Dominique Strauss-Khan, ex director del FMI, comparece desde este lunes en París, acusado de haber organizado una red de prostitutas para su servicio.
Dominique Strauss-Khan, exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI) comparece desde este lunes ante el Tribunal Correccional de Lille, acusado, junto a otras 13 personas, de haber organizado una red de prostitutas para su servicio, pero con muchas posibilidades de salir absuelto a la vista de las pruebas.
El juicio se inicia a las 14.00 locales (13.00 GMT) y uno de los primeros puntos que tendrán que examinar los jueces es la demanda de uno de los abogados de la defensa que solicita la anulación del proceso por considerar que la instrucción estuvo viciada por maniobras políticas contra Strauss-Kahn.
El letrado Olivier Bluche se basa en las recientes revelaciones de Joël Specque, un antiguo comisario de la policía judicial de Lille, que dijo haber recibido "informaciones" de altas instancias y haber llevado a cabo pesquisas desde junio de 2010, cuando el procedimiento para este sumario no se abrió oficialmente hasta el 2 de febrero de 2011.
Escuchas sustentarían tesis de complot. En concreto, hubo escuchas administrativas entre junio de 2010 y febrero de 2011 autorizadas por el gobierno conservador del presidente Nicolas Sarkozy (2007-2012), que vendrían a sustentar la idea de que en realidad todo era un complot para echar por tierra las ambiciones de DSK (al antiguo político socialista se le conoce por sus iniciales) de conseguir la jefatura del Estado en las elecciones de mayo de 2012.
En palabras de Karl Vandamme, abogado de otro de los que se sientan en el banquillo junto al ex ministro de Finanzas, "el proxenetismo (cargo por el que todos están acusados) es una construcción jurídica para poder atrapar a DSK en la red".
Acusaciones particulares. En el sumario se tiene constancia de una quincena de orgías organizadas en Bélgica, París, Washington o Nueva York, tomando como base de operaciones el hotel Carlton de Lille, entre 2007 y 2011 -cuando DSK estaba al frente del FMI-, a las que se dedicaron unos 100.000 euros.
Cuatro de las prostitutas que participaron en esas fiestas sexuales se han constituido en acusación particular y su testimonio en la vista aparece como la principal amenaza para Strauss-Kahn, que teóricamente podría ser condenado hasta a diez años de prisión y a una multa de 1,5 millones de euros.
Pero para una condena por proxenetismo hacen falta en primer lugar pruebas de que Strauss-Khan era instigador de las orgías, de las que obtenía beneficio y, la línea de defensa del antiguo director del FMI es, en primer lugar, que no era consciente de que las que le traían sus amigos eran prostitutas.
Más allá de eso, Henri Leclerc, uno de sus letrados, hizo hincapié ante las cámaras de "BFM TV" en que "incluso en la hipótesis de que Dominique Strauss-Kahn hubiera sabido que eran prostitutas, no habría proxenetismo".