ESSCA School of Management, escuela de negocios francesa, realizará la Serie Global de Conferencias, con el objetivo de explorar los diferentes riesgos y oportunidades de la Inteligencia Artificial (IA). A finales de noviembre estas charlas se llevarán a cabo en Bogotá y Sao Paulo. Camila Villard Duran nos brinda mayores detalles.
¿En qué consiste la Serie Global de Conferencias de ESSCA y cuál es el objetivo?
Son conferencias donde participan expertos del sector público y privado. El objetivo es conocer qué está sucediendo en términos de tecnología y cómo se puede aprovechar positivamente, tratando de prevenir los malos usos.
¿Por qué elegir Latinoamérica?
Cuando hablamos de innovaciones tecnológicas, el intercambio con América Latina es muy importante. Economías como Colombia y Brasil están incorporando muchas innovaciones a su sistema financiero. Por eso el diálogo entre Europa y América Latina y es clave.
¿Cuál es la propuesta de ESSCA en cuanto al uso responsable de la Inteligencia Artificial?
Para nuestra escuela es muy importante formar futuros líderes responsables. Se puede observar que este tipo de tecnologías reproducen los prejuicios sociales en relación con la raza, edad, género, entre otros. Y aquí no solo entra en juego la regulación, sino también la educación: debemos formar líderes responsables y sensibles en relación con el contexto social. El liderazgo es muy importante para generar cambios. La sostenibilidad es transversal a nuestro plan de estudios.
¿Qué desafíos específicos enfrenta el desarrollo de la IA en el contexto latinoamericano?
En América Latina las diferencias entre las clases sociales son enormes. Una cuestión clave es cómo utilizar la tecnología para ampliar la inclusión financiera. Los políticos están trabajando en ello. El reto es elaborar buenas reglas. A nivel internacional existen ciertas directrices y diferentes países de América Latina están pendientes de ello.
¿Qué aspectos de la regulación para la IA que está proponiendo la Unión Europea podrían aplicarse a Latinoamérica?
En la Unión Europea la lógica no es la de la legalidad, sino la del cumplimiento. Las empresas del sector privado deben integrar dentro de su cultura interna este tipo de evaluación de riesgos, relacionado con la protección de datos, los derechos humanos y también, por supuesto, el impacto de la IA y otras tecnologías. El reto es cómo podemos tomar lo mejor del enfoque internacional para que se adapte al contexto local. Es muy difícil para un Estado imponer comportamientos específicos a empresas. Es mucho más duro en los países en desarrollo.
¿Cuáles son los retos que plantea la Inteligencia Artificial al sistema financiero internacional?
Las nuevas tecnologías no respetan las fronteras, por lo que necesitamos añadir más cooperación entre los países. Creo que este foro internacional puede ayudar a ello. Veo muy poco el trabajo del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial habla más de ello. Pero, de nuevo, falta cooperación.
La desigualdad es clave en los países de América Latina y particularmente en Brasil. El tema del género es muy importante dentro de los mercados financieros porque los algoritmos, para evaluar los riesgos crediticios, están reproduciendo (y a veces exacerbando) esa discriminación. Las mujeres tienen mucho menos acceso al crédito financiero. Lo mismo ocurre con la raza: las personas de color no tienen el mismo acceso a las instituciones financieras.
El desafío es asimétrico. La tecnología no afecta a todos de la misma manera. Queremos que ESSCA forme parte de dicho debate, escuchar, aprender y poder ayudar.