Esto, en un momento que la compañía busca su punto de equilibrio financiero, ve el crecimiento de su competencia y el empuje del gobierno por rentar también espacios para antenas.
En el hipotético escenario de que el empresario Carlos Slim y su familia se desprendieran del 61% de las acciones que ahora les permiten controlar a Telesites o que esta compañía redujera sus radiobases de las 15.000 que hoy tiene hasta cero, ello no libraría al conglomerado América Móvil de las regulaciones asimétricas que pesan sobre su operación diaria desde marzo del 2014.
Las medidas regulatorias del Instituto Federal de Telecomunicaciones continuarían sobre AMX y su filial Telcel, pues el decálogo de obligaciones que la empresa debe atender alcanza más al número de usuarios y el volumen de tráfico que cursan por las redes de Telcel, que sobre el número de radiobases de una empresa escindida de América Móvil en 2015 como lo es Telesites o al tamaño de la participación accionaria de los Slim en esa firma que administra infraestructura pasiva, principalmente torres.
Recientemente, la agencia Reuters divulgó en un cable la intención del magnate de sacar al mercado una “participación minoritaria” de Telesites, motivado por el escaso “atractivo” que la compañía ha ganado en la industria de las comunicaciones móviles ante otros competidores como American Tower, Mexico Tower Partners o Centennial, por ello el empresario ya se habría acercado a fondos de capital a los que pudiera interesarles un trozo de Telesites.
Son varios los motivos que habrían animado a los accionistas de Telesites a ir en busca de nuevos socios. Telesites tiene un valor de capitalización de 40,428 millones de pesos, pero también una deuda de 22,070 millones de pesos, un flujo en caja de 50.5 millones en marzo y en el primer trimestre del 2017 reportó un pérdida neta de 358.6 millones de pesos. En los últimos siete días hábiles el valor de Telesites en la BMV ha aumentado en 2.706 millones de pesos.
Aun con esas cifras, la compañía se ha ido expandiendo por el mercado mexicano en los casi 19 meses que lleva formando parte del negocio los llamados “towercos”. De marzo del 2016 a marzo del 2017 aumentó en 1,825 radiobases su cartera de torres y se hizo con 286 contratos que permiten a Movistar y AT&T, entre otros más, acceder a una infraestructura de la que ya echaba mano Telcel para montar sus antenas de transmisión.
Pero a los jefes de Telesites no les es suficiente que sólo 1.062 operadores estén utilizando cada una de las 14.917 torres que hasta abril en total había plantado la empresa, un número que todavía podría verse más impactado por la disposición desde este mes en el mercado de todos aquellos inmuebles públicos y de privados gestionados por el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin) que también venderán espacios para colocar antenas.
El Organismo Promotor de Inversiones en Telecomunicaciones (Promtel), la otra dependencia que hace parte de ese programa de eficiencias de infraestructuras, presumió hace unos días que 15 empresas del sector han hecho 773 solicitudes para colocar sus equipos de comunicación.
Por ello es que “esto no puede ser posible que derive de un interés de alejar una medida regulatoria; debe tener otro sentido, una condición de mercado que puede estar cambiando”, plantea Agustín Ramírez, abogado especialista en telecomunicaciones y radiodifusión del bufete Ouraboros. “Las medidas no van en términos de radiobases, sino que la cuantificación va en función de las líneas, los clientes y el tráfico; sí tiene que bajarle, pero respecto a eso. Esta decisión, de ser correcta, tendría otro objeto”.
Telesites fue contactada a través de su oficina de prensa para comentar este trabajo, pero no ha habido respuesta.
La empresa enfrenta complicaciones para destacar de entre su competencia, pero también tiene posibilidades en los nuevos proyectos como el de la Red Compartida, que debe echar su primera señal al aire en marzo del 2018 y que por tanto, necesitará de torres ya instaladas que acerquen más sus tiempos de operación.
La Red Compartida que construye el Consorcio Altán será oportunidad para Telesites, pero igual para terceros si ésta se enfoca sólo a Telcel, AT&T o Movistar como clientes preferentes.
“La Red Compartida podría representar una interesante fuente de negocio para ellos y es probable que Altán se centre primero en lo que está disponible en el país como co-ubicación, en lugar de comenzar con nuevas construcciones”, refiere en un informe de abril TowerXchange, la firma de análisis con más prestigio en ese nicho de negocio.
“Telesites es un proveedor de insumos para la industria telecom y las métricas de preponderancia están enfocadas hacia resultados finales de mercado, como lo es el servicio, todo el tráfico. Esto tendría una motivación con respecto a su misma industria”, plantea el jefe de Oxford Competition Economics, Víctor Pavón Villamayor, al respecto de la venta de un porcentaje de Telesites.
La industria de los towercos busca oportunidades y a la par de que Telesites crece, el resto también lo hace. De acuerdo con TowerXchange, al concluir diciembre del 2016 había en México 29,159 torres en operación, de las que Telesites es el primer jugador, seguido con American Tower y sus 8,913 radiobases; Mexico Tower Partners, con 1,531 y el resto repartidos entre IIMT, Centennial, Torrecom, Intelli Site Solutions, Uniti Towers y otros.
Las regulaciones adicionales del IFT sobre América Móvil por ahora alcanzan a Telmex y Telcel, en materia de insumos y tarifas para los operadores móviles virtuales para el caso de Telcel y de una separación funcional, para el caso de Telmex.
“Si se da una compra-venta o transferencia de activos en este mercado intermedio, no se modifican las métricas del mercado final por lo que en realidad no tiene impacto respecto a la regulación”, dice Víctor Pavón Villamayor, experto en competencia económica. “Aun vendiendo Telesites o reduciendo sus torres a cero, no se modifica la métrica del mercado final y no tendría un impacto como una eliminación de preponderancia; las métricas de preponderancia están medidas por nivel de suscripciones y entonces, con una venta, las métricas no van a cambiar”.