Los brasileños Hospital Israelita Albert Einstein y el Hospital Sirio-Libanés lideran la nueva edición de este listado que incluye nuevas dimensiones de evaluación: Tecnología, Telemedicina y Sostenibilidad. ¿El diagnóstico? Pues una vez superada la crisis de la pandemia, los resultados de los hospitales latinoamericanos son bastantes saludables.
“El Hospital Israelita Albert Einstein confirma, con pesar, el día de hoy a las 15 horas con 27 minutos el fallecimiento de Edson Arantes do Nascimiento, o Pelé, debido a la falla de múltiples órganos, resultado de la progresión del cáncer de colon y su condición clínica previa. El hospital se solidariza con la familia y con todos los que sufren la pérdida de nuestro querido Rey del Fútbol”, dice el comunicado con el que el 29 de diciembre de 2022, el Hospital Albert Einstein, anunció la muerte del famoso deportista.
No es menor que a ese hospital confiara su salud una persona de fama mundial y fortuna personal como O Rei. En no pocos casos, personalidades de la política y del mundo empresarial viajan a otros países a tratarse enfermedades de cuidado, como el cáncer.
Y por esto cobra relevancia contar con un ranking o benchmark de calidad de estas instituciones, que dan uno de los servicios de mayor complejidad, conjugando aspectos técnicos muy específicos, generación de conocimiento y manejo de nuevas técnicas y tecnologías.
Por ello, AméricaEconomía publica el ‘Ranking de Clínicas y Hospitales de América Latina’, a cargo de la consultora IntelLat.
En esta edición, el ranking agrega nuevas dimensiones a la evaluación y profundiza las preguntas de Seguridad y resultados clínicos. Lidera la tabla el Hospital Israelita Albert Einstein. Pero este año se incorpora al ranking, y nada menos que en el segundo lugar, otro prestigioso hospital de Sao Paulo, con el que el primero ha tenido una tradicional competencia: el Hospital Sirio-Libanés.
La temperatura de la industria
La información recabada de los 46 hospitales latinoamericanos para la elaboración de este listado da señales interesantes.
A pesar de la crisis de la pandemia, los datos son bastante saludables. En el año 2021, los hospitales del ranking mostraron una utilidad sobre ventas de 8.9%, que cayó algo, a 6.3%, en 2022, todavía en márgenes aceptables.
Solo ocho de los 46 hospitales mostraron resultados en rojo, el mismo número que en 2021, no mal para tiempos de crisis. Las ventas totales acumuladas se mantuvieron, creciendo apenas 0.22% en 2022.
Hay cuentas alegres también en aspectos médicos, específicamente en las métricas de Seguridad del Paciente. La baja más importante se da en la tasa de mortalidad promedio por neumonía, que cae un 24.1%. Se explica, claro, por la disminución de la pandemia, pero también por los avances en tratarla desarrollados por estos hospitales.
Otra cifra positiva de este conjunto de hospitales es la caída en la tasa de infecciones intrahospitalarias, un muy temido enemigo.
Cae en promedio de 2021 a 2022 en un 12.9%. Mientras, la tasa de eventos adversos, aquellos que terminan en daños serios o incluso mortales para los pacientes, cae en un 5.7%.
Salud sustentable
Una tercera dimensión agregada este año es la de Sostenibilidad, en que medimos la calidad de la gobernanza de los hospitales, de su cuidado ambiental y de su responsabilidad social. Respecto a esto último, muchos de los hospitales del ranking son fundaciones sin fines de lucro o filantrópicos, como los que ocupan los dos primeros lugares; otros son universitarios públicos o privados; otros son directamente hospitales públicos que cumplen directamente una función social. Y prácticamente todos los hospitales privados colaboran de una forma u otra con metas en salud nacionales. Por ejemplo, este año participan del ranking tres hospitales públicos brasileños que son apoyados en su gestión integral por el Hospital Israelita Albert Einstein.
Es revelador que ya muchos hospitales miden su huella de carbono (uno de ellos, Clínica Bíblica, es ya carbono neutral); 21 de estos elaboran un reporte de Triple Impacto, agregando a las variables financieras las sociales y ambientales; y la mitad tiene un programa de reducción de emisiones de CO2.
Es una tendencia muy positiva que ya se instaló, y que iremos midiendo con atención en las próximas ediciones de este ranking, que busca aportar a la gestión de la calidad basada en datos, creando una comunidad de instituciones que fijen un norte para el desarrollo en esta área clave de las economías latinoamericanas.
*Felipe Abarca es Director de Investigación y Ricardo Zisis es Director Ejecutivo de la Consultora IntelLat.