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Verdades que matan corporaciones: cómo evitar filtraciones
Jueves, Diciembre 9, 2010 - 16:41

Ocultar o evidenciar. La interrogante no es nueva, pero debido a las últimas revelaciones de WikiLeaks, que asegura tener información de un banco estadounidense, las miradas se pueden tornar hacia las empresas.

Verdades incómodas o datos que ponen mucho en riesgo. Desde que el sitio web WikiLeaks- fundado por Julian Assange- comenzó a difundir una serie de documentos del Departamento de Estado de los Estados Unidos nadie quedó indiferente. Si bien los mensajes que aluden a diplomáticos y líderes mundiales no dan a conocer nada que no se haya intuido, lo crucial apuntan expertos en el tema, es la vulnerabilidad del sistema estadounidense. 

Una fragilidad en términos informativos que no sólo puede afectar a los gobiernos sino que también a las empresas. “La globalización permitió que se conociera una serie de informaciones, lo que junto con las tecnologías de la información hace posible que muchas personas tengan acceso en tiempo real a datos de gobiernos y empresas”, explica Marco Escotto, director adjunto del Centro de Estudios para la Gobernabilidad Institucional, Ipade Business School

Documentos que cada vez son más sencillos de obtener, lo que provoca la atención de las empresas y , que por cierto, amenaza los intentos por fomentar la transparencia corporativa. Pero todo es relativo: mientras algunos acuerdan en que las empresas deben guardar la información que consideren más vital -como por ejemplo la relativa a negociaciones- otros dicen que es casi un deber entregar datos relevantes. 

Escotto explica que la sociedad está más consciente y solicita que las empresas den a conocer sus actividades, “por ejemplo, hay muchas transnacionales como Microsoft y Coca Cola que son pequeñas repúblicas y ejercen su propia influencia. La gente se pregunta cuál es su papel y consideran que tienen derecho a saber cómo están tomando sus decisiones. Porque las acciones de las empresas no sólo son contratar y dar servicios”.

Pese a que Ignacio Labaqui, docente de Instituto de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Católica de Argentina, está de acuerdo en que se den a conocer las malas prácticas de parte de los empresas, de forma de evitar lo que pasó con Enron, no opina lo mismo con respecto a esclarecer todos los aspectos de las organizaciones.

La transparencia absoluta tiene riesgos. La capacidad para negociar de los políticos muchas veces consiste en hacer concesiones a puertas cerradas, de lo contrario habría menos capacidad para lograr acuerdos. Las conversaciones se hacen hablando en off the record, asegurando que no se repetirá públicamente, puesto que muchas veces sacadas de contexto suelen ser chocantes”, continúa Labaqui.

Pero la población no sólo quiere saber en qué están las empresas sino que también saben cómo obtener esa información. “De esta forma se muestra la debilidad de los países militarizados y así se da cuenta que la sociedad sí puede defenderse y mostrar las fragilidades”, explica Liuba Kogan, Jefa del Departamento Académico de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad del Pacífico de Lima.

Más hermetismo y control

De una u otra forma las compañías tendrán más cuidado: desde contratar mecanismos que les aseguren inviolabilidad de sus archivos hasta más rigurosidad en las contrataciones. Por que si algo se tiene claro desde siempre, es que el peor enemigo puede estar sentado al lado.

Son muchas las variables a tomar en cuenta: “cómo manejar los intranets- sitio web institucional- y cómo se desarrolla la rotación de los funcionarios de las empresas. Ésto, puesto que en varias ocasiones hay alta rotación de trabajadores del sector público al privado y viceversa. Se pueden llevar consigo información y por eso es importante controlar la documentación”, dice Kogan.

Pero el factor humano, sin duda, resulta significativo en esta materia y por lo mismo los expertos enfatizan en que ahí es donde se debe regular.

Como primera medida, explica Escotto, "se tiene que fomentar una cultura de ética y para esto es crucial contratar a personal que no sólo tenga un perfil técnico, sino que tenga principios arraigados"..

El ejemplo juega un rol primordial. Mientras los jefes sean puntuales, honestos y eficaces, los empleados también lo serán, porque se van originando costumbres.

Finalmente, se tiene que asegurar la capacitación de los trabajadores con el fin de que sepan actuar en diferentes casos. Ahí es donde deben instalarse canales de comunicación óptimos como buzones de consulta y denuncia.

“Cuando hay algo mal en la empresa y se requiere denunciarlo, se puede desconocer los mecanismo para hacerlo y cuando fallan se buscan herramientas como el chisme o el anonimato", concluye Escotto.

Autores

Daniela Arce