El Índice de los Precios Internacionales de los Alimentos medidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), de mayo del 2011, registraba un valor 37% más alto que hace doce meses.
Los impactos de los precios internacionales en los países no son automáticos y dependen de factores como la capacidad de los países de producir localmente alimentos para satisfacer la demanda interna y la red de protección social que pueda tener.
En general, los países de América Central se ven enfrentados a una compleja situación, ya que son importadores netos de alimentos. Desde 1990, la cantidad de alimentos comprados desde el exterior y la factura de importación de los alimentos va creciendo significativamente en el istmo.
Ese aumento se traduce de manera muy sencilla: en una mayor inflación alimentaria que afecta principalmente a las familias más pobres, quienes pueden llegar a gastar hasta el 70% de sus ingresos en la compra de alimentos.
No hay una única respuesta para enfrentar esta situación, que según la FAO deberá perdurar hasta por lo menos 2012. A nivel nacional, los países centroamericanos están buscando, considerando las restricciones presupuestarias que muchos enfrentan, para implementar medidas que estimulen la producción local, generar empleo de calidad y fortalecer sus redes de protección social.
Estas medidas pueden y deben ser reforzadas con un esfuerzo articulado a nivel centroamericano. La misma integración de políticas que los gobiernos están esforzándose para crear en sus países, es útil para el istmo. Y por el tamaño y características de los mercados nacionales, dicha articulación puede resultar en importantes beneficios para todos los involucrados.
Para citar un ejemplo, existe una clara complementariedad en lo que dice respecto al abastecimiento intrarregional de alimentos: Nicaragua exporta por sobre del 75% de la carne de vacuno y quesos consumidos en Centroamérica; Costa Rica casi el 70% de leches y derivados (excepto quesos), y Guatemala casi el 60% de las hortalizas y verduras consumidas por los países del istmo.
Dicho de otra manera, lo que hace o deja de hacer un país centroamericano tiene un potencial impacto en los demás. Por esta razón, el istmo se beneficiaría de medidas regionales de políticas articuladas para complementar las acciones que ya implementan dentro de sus territorios.
Intercambiar experiencias e identificar espacios de colaboración a nivel centroamericano son los objetivos de un diálogo intersectorial organizado por Cepal, FAO , IICA y RUTA, el cual termina este jueves en San Salvador con la participación del vicepresidente de Guatemala, seis ministros, seis viceministros y parlamentares de El Salvador y los demás países centroamericanos.
De este diálogo, se espera que los países puedan identificar maneras concretas de enfrentar juntos el desafío impuesto por el alza y la volatilidad de los precios de los alimentos.