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Guatemalteca Anacafé pide ampliar el fideicomiso del grano hasta el 2026
Jueves, Mayo 30, 2013 - 12:12

La solicitud se planteó en medio de una nueva crisis de precios que enfrenta el sector, agravada por el daño causado a las plantaciones, debido a la roya y la amenaza de sobreproducciones en Brasil, Vietnam y Colombia.

La Asociación Nacional del Café (Anacafé) pidió al presidente Otto Pérez Molina su apoyo para que el Congreso agilice la ampliación del fideicomiso del café hasta el 2026, como medida de emergencia para ayudar a los productores afectados por la roya del cafeto.

La solicitud se planteó en medio de una nueva crisis de precios que enfrenta el sector, agravada por el daño causado a las plantaciones, debido a la roya y la amenaza de sobreproducciones en Brasil, Vietnam y Colombia.

Nils Leporowski, presidente de Anacafé, explicó que la ampliación del fideicomiso, que vence en 2016, es necesaria para financiar al sector en la renovación de cafetales y en capital de trabajo para compra de insumos, debido a que el caficultor está “descapitalizado” por la baja en los precios y en la producción.

“En la actualidad, el fideicomiso en Banrural tiene Q238 millones (US$29,8 millones) disponibles. Además, se pondrá a disponibilidad, según se requiera, el saldo que tiene el Banco de Guatemala, por US$48 millones”, precisó.

El presidente de Anacafé refirió que la iniciativa que ya se envío al Congreso pide extender el plazo del fideicomiso a diez años, por lo que vencería en 2026, mientras que las tasas de interés no cambiarán y el monto se mantendría en US$100 millones.

Leporowski participó, junto al presidente de la Cámara del Agro, Santiago Molina; el ministro de Finanzas, Pavel Centeno; el intendente de Recaudación, Omar Franco, y otros representantes del sector agrícola, en una reunión con el presidente Otto Pérez Molina, en la Casa Presidencial.

Precios en declive. La sobreoferta mundial de café ha propiciado una nueva crisis que impacta a los productores nacionales, quienes resienten los precios más bajos de las últimas décadas.

El quintal de café cerró este martes en la Bolsa de Valores de Nueva York en US$126,55 para la venta en julio, US$172,80 menos que el cotizado en abril del 2011, cuando se vendió en US$299,35 y constituyó el precio más alto de la historia del aromático.

William Hempstead, director de Anacafé, dijo que a los bajos precios se suma la proyección de una mayor cosecha en Brasil, Vietnam y Colombia, que impulsarían de nuevo el valor del grano hacia la baja.

Jesús Alvarado, técnico agrícola de la Federación de Cooperativas de Café de Guatemala (Fedecocagua), afirmó que el problema es serio porque se unen los bajos precios y producción, además de la crisis en plantaciones a causa de la roya.

Según explicó, si en promedio un pequeño productor cosecha 25 quintales de café pergamino a Q800 cada uno, obtiene Q20 mil que utiliza durante el año cafetero para cubrir sus necesidades familiares y de atención al cultivo. Sin embargo, con los precios tan deprimidos, esta cantidad se reduce a la mitad.

A criterio de Alvarado, lo anterior implica que se dará un efecto dominó en la economía comunitaria porque el circulante también se reduce en 50%.

Expuso que, aunque los pequeños productores utilizan mano de obra propia —la familia—, a lo largo del año cafetero también contratan a gente de la misma comunidad, pero esa situación dejó de darse.

El problema de fondo, según Alvarado, es que personas de la misma comunidad que tenían negocios como tiendas, panaderías o carnicerías están empezando a migrar a los centros urbanos.

“El cultivo del café constituye una cadena importante en la economía del campo de Guatemala”, refirió Hempstead.

El productor resaltó que cuantificar el impacto económico “sería imposible, debido al efecto multiplicador que tiene la producción del grano”.

La producción de café representa el 12% del producto interno bruto del Guatemala. En la cosecha 2011-2012, el sector exportó 4,8 millones de quintales.

Hempstead expuso que la baja en la producción, debido a la roya y otras enfermedades, además de los cambios climáticos, también son factores que impactan la economía cafetalera.

Estadísticas de la institución evidencian que el cultivo está presente en 20 de los 22 departamentos del país, lo que denota su importancia para las economías locales.

Leporowski afirmó que, en cuanto al empleo, los datos del Ministerio de Trabajo y Anacafé coinciden en que para este año se perderán 72 mil plazas directas.

“El año entrante, si no se hace nada, pueden ser más empleos los que se pierdan, entre 120 mil y 130 mil”, advirtió.

Indicó que el comportamiento en el mercado internacional, además de reducir el ingreso de divisas, impactará en el consumo interno y generará serios problemas sociales como falta de alimentos, educación y salud, ya que el cultivo está a cargo de los pequeños productores.

A criterio del analista Jorge Jacobs, el Ministerio de Finanzas debe restituir los Q395,84 millones (US$49,6 millones) del fideicomiso en 2012 que permitirían tener mayor resguardo para enfrentar la crisis actual.

Según Jacobs, es importante que los productores analicen en el mediano plazo cambiar a café de mejor calidad o migrar a cultivos más rentables.

Mano de obra. “Es importante tomar en cuenta el impacto que la crisis de los precios tiene en el café, porque el primer rubro que se afecta es el aspecto laboral, debido a que el 70% de los recursos de la actividad cafetera se invierten en el pago de mano de obra”, dijo Nils Leporowski, presidente de Anacafé.

“Solo promesas”. “Los pequeños productores están esperanzados en que el gobierno haga algo, porque hasta el momento  solo se han hecho promesas, mientras que los productores han tenido que vender su café a menores precios”, refirió Jesús Alvarado, técnico agrícola de  Fedecocagua.

 Alvarado recordó que en esta cosecha  la producción se vendió a precios deprimidos.

Autores

PrensaLibre.com