Matheus Raschen estaba hospitalizado desde el domingo, día del incendio, en un hospital de Porto Alegre (capital regional del estado de Río Grande del Sur, donde tuvo lugar la tragedia) con quemaduras de tercer grado en el 40% de su cuerpo.

Rio de Janeiro, Xinhua. El estudiante brasileño Matheus Raschen, de 20 años, falleció la pasada noche debido a las quemaduras sufridas y se convirtió en la víctima número 236 del incendio en la discoteca Kiss de Santa María, en el sur de Brasil, informaron este viernes fuentes oficiales.

Raschen estaba hospitalizado desde el domingo, día del incendio, en un hospital de Porto Alegre (capital regional del estado de Río Grande del Sur, donde tuvo lugar la tragedia) con quemaduras de tercer grado en el 40% de su cuerpo, según informó un portavoz de la secretaría de Salud regional.

El último comunicado médico apuntó que 69 personas continúan internadas en estado grave y con respiración asistida en las unidades de cuidados intensivos de varios hospitales de la región.

El incendio, considerado la peor tragedia en Brasil en los últimos 50 años, comenzó cuando un miembro de un grupo de música que actuaba en el local encendió una bengala, cuyas chispas prendieron fuego a la espuma que había en el techo y que servía de aislamiento acústico, convirtiendo la discoteca en una trampa mortal para los asistentes.

El fuego se propagó rápidamente por la espuma usada en el aislamiento acústico del techo, que también generó un gas tóxico responsable de la mayoría de las muertes, según las primeras investigaciones.

La Policía cree que el número de asistentes superaba el aforo de la discoteca, que era de 691 personas, y también investiga otros factores que pueden haber contribuido a la tragedia como la ausencia de una puerta de emergencia o la falta de suficientes extintores