Para el ejecutivo tecnológico, la falta de preparación para el futuro no solo radica en la infraestructura tecnológica en sí misma, sino también en la capacidad de las empresas para integrar de manera efectiva tecnologías emergentes.
Como una paradoja. De esta forma, Martin Schroeter, CEO de la compañia servicios de infraestructura de TI Kyndryl, describe algunos de los hallazgos del Kyndryl Readiness Report 2024. “Mientras el 90% de ejecutivos de alto nivel considera que su infraestructura tecnológica hoy está a la vanguardia, menos del 40% siente que no está preparado para las oportunidades ni para los riesgos del futuro. Esto es lo que llamamos una paradoja, pero es también un punto de partida de cómo construir un caso de negocios para invertir en infraestructura porque si quieres aprovechar la IA, mantener a los malos fuera (ciberseguridad) o prepararte para un nuevo régimen regulatorio, entonces tendrás que comenzar con la infraestructura”, comenta el ejecutivo a AméricaEconomía.
De esta forma, esta contradicción plantea un reto urgente para las empresas en un contexto donde la transformación digital es esencial para la competitividad. En ese sentido, para Schroeter, quien estuvo en Perú la semana pasada para participar en el APEC CEO Summit, la falta de preparación para el futuro no solo radica en la infraestructura tecnológica en sí misma, sino también en la capacidad de las empresas para integrar de manera efectiva tecnologías emergentes. En esa línea, la IA -que está revolucionando todos los sectores- se convierte en un eje central de esta transformación. No obstante, Schroeter señala que no se trata sólo de implementar herramientas, sino de tener una infraestructura robusta y resiliente que pueda soportar tanto las nuevas demandas tecnológicas como los riesgos derivados de la ciberdelincuencia y los marcos regulatorios cambiantes.
“Todo esto es muy importante porque para cualquier problema empresarial, ya sea que quieras mejorar la experiencia de tus clientes o empleados, alcanzar nuevos usuarios o entenderlos mejor, moverte más rápido, gestionar tu cadena de suministro, lo que sea, la tecnología está en el corazón de cómo los vas a abordar. No va a resolver el 100% de tus problemas, pero es parte del 100% de todos los desafíos que enfrentan las empresas”, apunta el CEO de Kyndryl.
El desafío de la regulación y la ciberdelincuencia
Otro hallazgo en el reporte de Kyndryl se da en los riesgos. El 64% de encuestados identificó a la ciberseguridad (o bad guys, como refiere Martin Schroeter) en primer lugar como un riesgo latente y en segundo lugar, con solo tres puntos de diferencia (61%) está la regulación (o good guys).
“No hay duda de que los malos (ciberseguridad) son el riesgo número uno, pero los regímenes regulatorios y el ritmo de las políticas no se quedan atrás. Algunos dirían que son demasiado rápidos, pero es difícil para cualquier empresa mantenerse al día con la tecnología y el ritmo al que avanza y también es particularmente difícil para los reguladores, pero todos tenemos que colaborar para tratar de descubrir cómo conseguiremos el régimen regulatorio más sólido para que cada uno de los participantes, nosotros como empresa comercial, el gobierno, con su función de proteger los datos de los ciudadanos, etc., podamos desempeñar un papel y llegar a un mejor lugar. Está bastante claro en los datos que la cibernética y la resiliencia son lo más importante. No creo que eso vaya a cambiar. Si hubiéramos pedido cinco años, tampoco creo que hubiera sido diferente”, dice.
En América Latina, si bien el ritmo de la regulación en distintas industrias es diversos, todos apuntan a: modernizar las infraestructuras para garantizar la competitividad. Lo mismo sucede en países de Europa o Asia, que enfrentan los mismos desafíos en torno a la adaptabilidad de sus infraestructuras ante las nuevas regulaciones.
“Si hoy le preguntas a un banco en Europa, cómo se sienten con respecto al régimen regulatorio? todos dirán que está avanzando demasiado rápido porque están lidiando con DORA [ regulación de la Unión Europea que busca mejorar la resiliencia operativa y la ciberseguridad en el sector financiero]. Si le preguntaras a una empresa de cadena de suministro en Japón sobre la regulación, dirían lo mismo, porque se está moviendo rápido y el gobierno japonés está cambiando. América Latina está en el mismo lugar que todos los demás. Depende mucho de las industrias que se están sirviendo desde esos países, no creo que América Latina esté en una posición más débil ni más fuerte”, comentó Schroeter.
Respecto a la ciberseguridad Kyndryl ha adoptado un enfoque integral hacia ella y la resiliencia, destacando la importancia de tener una infraestructura en la nube que permita aislar y mitigar los efectos de los ataques. “El riesgo existencial para una empresa no es si es atacada o no, porque la probabilidad de ello es bastante alta. El riesgo existencial es que no puedan restablecer sus servicios en línea en un período de tiempo razonable para que sus clientes no se vean realmente afectados. Nosotros estamos completamente en la nube porque eso ayuda a la ciberseguridad, pero también hemos incorporado dentro de ese entorno en la nube un enfoque de "zero trust" (confianza cero). Así, aunque el ciberdelincuente logra entrar, no puede ir a ningún lado y tenemos formas de bloquearlo y aislarlo. Tenemos muchas herramientas para ayudarnos a adelantarnos a los problemas", explica Schroeter.
Otro reto importante para la industria tecnológica es la preparación digital es el acceso a talento humano capacitado. La rápida evolución tecnológica exige que las empresas no solo contraten personal con conocimientos técnicos, sino que también inviertan en formación y experiencia práctica. "Necesitamos no solo construir currículos y otorgar credenciales, sino también crear formas para que la próxima generación obtenga experiencia real", dice Schroeter.
Para lograrlo, Kyndryl ha invertido en India, país donde han llevado iniciativas de capacitación en habilidades cibernéticas a aldeas remotas donde las mujeres son el centro de la economía. “En una aldea, los malos van tras los teléfonos de las mujeres porque ahí es donde está el dinero.. Por eso necesitan ser educados y hemos invertido con el gobierno para crear un programa que nos permita capacitar a cien mil mujeres de aldeas sobre cómo ser más conscientes de la seguridad cibernética. Eso nos llevó ahora también a construir otro sistema educativo para los niños de esas aldeas mientras van a la escuela”, concluye.