La reducción fue impulsada por factores como la caída en el precio del petróleo de referencia, limitados aportes por nuevas eficiencias operativas y un desempeño promedio en descubrimientos y extensiones.
El 2024 fue un año clave para Ecopetrol, pero las señales no son alentadoras. Según un informe de Bancolombia, las reservas probadas de la compañía, que representan su capacidad para sostener la producción futura, podrían disminuir 4,6%, una reducción impulsada por factores como la caída en el precio del petróleo de referencia, limitados aportes por nuevas eficiencias operativas y un desempeño promedio en descubrimientos y extensiones. Los analistas señalan que este escenario plantea dudas sobre la sostenibilidad de la empresa en el mediano plazo y sobre su capacidad para responder a los retos del mercado energético global.
En términos concretos, se espera que la producción anual alcance los 255 millones de barriles de petróleo equivalente (MBPE), mientras que solo se agregarían 167 MBPE en reservas probadas, lo que llevaría la vida útil de estas a 7,1 años, con un índice de reemplazo de reservas (IRR) de 65%. Esto significa que Ecopetrol no podría reemplazar completamente lo que extrae, un problema estructural que podría agravarse si no se toman medidas contundentes.
El presidente de la compañía, Ricardo Roa, mencionó que para volver a los números de 2022 se deben cumplir dos factores: barril de crudo en US$ 100 y tasa de cambio a $4.800. “Si tuviéramos las mismas condiciones de ese año maravilloso. En el 2022 un barril de crudo valía $410.579, hoy vale $327.320, y esa diferencia marca un número diferente, importante en los resultados económicos, con afectación en los ingresos, en el Ebitda y en la utilidad”, explicó Roa.
El impacto del precio del petróleo en las reservas
El precio utilizado para calcular las reservas de Ecopetrol bajó a US$ 79,1 por barril, desde los US$ 82,8 del año anterior. Aunque el impacto directo en reservas sería de solo 7 MBPE debido a que el precio sigue por encima del umbral de viabilidad comercial de US$ 70 por barril, esta reducción refleja una vulnerabilidad importante. El informe de reservas más reciente muestra que la empresa no cuenta con un número significativo de campos que sean rentables con precios inferiores a ese umbral, lo que limita su capacidad de reacción ante fluctuaciones del mercado.
Otro aspecto crítico es el limitado efecto de las eficiencias operativas en la adición de reservas. En 2023, este aporte fue menor de lo esperado, y las proyecciones para 2024 no son optimistas. La disminución del margen operativo en el segmento de exploración y producción (E&P), que cayó 100 puntos básicos, y la previsión de un margen EBITDA consolidado de 39% en 2025, la cifra más baja desde 2016, agravan la situación. Esto coloca el aporte por eficiencias en su nivel más bajo en una década, lo que impacta directamente en la capacidad de la empresa para certificar nuevas reservas.
En diciembre de 2024, Ecopetrol anunció la compra de una participación en el campo CPO 09, una adquisición que podría agregar 41 millones de barriles en reservas y mejorar el índice de reemplazo de reservas a 82%. Sin embargo, el reconocimiento de estas reservas depende de la aprobación de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), un trámite que podría postergar su incorporación desde año en adelante. Esto añade un elemento de incertidumbre al balance general de reservas para 2025.
“Con esta adquisición, no solo fortalecemos nuestra autonomía en la explotación de recursos, sino que aseguramos los recursos necesarios para avanzar en los proyectos de transición energética justa y equitativa que demanda el país”, aseguró Roa.
De acuerdo con las proyecciones, Ecopetrol cerrará 2024 con reservas probadas de 1.796 millones de barriles de petróleo equivalente (MBPE), una disminución del 2,4% respecto al año anterior. Con un índice de reemplazo de reservas del 65%, la empresa enfrenta un panorama en el que su capacidad para garantizar la sostenibilidad de su operación a largo plazo está en entredicho.
En resumen, aunque el recobro mejorado y algunos descubrimientos puntuales siguen aportando resultados, estos no son suficientes para contrarrestar la disminución en las reservas totales. Con una vida útil proyectada de 7,1 años, la empresa tiene por delante el desafío de optimizar sus procesos, diversificar su portafolio y buscar nuevas fuentes de reservas que aseguren su relevancia en el competitivo mercado energético global.