Frans Bronkhorst, presidente de la ONG holandesa Drugs Peace Institute, explicó que Mujica merece el premio porque propone, en lugar de “la guerra a las drogas”, representada por el paradigma prohibicionista, “la paz de las drogas”, representada por el proyecto de ley que presentó el año pasado al Parlamento.
Frans Bronkhorst, presidente de la ONG holandesa Drugs Peace Institute, estuvo en Montevideo a finales de febrero con un objetivo claro: conseguir el aval del gobierno para proponer al presidente José Mujica como premio Nobel de la Paz.
Bronkhorst le entregó al secretario general de la Junta Nacional de Drogas (JND), Julio Calzada, la propuesta, que también le llegó al diputado del Frente Amplio Sebastián Sabini, uno de los redactores de la ley para regular el mercado de la marihuana. Para postularlo, Bronkhorst necesita el consentimiento del mandatario.
El activista explicó a El Observador que Mujica merece el premio porque propone, en lugar de “la guerra a las drogas”, representada por el paradigma prohibicionista, “la paz de las drogas”, representada por el proyecto de ley que presentó el año pasado al Parlamento.
“Queremos hacer una campaña global de consumidores de cannabis para presentar al mundo a Mujica como la voz soberana”, dijo Bronkhorst, quien reconoció que si el mandatario acepta el convite se convertirá en un referente mundial que permita generar debates acerca del tema.
Drugs Peace Institute trabaja desde 1994 en la lucha contra la guerra a las drogas. En 1994 y 1995, la ONG holandesa propuso al actual presidente de Bolivia, Evo Morales, para Premio Nobel de la Paz por su defensa del consumo y la producción de coca, aún penalizados por la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE).