“Cuando yo era presidente de los Estados Unidos (1977-1981) hice un llamado para que Bolivia tenga un acceso al mar y yo me he sentido muy satisfecho con la decisión de la Corte", dijo el ex presidente.
El expresidente de Estados Unidos Jimmy Carter abogó por un diálogo “de buena fe” entre Bolivia y Chile sobre el reclamo marítimo que se tramita en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) con sede en La Haya (Holanda). La exhortación emergió tras una reunión con el mandatario Evo Morales.
“Cuando yo era presidente de los Estados Unidos (1977-1981) hice un llamado para que Bolivia tenga un acceso al mar y yo me he sentido muy satisfecho con la decisión de la Corte, de hace algunos días, para que este tema sea resuelto entre Bolivia y Chile. Espero que Chile negocie de buena fe con Bolivia para resolver este tema”, dijo el exmandatario estadounidense en un contacto que divulgó ayer la estatal Bolivia Tv.
Evo Morales visitó el sábado por la tarde a Carter (premio Nobel de la Paz de 2002) en su residencia ubicada en la ciudad de Atlanta, en el marco de la agenda diplomática que desarrolló el fin de semana en EE.UU.
“Yo no quiero ver a un lado ganar y a otro lado perder, quiero que los dos lados ganen”, remarcó el exgobernante, quien creó una fundación para el fortalecimiento de la democracia.
La CIJ se declaró competente para tratar la demanda que Bolivia presentó en 2013 ante este tribunal. La acción legal busca que Chile admita que tiene la obligación de negociar con Bolivia una salida soberana al océano Pacífico, sobre la base de ofertas unilaterales que hizo Santiago a lo largo de la historia.
Tras conocer el fallo, que fue respaldado por 14 de 16 magistrados de la CIJ, Morales viajó a Nueva York para participar del 70 periodo de sesiones de la Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En medio de esa agenda, el Jefe del Estado y su comitiva aprovecharon para ir a Atlanta.
AMIGOS. “Ha sido el encuentro de dos amigos, dos personas que se conocen, se tratan con mucha confianza. Tocaron dos o tres temas claves de la situación de nuestro país, de la política exterior y de su relación con el mundo; el primero, por supuesto, es el tema del mar”, explicó luego el embajador de Bolivia ante la ONU, Sacha Llorenti.
En 2014, Chile planteó una excepción preliminar para evitar que la CIJ conozca la demanda boliviana, pero el 24 de septiembre el tribunal rechazó el recurso y reactivó el litigio. Fijó para el 25 de julio de 2016 “la fecha límite” para que Chile presente su contramemoria para responder al fondo de la demanda impetrada por el país.
En La Paz, el procurador general del Estado, Héctor Arce, afirmó que tras la determinación del tribunal internacional, Chile “ha perdido el argumento central de su defensa”, que apuntaba a que el diferendo quedó zanjado con el Tratado de 1904. Según Arce, el fallo de la CIJ comprobó que la demanda boliviana “es un tema totalmente separado” y no toca este tratado.
Según la CIJ, las cuestiones en disputa entre los dos países son asuntos que “no se han resuelto por acuerdos entre las partes o por decisión de un tribunal de arbitraje o internacional, ni tampoco están gobernados por acuerdos o tratados en vigor”.
No obstante, el agente de Chile ante la CIJ, Felipe Bulnes, argumentó que el fallo “dañó en el corazón de las aspiraciones” bolivianas. Aseguró que limita sus peticiones porque —según dijo en una entrevista con El Mercurio— el tribunal consideró que la demanda no persigue una obligación de negociar con un resultado predeterminado, “sino que es meramente una obligación”.
El canciller chileno, Heraldo Muñoz, en declaraciones a La Tercera admitió que la posibilidad de su país de ganar el recurso “era limitada”. El excanciller y senador oficialista de la Democracia Cristiana (DC) Ignacio Walker admitió que se subestimó a Bolivia: “Tenemos que dejar de lado un cierto tono de autosuficiencia y de mirar a Bolivia por encima del hombro”, manifestó.
Bachelet prepara estrategia de defensa
Jorge Quispe
Luego de que la CIJ se declaró competente para tratar la demanda marítima boliviana, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, alista la nueva estrategia en virtud de la presentación de su contramemoria, el 25 de julio de 2016, y busca que el párrafo 33 del fallo, leído el pasado jueves, sea la punta de lanza en el siguiente paso del proceso.
La Mandataria explicó el sábado en Nueva York, a donde asistió para el 70 periodo de sesiones de la Asamblea de las Naciones Unidas, que el fallo incluye “párrafos favorables” para Chile, sobre las pretensiones bolivianas de una salida soberana al océano Pacífico.
“Incluso, asumiendo que la Corte encontrara la existencia de tal obligación (de negociar por una salida soberana al mar para Bolivia), no le corresponde a la Corte predeterminar el resultado de ninguna negociación que ocurriera, como consecuencia de esa obligación”, señaló Bachelet respecto al párrafo 33 del documento leído por el presidente del tribunal internacional, Ronny Abraham, sobre la competencia de la CIJ.
Tras el fallo, Bachelet se reunió en Nueva York con el agente chileno Felipe Bulnes, para analizar la resolución de la Corte y las futuras etapas a seguir en el caso.
“Ahora se abre una nueva etapa y tenemos que definir cuáles son los pasos que tenemos que seguir dando, cuáles son los puntos que tenemos que abordar. Este diferendo es distinto del anterior y, por lo tanto, nos implica mirar cómo nos organizamos y qué pasos damos para asumirlo”, indicó la autoridad según un comunicado de la Presidencia chilena.
El jueves, la CIJ rechazó, por 14 votos a dos, la objeción preliminar presentada por Chile en 2014.
Un día después, el tribunal programó que el país vecino entregue su contramemoria en 2016, en respuesta a la memoria que Bolivia presentó en abril del año pasado, que sienta las bases de la demanda para obligar a Chile a negociar una salida soberana al mar.