La decisión de Washington incluye a la petrolera española Repsol. Las compañías deberán poner fin a sus operaciones en el país sudamericano antes del 27 de mayo.
El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, notificó a los socios extranjeros de la petrolera estatal venezolana PDVSA la inminente cancelación de las autorizaciones que les permiten exportar petróleo y derivados desde el país sudamericano, dijeron el sábado fuentes cercanas a la decisión.
La administración del expresidente Joe Biden otorgó en los últimos años autorizaciones para asegurar el suministro de petróleo venezolano a refinerías desde España hasta la India, como excepciones al régimen de sanciones de Estados Unidos contra la nación sudamericana.
Entre las empresas que recibieron licencias y cartas de respaldo de Washington se encuentran Repsol de España, Eni de Italia, Maurel & Prom de Francia, Reliance Industries de India y Global Oil Terminals de Estados Unidos. La mayoría de las empresas ya habían suspendido las importaciones de petróleo venezolano tras la imposición de aranceles secundarios por parte de Trump a los compradores de petróleo y gas venezolanos a principios de esta semana, según fuentes y datos de seguimiento de buques.
Trump anunció el mes pasado la cancelación de una licencia clave otorgada a la productora estadounidense Chevron para operar en Venezuela y exportar crudo hacia Estados Unidos.
Días después, el Departamento del Tesoro estadounidense ordenó a la compañía reducir operaciones y la semana pasada extendió la fecha límite para completar el cierre hasta el 27 de mayo.
La revocación de la licencia estadounidense más importante para la industria energética venezolana envió una señal del cambio de política de Washington hacia Venezuela, a medida que el Gobierno de Trump frena la migración, con especial atención a los venezolanos que se encuentran ilegalmente en Estados Unidos.
El Gobierno del presidente Nicolás Maduro, cuya reelección de 2024 no fue reconocida por Estados Unidos, ha criticado las sanciones, afirmando que constituyen una "guerra económica".
REPSOL CONFIRMA NOTIFICACIÓN DE REVOCATORIA
Fuentes de Repsol consultadas por Europa Press han confirmado que han recibido la carta de la Administración estadounidense en la que comunica la revocación del permiso para la exportación de petróleo venezolano.
Repsol, que lleva operando en Venezuela desde 1993, mantiene una relación contractual con PDVSA en Venezuela a través de la empresa mixta Petroquiriquire, de la que posee un 40%. Esta colaboración está orientada a la explotación de campos petroleros como Mene Grande, Barúa Motatán y Quiriquire, y busca aumentar la producción petrolera y gasista del país.
En 2024, Venezuela duplicó el envío de petróleo a España, alcanzando máximos de dos décadas. Este crudo es procesado por Repsol en refinerías españolas como parte del pago de deudas pendientes, algo que hasta ahora habían autorizado las autoridades estadounidenses en virtud de distintas licencias.
En 2023, Estados Unidos relajó algunas restricciones impuestas a las empresas que operan en Venezuela, lo que permitió reactivar actividades conjuntas. Sin embargo, con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca tras las elecciones de 2024 se generó incertidumbre sobre si se mantendrían los permisos, y la misiva remitida a Repsol ha confirmado el cambio de signo de la Administración estadounidense sobre este particular.
Repsol reconoce riesgos geopolíticos asociados a su exposición patrimonial en Venezuela, que asciende a 467 millones de euros, lo que incluye inversiones en proyectos como Cardón IV y cuentas por cobrar a PDVSA.
La deuda que Venezuela mantiene con Repsol está vinculada fundamentalmente a PDVSA y se ha gestionado mediante acuerdos de pago en especie, principalmente con crudo. Al cierre de 2024, el saldo de la deuda histórica ascendía a 634 millones de dólares.
En 2016, Repsol y PDVSA acordaron una línea de crédito por hasta 1.200 millones de dólares para financiar operaciones conjuntas. De esta línea, el saldo vivo dispuesto (sin intereses) ascendía a 634 millones de dólares. En 2024, Repsol recuperó 166 millones de dólares como parte del pago de esta deuda, aunque sigue habiendo un saldo significativo pendiente.
Debido al riesgo geopolítico y la incertidumbre en Venezuela, Repsol ha incrementado sus provisiones por riesgo de impago, alcanzando 601 millones de euros en 2024.
Repsol no recibe pagos en efectivo por esta deuda, en su lugar, obtiene petróleo venezolano como compensación. Este esquema ha sido autorizado por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de Estados Unidos, permitiendo a Repsol amortizar la deuda mediante entregas de crudo.
Por ello, los expertos consideran que la revocación por parte del gobierno de Donald Trump de las licencias para exportar crudo venezolano amenaza la capacidad de Repsol para recuperar esta deuda, y estiman que si estas restricciones se mantienen, las operaciones y el mecanismo de pago podrían verse gravemente afectados.