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Las disputas por el control del petróleo del Ártico
Dom, 22/02/2015 - 15:32

José E. Mosquera

La interconexión eléctrica Colombia-Centroamérica
José E. Mosquera

José E. Mosquera es periodista y escritor colombiano. Es columnista de los diarios El Tiempo, El Espectador, Portafolio, El Colombiano, El Mundo, La República, La Patria, El Liberal, El Universal y La Tarde (Colombia), La Nación (Costa Rica), La Prensa, La Estrella de Panamá y El Panamá América (Panamá), El Heraldo (Honduras), Tal Cual (Venezuela) y El Nuevo Diario (República Dominicana), entre otras publicaciones nacionales y extranjera.

El cambio climático no sólo está produciendo un acelerado deshielo del Polo Ártico, sino el surgimiento de nuevas tensiones limítrofes y económicas entre Estados Unidos, Canadá, Dinamarca, Noruega y Rusia por el control de los yacimientos de petróleo, gas, oro, hierro, cobre, fosfato, aluminio y azufre, al igual que por el control de las dos rutas que reducen los tiempos de travesías marítimas entre Estados Unidos, Europa, China y Japón.

La ruta del Noreste, se la pelean Rusia y Noruega, igual que dominios en el mar de Barents. La noroeste,se la disputan Estados Unidos, Canadá y la UE. La importancia de estas rutas, obedece que en la medida que se acelera el deshielo y avancen las exploraciones petroleras en la región, serán trascendentales para el comercio mundial, en virtud de que se reduce en 23% de la distancia entre Nueva York y Tokio.

Con estas rutas no sólo estarán en juego las disminuciones de las distancias, sino los costos de los fletes, ya que resultarán más barato que utilizar los tradicionales itinerarios de los canales de Panamá y el Suez. Rutas que se convertirán en la nueva entrada de China a Europa debido a que en época de verano el trayecto entre Shangai-Hamburgo se reduciría en 8.600 kilómetros. De manera que dentro de ese contexto, el deshielo del Ártico ofrece enormes perspectivas para el intercambio de bienes y servicios entre Europa y Estados Unidos con China y Japón.

Hace poco, la NASA reveló que la capa de hielo del Ártico se ha reducido en 12%en la última década como consecuencia del calentamiento global y calculó que tiene 70.000 kilómetros cuadrados menos que hace cinco años. Enconsecuencia, el Ártico ha dejado de ser una región aislada y “remota” para convertirse en una de las zonas más codiciadas y generadora de nuevas disputas económicas y geopolíticas en el mundo.

Más allá de los líos fronterizos que mantienen las cinco naciones que comparten fronteras en la zona, países como Francia, Inglaterra, China y Brasil, también tienen puestas sus miras las riquezas de la región y tratan de buscar mecanismos para tener acceso a ellas y al control de las rutas marítimas. Por eso Estados Unidos, Canadá, Dinamarca, Noruega y Rusia han comenzado a desarrollar reequipamientos militares, ampliaciones y construcciones de nuevas bases militares, al igual que despliegues de fuerzas especiales hacia la zona con el fin de defender sus dominios e intereses. 

Rusia creó una unidad militar especialmente para defender sus intereses económicos y geoestratégicos, lo mismo están haciendo Estados Unidos Canadá, Dinamarca y Noruega. Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, observan con recelo los planes estratégicos de las exploraciones petroleras y de gas, así como los despliegues militares de los rusos. Por eso la OTAN desarrolló la operación militar Respuesta Fría, en donde participaron más de 16 mil soldados de 14 países, bajo el sofisma de ensayos militares para la defensa del Ártico.

Pese a que hace más de dos años Rusia y Noruega firmaron un acuerdo de delimitación de espacios marítimos, que puso fin a la moratoria que había entre los dos países sobre la explotación de los yacimientos de hidrocarburos en la plataforma continental. Dicho acuerdo no significó el fin de las querellas en la región, dado a que siguen las disputas: Estados Unidos y Canadá siguen sus disputas en el mar de Beaufort, Canadá y Dinamarca se pelean un islote en la costa de Groenlandia; Rusia y Estados Unidos continúan teniendo contrariedades en la franja que separa a Alaska de Siberia.

Los litigios de límites en el Ártico no son nuevos, muchos de ellos datan desde hace varios siglos, lo que pasa es que ahora han adquirido otras dimensiones económicas y geopolíticas al descubrirse que posee entre el 25% y 30% de las reservas mundiales de petróleo y gas. Líos que dejan al desnudo las batallas de las potencias y de las economías emergentes por el control de sus riquezas, en donde más prelaciones tienen los intereses geopolíticos y económicos,que el cumplimiento de los tratados multilaterales que procuran frenar el calentamiento global y el deshielo del Ártico.