El Producto Interno Bruto creció a un ritmo anual del 0,8% en lugar del 0,5% reportado el mes pasado, dijo el Departamento de Comercio este viernes en su segunda estimación del PIB para el periodo enero-marzo. Fue la lectura más débil de la expansión desde el primer trimestre de 2015.
Washington. El crecimiento económico de Estados Unidos se desaceleró en el primer trimestre, pero no tanto como se creía inicialmente, ya que un aumento en la construcción de casas y una acumulación constante de inventarios contrarrestó parcialmente el impacto del modesto gasto del consumidor y la débil inversión de las empresas.
El Producto Interno Bruto creció a un ritmo anual del 0,8% en lugar del 0,5% reportado el mes pasado, dijo el Departamento de Comercio el viernes en su segunda estimación del PIB para el periodo enero-marzo. Fue la lectura más débil de la expansión desde el primer trimestre de 2015.
La revisión al alza reflejó un menor impacto del comercio que lo inicialmente estimado. El Gobierno reportó también un repunte de las ganancias corporativas después de impuestos, que subieron a una tasa del 0,6% en el primer trimestre, tras caer a un ritmo del 8,4% en el cuarto trimestre.
El crecimiento del ingreso para los tres primeros meses del año también fue revisado al alza. Como resultado, la economía creció a una tasa mucho más rápida del 2,2% si se mide desde el lado del ingreso, tras expanderse a un ritmo del 1,9% en el último trimestre de 2015.
La economía se vio afectada por la fortaleza del dólar y la floja demanda global, que erosionaron el crecimiento de las exportaciones. También hicieron mella los precios más bajos del petróleo, que redujeron las utilidades de compañías petroleras como Schlumberger y Halliburton, obligándoles a recortar en su gasto en equipamiento.
Asimismo, los economistas creen que el modelo usado por el Gobierno para librar a los datos de patrones estacionales no está cumpliendo por completo su objetivo, pese a los pasos dados el pasado año para abordar el problema. Los datos del PIB del primer trimestre están repletos de estacionalidad residual, con un peor desempeño del crecimiento en cinco de los últimos seis años desde el comienzo de la recuperación económica en 2009.
Hay señales de que la economía recuperó impulso a principios del segundo trimestre, con avances de las ventas minoristas, exportaciones de bienes, producción industrial, inicios de construcción de casas y ventas de viviendas en abril.
La Reserva Federal de Atlanta estima en la actualidad que el PIB del segundo trimestre subirá a una tasa del 2,9%, aunque el alto nivel sostenido de inventarios presenta un riesgo bajista a esta previsión.