Las metas del gobierno venezolano de elevar hasta 4% la participación de la industria turística dentro del Producto Interno Bruto (PIB) del país e incrementar la llegada de visitantes extranjeros, chocan con una realidad de país signada por una alta inseguridad y una infraestructura deteriorada.
Las metas del Gobierno de elevar hasta 4% la participación de la industria turística dentro del Producto Interno Bruto (PIB) nacional e incrementar la llegada de visitantes extranjeros, chocan con una realidad de país signada por una alta inseguridad y una infraestructura deteriorada que le impide a los empresarios del sector prever una recuperación del sector en 2011.
"La mala imagen que se tiene del país en el resto del mundo ha llevado a que en Estados Unidos y varios países de Europa los gobiernos le recomienden a sus ciudadanos que no viajen a Venezuela", dijo William Bracho, presidente del Consejo Superior del Turismo (Conseturismo).
Un estudio del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia de México sitúa a Caracas sólo por detrás de Ciudad Juárez (México), Kandahar (Afganistán) y San Pedro Sula (Honduras) entre las ciudades más peligrosas del mundo.
Flujo de visitantes. El ministro de Turismo, Alejandro Fleming, le dijo a la agencia estatal AVN la semana del 17 de enero que "Venezuela recibió en 2010 más de 500.000 turistas, cifra que podría incrementarse este 2011, producto del impulso que se le dará al turismo receptivo".
El presidente de Conseturismo recordó que el promedio de los últimos 25 años del número de turistas foráneos que llegan al país es de 750.000 visitantes.
Un empresario del sector de las agencias de viajes, que prefirió el anonimato, dijo que "estamos raspados si en 2010 nos visitó medio millón de turistas extranjeros, porque antes del cierre de la aerolínea estatal Viasa, en 1997, la cifra llegó hasta 900.000".
Infraestructura insuficiente. Luego de la devaluación de 100% de comienzos de 2010 (cuando el dólar pasó de Bs.F. 2,15 a Bs.F. 4,30), los empresarios esperaban un repunte en el turismo interno.
Las ventas de pasajes aéreos hacia el exterior se redujeron 20% el año pasado en dólares, principalmente por la devaluación y los nuevos trámites que deben realizarse antes de cada viaje para acceder a un cupo de divisas en las tarjetas de crédito, según el presidente de Conseturismo.
Contrario a lo esperado, las ventas de boletos aéreos domésticos crecieron muy poco con respecto a 2009 y cayeron 45% en dólares. La ocupación hotelera registró un promedio de 65%, con picos de hasta 95% en las 20 semanas más turísticas y un porcentaje de 50% el resto del año, de acuerdo con el ente gremial.
Bracho atribuye estas bajas a la recesión, a que las autopistas y carreteras están en mal estado por falta de mantenimiento -situación que empeoró con las lluvias de los últimos meses- y a que el país carece de un sistema de transporte terrestre y aéreo moderno, tanto público como privado, que atienda la demanda.
A este problema de infraestructura lo agrava actualmente la permanencia de damnificados en 179 hoteles de todo el país, que comenzó el 14 de diciembre e inicialmente duraría sólo 30 días. "Nos preocupa que algunas autoridades han dicho que la estadía de los afectados por las lluvias puede durar seis meses o hasta que el Estado les consiga una vivienda", dijo el vocero.
No obstante estas críticas, el ministro aseguró que "las autoridades atendieron con prontitud y eficacia los problemas ocasionados en algunas infraestructuras turísticas por las lluvias torrenciales que asolaron diversas zonas del país a finales de 2010".
Bracho cree que "es difícil pensar en que el turismo aumentará su peso en el PIB cuando el turismo interno está afectado y el receptivo cae".
Política integral. Entre las principales naciones emisoras de turistas a Venezuela están España, Portugal, Italia, Francia, Reino Unido, Alemania, Holanda, Estados Unidos, Canadá, Argentina, Colombia y Brasil, según el Ministerio de Turismo.
El empresario de las agencias de viajes cree que Venezuela no cuenta con una estrategia unificada para posicionarse como destino turístico, ya que ni siquiera tiene una imagen con la cual puedan asociar al país en el mundo.
La fuente lamentó que por primera vez en muchos años Venezuela no haya tenido su propio stand en la Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur), sino que los funcionarios que viajaron tuvieron que instalarse en el de Conviasa, que es una línea aérea.