Saavedra, de 51 años de edad, es quien lidera la recién estrenada Dirección de Estrategia Marítima de Bolivia. Fue miembro de la Unión Revolucionaria de Universitarios Socialistas, una fuerza política gravitante en la Universidad Mayor de San Andrés, de La Paz.
La administración de Evo Morales ha preferido designar a un funcionario leal, “hombre de Estado” y de la misma estructura gubernamental, en un cargo muy sensible vinculado a la demanda marítima. Rubén Saavedra Soto, militante trotskista, encamina ahora la estrategia boliviana.
Quienes se cruzaron con él aseguran que, si bien no fue un líder de clase política, tuvo una participación importante en las luchas universitarias contra la dictadura, la autonomía y el presupuesto en los años 80.
Audalia Zurita, ex fiscal de Distrito de La Paz y ex ministra de Trabajo del gobierno de Carlos Mesa, lo recuerda como un miembro de URUS (Unión Revolucionaria de Universitarios Socialistas), una fuerza política gravitante en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) de La Paz. "No conozco que haya hecho una profundización de la historia en relación a la demanda marítima, pero sé que es una persona empeñosa, que puede valerse de colaboradores en sus funciones”, dice.
Saavedra Soto fue ministro de Defensa hasta el martes 5 de abril, cuando inició nuevas funciones como titular de la Dirección de Estrategia Marítima, entidad que diseñará la justificación jurídica y política de la demanda marítima boliviana ante tribunales internacionales.
Antes de su nominación en el puesto, en círculos gubernamentales se especulaba que los que iban a ocupar el cargo eran el actual cónsul en Santiago, Walker San Miguel, o el presidente de la Cámara de Diputados, Héctor Arce.
Incluso, fuentes del gobierno señalaron que uno de los elegidos iba a ser el ex presidente Carlos Mesa, conocido por su lectura de la historia del país y su posición política marítima, referida a la necesidad de resolver el diferendo con Chile en el ámbito multilateral, coincidente con la de Morales.
Consultado sobre la decisión, el viceministro de Coordinación Gubernamental, Wilfredo Chávez, dijo a La Razón que el gobierno optó por Saavedra Soto al considerarlo como “un hombre de Estado”. “El gobierno quiso dar una señal coherente con una persona muy comprometida con el proceso”, que ha tenido un papel importante en “la defensa del Estado”.
Dijo que el ahora nuevo funcionario de la Cancillería del Estado siempre ha sido “una importante fuente de consultas jurídicas, al que se lo extraña en el gabinete ministerial”. De 51 años y con Registro 123, del 19 de octubre de 1993, en el Colegio de Abogados de La Paz, Saavedra Soto expresó su optimismo por resultados que aseguren la soberanía boliviana sobre el mar en el océano Pacífico.
“Estaremos firmes en el puesto del deber. Todas nuestras acciones respecto a volver al mar con soberanía recorrerán un camino largo, con paso prudente pero firme”, dijo este martes.
La Dirección de Estrategia Marítima se derivó del giro político que Morales anunció el 23 de marzo, cuando dijo que la demanda marítima boliviana debe plantearse ante tribunales y organismos internacionales.
La demanda ‘no significa chantaje’. El flamante titular de la Dirección Estratégica Marítima de Bolivia, Rubén Saavedra, se estrenó en el intercambio verbal con autoridades chilenas al afirmar el jueves -en respuesta a legisladores trasandinos- que Bolivia no chantajea ni presiona a Chile a través del inicio de una demanda ante tribunales internacionales.
Fue la primera de sus eventuales respuestas a las recurrentes réplicas chilenas en relación a declaraciones de autoridades bolivianas que se publican en los medios desde el 23 de marzo, cuando el presidente Evo Morales anunció el giro de la estrategia boliviana en la demanda marítima.
“El acudir a organismos internacionales en aplicación de lo que señala la legislación del derecho internacional, de ninguna manera significa un chantaje. Al contrario, nos marca el rumbo y el camino que pueden seguir los Estados para hacer conocer sus reclamos, y eso es lo que hace Bolivia, y no significa presión sobre otro Estado”, afirmó el funcionario tras entregar su despacho a su sucesora en el ministerio de Defensa, María Chacón Rendón.