Un estudio de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), proyectó el futuro de la fruticultura al año 2030 y detectó sus principales desafíos tecnológicos, con miras a mantener el liderazgo exportador a nivel sudamericano.
Más de 2,5 toneladas de fruta son exportadas anualmente por Chile, las cuales provienen de más de 7.800 pequeños y medianos productores, 747 empresas exportadoras de más de 30 especies de frutas, las que llegan a cerca de 1.700 millones de consumidores de más de 100 países alrededor del mundo.
Estas cifras ponen a Chile como líder de exportación de fruta en Sudamérica. Sin embargo, el país aún debe enfrentar desafíos tecnológicos con miras a mantener el actual índice y mejorar la competitividad del sector.
Pero, ¿dónde está Chile realmente en materia tecnológica? Motivados por esta pregunta, FIA definió la necesidad de realizar un estudio de diagnóstico del estado de evolución de la fruticultura en ese país para, a partir de allí, proyectar los principales desafíos para llegar a una agricultura de clase mundial en 2030. Se trata de “La fruticultura chilena al 2030. Principales desafíos tecnológicos para mejorar su competitividad”, realizado por un equipo de especialistas de GFA Consultores, de la mano de más de 230 expertos en fruticultura del país, quienes validaron los resultados de este estudio que, a través de metodologías cualitativas y cuantitativas define, por tipo de exportación, las brechas y desafíos a mejorar para mejorar su competitividad.
Para Héctor Echeverría, director ejecutivo de FIA, este estudio es importante por el momento que vive Chile con la introducción de nuevos actores al sector: “Perú, Colombia, México son países que están dando saltos importantes en tecnología y en Chile debemos hacernos cargo de esa realidad, asumiendo los desafíos que sean necesarios para seguir siendo líderes”, explicó. “Los consumidores no buscan la fruta de un país específico, sino el producto de mejor calidad. En la medida en que nosotros mantengamos la calidad y ciertos elementos diferenciadores, podremos seguir siendo líderes”, aseguró.
Principales desafíos. Uno de los desafíos de la cartera de Agricultura para 2030 es duplicar el valor de la exportación frutícola, tal como aseguró el ministro Carlos Furche: “hoy tenemos más de 300 mil hectáreas de frutos y duplicando la exportación el sector agrícola, podría igualarse con los ingresos que genera el cobre para el país”, explicó.
Para ello, este estudio representa un puntapié inicial que permite a todos los sectores involucrados contar con la información requerida para el desafío que significa abordar diversos escenarios de manera simultánea: gestión de recursos hídricos —tecnificando el uso de agua—, innovación tecnológica para adaptar el sistema productivo a esta nueva realidad y la mantención del destacado estándar fitosanitario que ha caracterizado al país; “tenemos presión biológica creciente que nos desafía a mantener los mejores estándares de calidad e inocuidad”, aseguró Furche.
La inocuidad es un desafío que es abordado tanto por el mundo privado como por el mundo público. Así lo confirma Ronald Bown, presidente de Asoex, quien también se hace cargo de la constante actualización que exige el dinamismo del mercado: “si bien podemos definir las variables en las que debemos estar atentos, factores como el cambio climático o la disponibilidad de agua siempre se deben estar evaluando”, explicó.
Hugo Campos, ingeniero agrónomo y consultor de agrícola que participó en el estudio, explica que la heterogeneidad de la fruta exportada es uno de los fuertes de la oferta chilena y que ahí aún hay mucho espacio para introducir mejoras que permitan mejorar la competitividad.
El estudio “La fruticultura chilena al 2030. Principales desafíos tecnológicos para mejorar su competitividad” será difundido a lo largo del país a través de una serie de charlas y la distribución gratuita del libro, tanto en formato físico como digital. Más información en www.fia.cl.