Sonia Igei, docente de la Maestría en Psicología del trabajo y las organizaciones de la USMP, entrega las claves.

En la actualidad, el encontrar profesionales que tengan las competencias y experiencia que requiere nuestra organización se ha vuelto un reto. Esta competencia por atraer y retener el talento, ha venido en aumento en los últimos años debido al crecimiento de las empresas y al aumento de oportunidades laborales en el mercado.  Es por ello, que es necesario contar con nuevas estrategias para enfrentar esta problemática, siendo una de ellas el desarrollo de un Programa Trainee.

Los practicantes

Para la búsqueda de estas posiciones lo más importante es el potencial  de crecimiento que tiene el postulante. Entre las competencias más solicitadas por las empresas se encuentran: comunicación efectiva, orientación a resultados, proactividad y capacidad analítica. Además, desde un inicio se buscan jóvenes que puedan ser potenciales líderes y tengan la capacidad para dirigir y desarrollar personas a mediano plazo.

Además de las competencias es indispensable conocer la motivación de los jóvenes para ingresar a la empresa. Si sus motivos son principalmente extrínsecos (salario, beneficios, entre otros) existe una alta posibilidad que se cambie de organización si recibe una oferta que considera más beneficiosa.

Es indispensable que los propósitos y valores personales de estos jóvenes profesionales puedan estar alineados a la cultura de la empresa desde la selección. Ello se refuerza  con un proceso de inducción y entrenamiento intensivo que tiene como objetivo, que el trainee conozca las áreas más importantes y tenga una perspectiva general, que le facilite ocupar posiciones estratégicas de importancia en un corto o mediano plazo. De esta forma, las posiciones estratégicas en el futuro de la organización serán cubiertas por colaboradores que han venido siendo formados en el know how y cultura de la organización, en lugar de buscarlos afuera en el mercado laboral, lo cual ahorrará tiempo y recursos.