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Muere Kirk Kerkorian, el magnate de casinos de Las Vegas y de Hollywood
Miércoles, Junio 17, 2015 - 07:50

En mayo, la revista Forbes calculó la riqueza de Kerkorian en US$4.200 millones, tras un revés para sus inversiones en 2008. La revista había valorado entonces su fortuna en US$16.000 millones.

Kirk Kerkorian, hijo de pobres inmigrantes armenios que usó su instinto de jugador para convertirse en un multimillonario de los casinos de Las Vegas y un pez gordo en Hollywood, murió a los 98 años de edad, según reportes de medios del martes.

Kerkorian, también propietario de aerolíneas e inversor en la industria automotriz, tuvo poca educación formal y dejó la escuela a los 16 años.

En su juventud era conocido como "Derecha de Rifle Kerkorian" por la potencia de su golpe cuando era un boxeador de poca monta. Sin embargo, se convertiría en un peso pesado de los negocios de Estados Unidos, con el don de realizar adquisiciones ganadoras.

En mayo, la revista Forbes calculó la riqueza de Kerkorian en US$4.200 millones, tras un revés para sus inversiones en 2008. La revista había valorado entonces su fortuna en US$16.000 millones.

En tres ocasiones diferentes -1969, 1973 y 1993- Kerkorian construyó el mayor hotel del mundo en Las Vegas, la capital del juego donde se inició su fortuna en las décadas de 1950 y 1960.

En su camino para convertirse en un magnate de los casinos, hizo amistad con estrellas como Frank Sinatra, Dean Martin y otros que frecuentaban Las Vegas.

Fue dueño de algunos de los mayores y más conocidos hoteles y casinos de la capital del juego, llegando en su momento a poseer más de la mitad de las habitaciones del famoso "strip" de Las Vegas.

También contribuyó a convertir Las Vegas en un destino familiar, más que un sitio de placer para adultos.

Kerkorian compró y vendió los estudios cinematográficos MGM tres veces, adquirió United Artists y también trató de comprar Columbia Pictures.

En el mundo empresarial fue conocido por cerrar adquisiciones para luego hacer crecer una compañía en el largo plazo, usualmente con mucho riesgo, y tras obtener ganancias, salirse de ella.

"Soy un apostador de corazón", dijo una vez al diario Los Angeles Time. "Esa es mi vida".

Autores

LifeStyle / Reuters