Las materias primas continúan recuperándose y el índice de Bloomberg alcanzó el máximo de siete años. Durante este proceso, el indicador, que refleja el rendimiento de las 22 materias primas más importantes distribuidas de forma pareja en los tres sectores de energía, metales y agricultura, regresó a un mercado alcista técnico. Esto se dio después de recuperarse más de un 20 % del mínimo de 17 años alcanzado en enero de este año.
Mientras que los mercados de petróleo se estabilizaron alrededor de los 50 dólares por barril y los metales preciosos intentaron recuperarse después del impulso recibido por el débil informe sobre el empleo estadounidense., el sector de agrícola continuó acelerándose al alza. Desde el mínimo de marzo, se ha recuperado en más de un 22% por el fuerte rendimiento del azúcar y, especialmente, por la soja.
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La harina de soja continúa siendo la estrella, con un salto de más del 60 % durante este tiempo, ya que las inundaciones en la Argentina y ahora las preocupaciones por la sequía en EE.UU. continúan generando preocupaciones sobre la oferta.
En tanto, el gas natural se destaca con su recuperación porcentual en doble dígito. Los pronósticos de temperaturas más altas de lo normal en el medio oeste estadounidense y la costa del Golfo durante las próximas semanas no solo soportaron a los granos, sino que también al gas natural. Cuando suben las temperaturas aumenta la demanda de refrigeración y, por ende, la demanda de gas natural. Este aumento de la demanda llega en un momento crítico, en el que las preocupaciones por que los centros de almacenamiento lleguen al máximo en octubre mantuvieron los precios bajo presión.
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La caída en el mineral de hierro continúa y una ruptura por debajo de los 50 dólares la tonelada fue conducida por las preocupaciones de que el aumento de la oferta de los productores de bajo coste, especialmente en Australia, no encontrarán suficiente demanda como para ser absorbidos. Después de alcanzar el pico por arriba de los 70 dólares durante la burbuja especulativa conducida por China en abril, es un riego de que todas las ganancias del año, por encima de los 43,5 dólares puedan borrarse.
Vuelve la calma en la OPEP, al menos por ahora. La reunión número 196 de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) vino y se fue sin los desacuerdos usuales a los que hemos estado acostumbrado. Las conversaciones anteriores a la reunión sobre la introducción de un nuevo techo de producción no lograron materializarse. Pero, con el mercado ya en camino hacia el equilibrio, no había necesidad de nuevas iniciativas en esta reunión.
Por el contrario, el nuevo Ministro de Energía saudita, Khalid al-Falih se ha embarcado en un ejercicio muy exitoso de relaciones públicas. Esto ayudó a ganase varios productores bajo presión que buscaban nuevas iniciativas para impulsar el precio aún más. Con el proceso de reequilibrio ya en marcha, gracias a las interrupciones en la oferta mayormente involuntarias y la ralentización de la producción de los productores de alto coste que no pertenecen a la OPEP, no fue momento de crear dificultades.
Los sauditas pueden afirmar legítimamente que la estrategia de "pump and dump" ha sido exitosa, ya que se restauraron las participaciones en el mercado. Reducciones de capital por miles de millones de dólares de los petroleros principales en todo el mundo ayudarán brindar al precio del petróleo y a retornar a un nivel más alto y sostenible en el más largo plazo durante los próximos años. Esto sería para atraer nuevas inversiones que, de otra forma, desencadenarían una posible escasez a medida que nos movemos hacia el final de la década.
No obstante, antes de llegar tan lejos, el exceso de más de mil millones de barriles de oferta mundial y la prevista reanudación del suministro por parte de Canadá y Nigeria le dificultarán al petróleo repuntar aún más en el corto plazo. El aumento de la actividad de cobertura de los productores (de esquistos) de alto costo en los EE.UU. señala que una recuperación del precio muy por arriba de los 50 dólares podría ser contraproducente para los esfuerzos de equilibrar el mercado. Esto es así porque aumentarían las posibilidades de que se detengan, o incluso reviertan, las caídas en la producción en los EE.UU.
Irán tiene un objetivo a largo plazo de producir 4,6 millones de barriles al día comparados con los 3.5 millones de barriles al día del mes de abril y los 2,8 millones durante los años de sanciones. Dicha declaración, en reuniones anteriores, podría haber desencadenado amenazas de aumentos similares por parte de Arabia Saudita, pero no esta vez. Al-Khalid prometió no conmocionar a los mercados de petróleo. Esto probablemente sabiendo que la nueva unidad encontrada podría quebrarse tan rápido como surgió si el precio del petróleo se revierte a niveles más bajos.
La OPEP produjo aproximadamente 33,2 millones de barriles al día durante el mes de abril, unos 1,7 millones más que el año pasado. Por lo tanto, la dirección hacia el equilibrio del mercado depende del crecimiento de la demanda y la menor oferta por parte de los productores que no pertenecen a la OPEP, inclusive Estados Unidos.
Mientras que los mercados de petróleo han estado operando de forma relativamente calma durante las últimas semanas, continuamos viendo cómo crece la demanda para protección a la baja en el mercado de opciones. La diferencia entre lo que los traders están pagando las opciones de venta en relación a las opciones de compra está aumentando, dejando a la curva de la volatilidad inclinada hacia las opciones de venta.
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El crudo WTI sube dentro de una cuña ascendente con una ruptura a la baja que señala una renovada debilidad hacia los 47 dólares, seguidos de 45 dólares. La resistencia se centra alrededor del máximo de octubre en 50,90 dólares.
En el corto plazo, vemos tanto al crudo WTI como al Brent mantener el rango de trading establecido entre los 45 y 50 dólares. Esto deja al riesgo en el corto plazo inclinado a la baja, con la estabilización de la producción en EE.UU. y el retorno del petróleo del mencionado riesgo de interrupciones en la oferta desencadenando reducciones en las apuestas especulativas de los fondos de cobertura y otros traders especulativos.
Un sorprendente informe del empleo impulsa al oro. La velocidad mensual de empleos creados en los EE.UU. en mayo bajó a tan solo 38.000, frente a los pronósticos de un aumento de 160.000. Esta significó la cifra mensual más baja desde agosto de 2011 y, además de dejar la subida de tasas de junio y posiblemente julio sobre hielo, también ayudó a enviar a las posiciones largas en dólares a buscar cobertura.
Un dólar más fuerte y los miedos de una subida de tasas de EE.UU. fueron las principales razones detrás de la debilidad que azotó a los metales preciosos el mes pasado. Con este número, algunos traders ahora piensan que el Comité Federal de Mercado Abierto pospondrá la subida de tasas para fines de 2016.
El oro mostró debilidad durante el mes de mayo, con el metal amarillo dando tan solo un tercio de la recuperación vista entre los mínimos del pasado mes de diciembre al 3 de mayo. La corrección de máximo a mínimo de alrededor del 8% fue conducida principalmente por el reajuste en los pronósticos sobre cuándo y cuánto tendrían que subir las tasas de interés en los EE.UU.
El informe sobre el empleo del viernes justificó a los inversores a más largo plazo que continuaron acumulando oro mientras el precio se debilitaba. Mientras que los hedge funds redujeron su exposición durante el mes de mayo, a otro grupo de inversión no le alcanzaba: los inversores utilizando fondos negociados en bolsa (ETFs) compraron de forma continua durante el mes de mayo. Y mientras el precio del oro retrocedía, las posesiones totales aumentaron en 88 tonales o 5% al máximo de 2 años y medio, de acuerdo con Bloomberg.
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La tendencia de comprar durante los momentos de debilidad hasta ahora se repitió en los primeros días de trading de junio. Esto indica que los inversores a largo plazo, que son menos sensibles al precio, continúan buscando otros conductores además de la tasa de los EE.UU. y los acontecimientos en las divisas.
El mayor conductor detrás de la recuperación de los metales preciosos a comienzos de este año fue la continua reducción de la cantidad de bonos soberanos que ofrecen rendimientos positivos. Los programas de flexibilización cuantitativa del Banco Central Europeo y el Banco de Japón, por citar a los dos más importantes, vieron bonos por billones de dólares alcanzar rendimientos negativos.
Según Fitch, la agencia de calificación, la deuda soberana con rendimientos negativos subió por primera vez por encima de los 10 billones de dólares. Según un artículo del Financial Times, el monto de deuda soberana que opera con rendimientos menores a cero subió un 5% durante mayo. La búsqueda de bonos de alta calidad que ofrezcan retornos se ha tornado cada vez más complicada, lo que deja a los gestores de dinero de todo el mundo revolviendo para encontrar otras alternativas seguras.
Consideramos que esto es, y continuará siendo, la razón principal por la que la demanda de oro es, y continuará siendo fuerte.
Desde el punto de vista técnico, hasta ahora el oro encontró soporte en los 1.205 dólares por onza, el primer nivel de soporte crítico antes de los 1.175 y 1.145 dólares. Mientras tanto, una ruptura por encima de los 1.240 dólares por onza sería la primera señal o confirmación de que se ha establecido un mínimo. Estos niveles se basan en Fibonacci, que ha sido una buena guía en las últimas semanas y meses.
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Mientras escribía este informe, el oro estaba probando el nivel mencionado de 1.240 dólares, por arriba del cual esperemos ver un renovado interés de compra de los traders tácticos en el corto plazo, como los hedge funds.
*Esta columna fue publicada originalmente en Sala de Inversión.