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Muiscas, protagonistas del presente
Viernes, Octubre 13, 2017 - 14:31

Wilfredo Barbosa Niño ha estado pensando en el pasado para realizar su obra, que evoca, por medio de esculturas, la historia de los muiscas antes de la llegada de los españoles.

Hay artistas que con sus obras se niegan a morir en el tiempo. Que en ellas dejan al descubierto gran parte de sus pensamientos y sentimientos; son quienes se permiten perdurar en el tiempo, aunque sean ellos quienes falten.

Wilfredo Barbosa Niño es un artista que ha estado pensando para todos los tiempos. No satisfecho con la historia que ha escuchado en el presente sobre sus antepasados, ha buscado por medio de su obra dar respuesta a las incógnitas que ha tenido sobre el pasado del pueblo de Funza, en donde ha estado la mayoría de su vida después de llegar de Ibagué a los ocho años.

Sus obras han estado encaminadas a evocar el recuerdo de lo que pasó en esa tierra, basándose en historias ancestrales y referencias históricas que demuestran lo que fue y ahora es el territorio donde vive. “Soy un inquieto de mi pasado. Dicen que uno no debe interesarse en él, pero yo pienso que si uno no sabe de dónde viene, no sabe cuál es su presente y no puede pensar en su futuro”.

Aunque no pudo asistir formalmente a una institución de arte, Wilfredo Barbosa ahora es un artista por convicción. Sus inquietudes en el arte fueron plasmadas, en un principio, a través de la pintura y hoy en día hacen catarsis en forma de escultura. Tiene una obra bidimensional que desarrolló en el 2003, que mide un metro cincuenta por dos metros cincuenta. Por medio de acrílico y madera lo que buscó Barbosa era contemplar la idiosincrasia del parque de Funza antes de trazar lo que era el parque principal, en 1948. Quería mostrar cómo era un día de ventas, de encuentros, un día de construcción social en el parque, mostrar las características del pueblo que se podían percibir un domingo cualquiera.

Dejó de realizar pinturas por un tiempo para demostrar su arte en la escultura. “Siempre me ha parecido importante que el arte se transforme desde diferentes puntos de vista. Por eso mis obras han tomado forma de escultura, porque es en forma de monumento que se pueden trasladar a espacios públicos y le recuerdan a la gente lo que para mí es importante recordar: de dónde venimos”.

Con la exposición Huellas de su pasado, compuesta por nueve piezas en metal en formatos esculturales, Barbosa trae de nuevo a colación la importancia de reconocer las raíces.

¿Por qué es importante que las personas conozcan la historia del pueblo? Según su visión, “antes de que llegaran los españoles a Funza, quienes gobernaban de una manera muy organizada y correcta eran los muiscas. ¿Cuánto nos queda de eso? No sólo fueron los españoles quienes borraron la historia ancestral de nuestro pueblo, hemos sido también los habitantes quienes nos hemos encargado de que las nuevas generaciones desconozcan lo que nos pasó”.

¿Qué tiene de importante esta obra? “Siempre me he interesado en mi pasado, eso es lo que me ha llevado a preguntarme varias veces el porqué de ciertas situaciones actuales. A raíz de eso, he hecho varias investigaciones que me han llevado a dar respuesta a todo lo que me pregunto. Me parece que esta exposición es algo de eso: los muiscas parecían estar adelantados a todo. Cuidaban el agua, cuidaban los alimentos y estudiaban el cosmos. Parecían darnos avisos de que todo lo que nos está pasando ahora podría evitarse. Por eso me parece importante que las personas sepan quiénes fueron ellos y por qué es importante darles un reconocimiento”, apunta.

Mirada propia

Wilfredo Barbosa apuesta por la educación cultural. Él, que dedica su tiempo a hablarles a los visitantes que quieren conocer su obra, afirma que si las personas tienen estos tipos de espacios para darse cuenta de lo que ha pasado, no es necesario esperar a que todo sea borrado. Simplemente, mientras la historia se va construyendo, se puede ir narrando y qué otra cosa más bella que hacerlo por medio del arte.

Le importa que además de que sus obras tengan una mirada artística propia, no se pierda lo que los muiscas también deseaban decir. Por eso, la obra que durante los últimos tiempos estuvo desarrollando y que estuvo expuesta en el centro cultural de Funza, Huellas del pasado, tiene en sus títulos el vocablo de los muiscas. Su obra está compuesta desde la parte mitológica y desea recordar la cosmovisión, ha pensado que no se quede sólo en un espacio cultural del pueblo, sino que pueda ser llevada a Bogotá y a otros espacios del país para que todos tengan, por lo menos, la percepción de quiénes fueron los muiscas y por qué es importante recordarlos. Además, porque no sólo estuvieron en Funza, sino en gran parte del departamento de Cundinamarca.

Barbosa, quien ha dedicado gran parte de su vida a estudiar por medio de libros la vida de sus antepasados y no se ha quedado con la desesperanza que a veces guardan los artistas porque otros no conocen su obra aún, parece que se enfrenta con pintura, escultura y un poco de ilusión a los pasos agigantados del desarrollo que no permiten evocar el recuerdo de lo que fue y pareciese que nunca hubiese sido. Esperanzado en que sus obras cobren importancia, no sólo para llenarse el ego, desea que su trabajo sea recordada por ser aquel que concibió un artista que pensó siempre en el pasado, pero no dejó de construir su presente ni dejó de pensar en un futuro prometedor para todos.

Autores

Luisa Rendón Muñoz/ El Espectador