La industria de la construcción en México es uno de los motores más importantes para la economía nacional. Aunque los números son inciertos en toda América Latina, se estima que el mercado está conformado por 10 millones de empresas. Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo INEGI 2024, en México, más de 8 millones de mexicanos trabajan en algún espacio vinculado con la construcción.

La demanda de materiales y servicios en la construcción sigue en ascenso, impulsada tanto por el sector público como privado. Para ambos, la construcción representa un medio para concretar aspiraciones y generar beneficios colectivos. Desde grandes proyectos de infraestructura nacional hasta renovaciones en hogares, el sector encarna para los mexicanos no solo crecimiento económico, sino también la manifestación tangible de los esfuerzos sociales. La construcción en México no se limita a edificar estructuras; simboliza la creación de certezas y un legado para las futuras generaciones.

Sin duda, el panorama es prometedor, pero ¿en qué dirección avanzamos?, ¿se ve en el horizonte alguna innovación? Técnicos, profesionistas, empresas consolidadas, así como las emergentes en el mercado mexicano continúan preguntándose cómo optimizar las compras de materiales y la contratación de servicios para desapegarse del comercio de legado, basado en recomendaciones de personas conocidas, y así, dar el salto hacia un real acceso de información en la industria.

Hasta hoy, el sector de la construcción en México se mantiene como un sistema fragmentado, donde grandes compañías dedicadas a la construcción tienen resuelto su sistema de trabajo y suministro, sin embargo, empresas pequeñas y emergentes, así como los expertos técnicos y profesionistas que gestionan sus propios proyectos quedan a menudo confrontados para buscar soluciones.

Comprender este paradigma requiere reconocer el fuerte componente social que sostiene la dinámica del sector. Según el análisis realizado por Bitácora Social sobre los profesionales del ámbito de la construcción, no se ha consolidado una plataforma unificada en la cadena de suministro, ni en contextos técnicos ni en entornos especializados. En su lugar, los expertos del sector adoptan soluciones tradicionales: seleccionan 'marcas' que conocen, recurren a tiendas locales que les quedan cerca a su cotidiano o sus proyectos, y dependen de servicios periféricos para la adquisición de materiales y herramientas. Esta falta de unificación refleja cómo el peso de las relaciones sociales y la exploración individual continúan influyendo en los procesos de suministro y compra dentro del sector.

El desafío de un mercado competitivo

En la actualidad, más de la mitad de la población mexicana realiza compras en línea con regularidad y de todo tipo de productos, utilizando, principalmente, plataformas tipo ecommerce, no obstante, estos entornos no son para la construcción sino para compras de la vida cotidiana. Toman ventaja en el imaginario social, entornos digitales como Amazon, Mercado Libre, así como sitios digitales de tiendas departamentales y supermercados.

A su vez, la clase media mexicana hoy se coloca como una de las principales consumidoras de entretenimiento por streaming, de aplicaciones de servicios financieros y numerosas páginas comerciales. No obstante, estos comportamientos no se reflejan plenamente en el sector de la construcción, donde la transformación digital sigue siendo una idea lejana o percibida como una simple extensión comercial de algunas marcas que disponen de un sitio web o una app.

Pero, ¿Qué ocurre con los proveedores más pequeños? La digitalización no es una respuesta automática para todos, especialmente cuando se enfrentan a desafíos logísticos que dificultan atender a clientes con necesidades diversas. Factores como el nivel socioeconómico, la gestión tradicional de los negocios, las brechas digitales y las limitaciones en infraestructura empresarial constituyen barreras significativas. En este contexto, Construex surge como una solución integral para cerrar esas brechas, al ofrecer una plataforma que concentra y orienta a las empresas del sector. Actualmente, la marca ha digitalizado a más de 500.000 proveedores, promoviendo una mayor integración y eficiencia dentro del mercado de la construcción.

En el sector de la construcción, las compras y ventas han incursionado de manera limitada en el mundo digital. Llama la atención cómo el contacto por correo electrónico se encuentra con los mayores números de venta, mostrando un proceso aún rudimentario para esta industria.

La construcción es un mercado competitivo que requiere, de manera constante, de nuevos enfoques dirigidos a atender hábitos de consumo específicos y cambios en el mundo contemporáneo. ¿Es posible ir más allá de la compra de materiales en puntos de venta físicos? ¿Qué buscan o necesitan realmente los compradores especialistas del sector al tomar una decisión? ¿Cómo se puede facilitar la ejecución de proyectos? ¿Qué características debería tener una plataforma digital enfocada en el suministro de materiales y la gestión de proyectos de construcción? Y, lo más importante, ¿los mexicanos confiarían en ella?

La incursión del sector en el mundo digital sigue siendo limitada, con un desempeño comparable al de un equilibrista en medio de una tormenta. En contextos privados y pequeñas remodelaciones, los mexicanos aún optan por la autogestión o, en algunos casos, la contratación de especialistas recomendados. La compra de materiales generalmente se realiza en puntos de venta físicos, a menudo acompañados por alguien que 'sabe' del tema. O en su caso, se va a sitios vinculados con la categoría, pero no necesariamente los que dan solución a toda una industria. Si se realiza en línea, los usuarios suelen recurrir a sitios web de las marcas únicamente para consultar catálogos, pero, aun así, de manera muy reservada.

En un estudio sobre la sociocultura mexicana de la construcción en 2023, Bitácora Social identificó que “La cultura de la construcción no sólo es un sector técnico, tecnológico y operativo, también es un entorno de símbolos que definen confianza”. Esto sugiere que la construcción es un entorno basado en relaciones interpersonales y en la necesidad de establecer un trato cercano entre empresas, vendedores y clientes. Además de soluciones, se establecen relaciones de fiabilidad que comunican soporte. El mexicano elige trabajar con quien le da respuestas.

Un ingeniero de 30 años en el Estado de México compartió:

“Justo como te decía, en la casa de materiales Albiter donde compramos material allá en Guadalajara, el señor y su hijo nos trataron súper bien, primero el interés por mostrarnos las opciones que manejaban, dan el tiempo para que tu preguntes, hagas cuentas y puede haber flexibilidad, nosotros necesitábamos Armex, pero nos llegaba el recurso por la tarde, accedieron a darles una parte del pago y la restante horas después, eso nos resuelve muchas cosas y que estén pendientes si ocupamos algo. Lo que a lo mejor falla en comparación con lugares más grandes y reconocidos es la variedad, no tienen muchas opciones, pero se compensa con los precios bajos, otra es que tienen menor capacidad de transporte, es más lento, pero tienen disposición y comprenden al cliente. Te facilitan la chamba.”

La investigación etnográfica ha revelado lo prioritario que resulta para los profesionistas evidenciar sus conocimientos especializados durante el desarrollo de proyectos, por un lado, y su red de contactos en el mercado de la construcción, por el otro. El carácter heterogéneo del sector se muestra en palabras de un ingeniero de 33 años originario del estado de Morelos:

“En general, son tiendas independientes, casas de materiales y tlapalerías. No te puedo dar un nombre exacto porque estas varían, según el sitio donde sea la obra. Si es una obra cercana a la oficina solicitamos a Materiales Cuevas, a la Tlapaleria Materiales Fenix o a Industria Alberquera todas ubicadas en el centro de Oaxtepec, y en Yautepec. Las peores no recuerdo el nombre, han sido tiendas que tardan demasiado en entregar el material, lo que hacemos es no volver a encargarles nada. ¿Para qué hacerlo? Las tiendas las vas ocupando también dependiendo de dónde es la chamba, hay unas que no te llevan a ciertos rumbos o es más fácil llevarlo de otro lado. La ubicación es muy importante, no sólo es tener al de confianza, tienes al que da precio, tienes al de cosas especializadas, al carero pero cumplidor. Uno los ocupa cuando se requieren.”

Con esta mirada, ¿está la sociedad mexicana preparada para replantear la construcción en entornos comerciales digitales? ¿Qué tipo de experiencia de usuario necesita? ¿Qué significaría comprar en una plataforma que dé solución a sus necesidades y preocupaciones?

La digitalización como oportunidad

Otras industrias se han digitalizado a una velocidad sin precedentes y con resultados más que favorables. Bajo esta premisa, y convencidos de que la digitalización no es un desafío, sino una oportunidad de mejora, encontramos que, en América Latina, Construex, una startup que conecta a un millón de proveedores en la industria de la construcción, asume los riesgos necesarios para superar la compra presencial y la desarticulación en las respuestas.

Roberto Arroyo, CEO y Founder de Construex, afirma que más que ofrecer un entorno digital funcional, el verdadero valor de Construex reside en su capacidad para crear un nuevo espacio comercial en la construcción: una plataforma que mediante el soporte, entrega confianza para sus usuarios, teje redes entre proveedores y contribuye a la integración del sector en México y Latinoamérica, donde el 99.6% de las empresas de construcción son PYMES, de las cuales el 96% no están digitalizadas, y aquellas que sí lo están, no logran generar tracción ni negocios significativos.

¿Cómo lograrlo? A través de la transformación de la industria que Construex lidera y que está enmarcada en los siguientes objetivos:

• Digitalización: Integrar de manera coherente las necesidades del sector de la construcción con la sociedad mexicana altamente digitalizada y en un contexto donde la inversión inmobiliaria es clave.
• Comunicación: Garantizar el acceso a la información y ofrecer, en un solo sitio web, productos y soluciones, simplificando procesos de búsqueda y la toma de decisiones.
• Optimización de procesos: Facilitar la gestión de proyectos de construcción, centralizar y agilizar procesos, además de proporcionar asesorías a los usuarios y oportunidades de pago.
• Construir confianza: Atender las diversas expectativas de los usuarios. Construex comprende que una vivienda es, al mismo tiempo, el hogar de una familia; que la contratación de servicios profesionales está atravesada por el involucramiento económico y emocional de muchas personas; y que la población mexicana requiere de garantías que le ayuden a definir mejor sus proyectos de construcción.

Hoy la construcción es un pilar fundamental del desarrollo económico, no sólo en México sino en América Latina. Representa hasta el 14% del PIB y tiene un impacto de 1.5 trillones de dólares en el mundo. ¿Cómo se explica que se mueva como un gigante perezoso: poderoso, pero lento? La respuesta es sencilla y responde a un problema social: la falta de información y conocimiento de nuevas soluciones.