En la madrugada, fuerzas de la OTAN y afganas mataron a más de 15 insurgentes después de ser atacados cuando se aproximaban a un complejo en la provincia de Nangarhar, cerca de la frontera con Pakistán.
Kabul. Dos suicidas con bombas y disfrazados de policías causaron la muerte este sábado de cuatro efectivos en un ataque contra un centro de entrenamiento del este de Afganistán, en el segundo incidente de violencia ocurrido en la volátil zona en unas horas.
En la madrugada, fuerzas de la OTAN y afganas mataron a más de 15 insurgentes después de ser atacados cuando se aproximaban a un complejo en la provincia de Nangarhar, cerca de la frontera con Pakistán.
La violencia en Afganistán alcanzó este año su punto más álgido desde que los talibanes fueron derrocados por las fuerzas lideradas por Estados Unidos a fines del 2001.
La cifra de bajas militares y víctimas civiles es la mayor desde el inicio de la guerra, pese a la presencia de unos 150.000 soldados extranjeros.
Los ataques se intensificaron antes de una cumbre de líderes de la OTAN en Portugal, donde los funcionarios acordaron hace una semana cumplir con el calendario del presidente afgano, Hamid Karzai, para el término de las operaciones de combate extranjeras a fines del 2014.
En Sharan, capital de la provincia afgana de Paktia, insurgentes talibanes disfrazados de policías atacaron los cuarteles del jefe de la fuerza local y un centro de entrenamiento, declaró un funcionario.
Dos de los atacantes detonaron sus chalecos con explosivos cuando ingresaron al complejo, causando la muerte de cuatro policías. Varios otros efectivos resultaron heridos, incluyendo al jefe de la policía local, dijo el funcionario, quien pidió no ser identificado.
Zabihullah Mujahid, portavoz de los talibanes, se adjudicó la responsabilidad por el ataque en representación del grupo islámico. Dijo por teléfono desde una ubicación desconocida que los suicidas habían estado entrenando como policías en el centro.