejemplo, son los consecutivos recortes al presupuesto gubernamental que pueden llegar a alterar el papel de motor de crecimiento que tiene siempre el gasto público.

Como capitán de la farmacéutica multinacional que más crece en México, Scott es optimista y vislumbra perspectivas muy positivas para seguir incrementando las exportaciones de Sanofi que hoy representan 40% de su producción en sus dos plantas en México.

Actualmente, Sanofi exporta a América Latina, Asia y Europa -“el único que nos falta es Oceanía”-, y desde México envía hacia muchos países: antibióticos, cefalosporinas, analgésicos, antihipertensivos, cardiovasculares. Una de sus marcas estrellas es Melox que produce en México para toda América Latina, excepto Brasil que tiene su propia planta.

En el 2015 las operaciones de Sanofi en México cerraron con un crecimiento de 9%, arriba de 7% que registró esta industria en el país y, conforme ve las cosas en este 2016, Scott vislumbra que Sanofi puede culminar el año con un crecimiento de dos dígitos y colocarse nuevamente como la primera farmacéutica del país.

Tres lanzamientos fuertes

Algo que empuja su confianza son los tres lanzamientos de innovaciones médicas de última generación que implican cambio en el tratamiento para cada caso: un anticuerpo monoclonal para el colesterol, que es el principal factor de riesgo para infarto y otros eventos cardiovasculares; otra para diabetes (la nueva insulina U300 más segura para evitar desequilibrios por hipoglucemia), y la vacuna contra el dengue, que ya está en farmacias.

“Lanzar 3 productos de innovación biológica de tal importancia es algo sin precedente, ni siquiera las biotecnológicas más fuertes han hecho tres lanzamientos de ese tamaño en un solo año”, destaca.

De hecho, la vacuna contra el dengue fue aprobada en México antes que en ningún otro país, algo que no es común, pues normalmente estos productos innovadores se autorizan primero en países desarrollados de Europa o en Estados Unidos. Para la vacuna del dengue, México fue igualmente parte vital de los estudios clínicos, lo que permitió transferir todo el nuevo conocimiento desde etapas tempranas del desarrollo a las autoridades regulatorias mexicanas, que al estar ligadas al proceso conocen la vacuna mejor que nadie, lo que facilitó el proceso de aprobación regulatoria. La vacuna refleja la estrategia específica que Sanofi aplica en México y en ello ayuda la cercanía de las autoridades de Salud con Francia que en el 2015 estuvieron allá, visitaron la planta de Sanofi y firmaron acuerdos de cooperación.

México, todo para innovar

También es optimista en torno a la posición de liderazgo que México puede continuar fortaleciendo en América Latina y convertirse en un centro en investigación e innovación clínica considerando las similitudes endémicas, el idioma y el intercambio científico que podría facilitarse.

“Si tenemos la infraestructura y condiciones para estudios clínicos, si tenemos los procesos regulatorios de la Cofepris en tiempos razonables conforme a estándares internacionales y si generamos los acuerdos de reconocimiento mutuo para lograr ágilmente las aprobaciones en otros países de la región , podríamos ser un polo de innovación y de impulso científico hacia la región”, explica.

Para ello la Cofepris, agrega el directivo de origen venezolano, tendría que seguir avanzando en acuerdos con otros reguladores sanitarios como los de Colombia y Brasil -hasta ahora lo ha hecho con FDA, el regulador estadounidense, y EMA, el de Europa- para que acepten unos y otros sus respectivas autorizaciones de medicamentos .