Por Consuelo Urquiza Garfias, gerente de Recursos Humanos de Kimberly-Clark Chile.
La participación de las mujeres en la gestión empresarial es cada vez mayor, aunque todavía existe una oportunidad para que asuman más posiciones de liderazgo. Según cifras del Banco Mundial las mujeres representan el 40% de la fuerza laboral pero son pocas las que ocupan puestos de liderazgo. Según Standard & Poor's menos del 5% de las 500 compañías más relevantes del mundo están dirigidas por mujeres; y menos del 20% tiene presencia femenina en sus directorios. Hasta el año 2013, en el caso de Chile y según el Instituto de Investigación en Ciencias Sociales de la Universidad Diego Portales, solo el 21,7% de los puestos laborales de toma de decisión en el ámbito público y privado, era ocupado por mujeres, lo que demuestra todo el camino que aún queda por recorrer.
¿Cambia el estilo de gestión si una mujer está liderando una organización? ¿En qué se traduce la mirada femenina en la operación de una compañía? Como punto de partida, es fundamental reconocer que el estilo de gestión de las organizaciones, independientemente del género, corresponde a la cultura corporativa y a las maneras de trabajar de cada organización. Los líderes de las empresas suelen representar esos valores y procesos como máximos representantes, más allá de su género.
Sin embargo, algunos conceptos que suelen fortalecer la gestión desde el punto de vista femenino, que por supuesto no son excluyentes al género sino que se potencian por el rol de la mujer en otros ámbitos sociales, son la empatía, una mirada holística de los procesos cuidando los detalles, la capacidad de adaptación a los contextos cambiantes y situaciones que se presentan, y último pero no por eso menos importante, su tenacidad a la hora de buscar resultados para los objetivos propuestos.
Sobre la temática se han desarrollado innumerables estudios con conclusiones diversas. Uno de ellos, publicado por Harvard Business Review, resultado de consultas a colaboradores de distintas organizaciones sobre las mujeres en posiciones de liderazgo, asegura que para los encuestados las mujeres se destacan en su gestión porque “son capaces de tomar la iniciativa, se caracterizan por promover el desarrollo de los demás, inspirar y motivar, y perseguir su propio desarrollo”.
Justamente esa capacidad femenina para tomar la iniciativa es fundamental en un contexto general más volátil, incierto, complejo y ambiguo (VUCA como se conoce internacionalmente), en el cual el alto management debe actuar, afrontando nuevos desafíos día a día.