A la hora de analizar los riesgos de una inversión, invertir en compañías fuertemente endeudadas puede tener consecuencias peligrosas e impredecibles. Sin embargo, no toda deuda es necesariamente perjudicial para el accionista, y muchas empresas incluso incrementan el retorno de sus acciones al realizar un uso inteligente del endeudamiento.
En el mundo financiero, suele decirse que el cash es la sangre vital del negocio. Como tal, resulta fundamental comprender cuáles son las fuentes y los usos del efectivo para determinar si el endeudamiento es una política inteligente o no en un determinado contexto.
Un caso especialmente preocupante es el de las compañías que recurren al endeudamiento para financiar las pérdidas operativas del negocio. Cuando los costos son superiores a las ventas, la diferencia debe provenir de fondos frescos, y el endeudamiento muchas veces funciona como la principal fuente de recursos en este sentido.
No se necesita un doctorado en finanzas para comprender que la situación es insostenible a largo plazo. Si la empresa no logra revertir las pérdidas operativas, esto más tarde o más temprano implicará una alta probabilidad de enfrentar problemas de liquidez o un quebranto financiero. Evidentemente, este tipo de negocios son enormemente riesgosos para el accionista.
En ocasiones, el negocio genera ganancias desde el punto de vista operativo, aunque la firma se endeuda para financiar sus proyectos de crecimiento. En estas situaciones, resulta fundamental analizar la viabilidad y potencial de rentabilidad de estos proyectos.
En industrias cíclicas como petróleo, gas natural y desarrollo inmobiliario, los proyectos de inversión son a largo plazo, y la rentabilidad de los mismos es difícil de predecir. Muchas compañías de petróleo y gas invirtieron grandes sumas de dinero en tierras para el desarrollo de recursos hidrocarburíferos en tiempos de precios altos durante el ciclo alcista de los commodities.
En los años siguientes, con precios más moderados para los recursos energéticos, muchos de esos proyectos de inversión resultaron tener una rentabilidad insuficiente, lo cual generó considerables dificultades financieras para las empresas del sector.
En el mismo sentido, durante la etapa de la burbuja del real estate en los Estados Unidos, muchos desarrolladores inmobiliarios pagaron precios excesivamente elevados por los terrenos, financiando esas inversiones con endeudamiento. Lamentablemente para los inversionistas en el sector, esto significó masivas pérdidas para los accionistas en los años posteriores a la explosión de la burbuja.
La industria del acero es otro ejemplo interesante sobre los riesgos del endeudamiento en negocios cíclicos. En tiempos de precios altos para el producto, muchas compañías recurren al endeudamiento para financiar la adquisición de planta y equipamiento que permita incrementar la producción. Sin embargo, un aumento de la oferta generalizada suele reducir el precio del acero, y con ello la rentabilidad del negocio. Así las cosas, las compañías que se endeudan excesivamente durante la etapa de auge suelen enfrentar serios problemas cuando caen los precios del acero a nivel internacional.
El endeudamiento inteligente. Por otro lado, el hecho de que una empresa esté tomando deuda no necesariamente es una mala noticia para los inversionistas ni una señal de debilidad en la salud financiera del negocio. En algunos casos, el endeudamiento es una estrategia inteligente para consolidar la posición estratégica de la firma, encontrar nuevas fuentes de crecimiento y generar valor para los accionistas.
En negocios como servicios públicos, la demanda es bastante estable y predecible. Por lo tanto, muchas firmas en el sector utilizan deuda para expandir sus operaciones e incrementar su base de ingresos. Cuando las proyecciones de ingresos son acertadas y el costo de financiamiento es moderado, esto implica un negocio más grande y rentable gracias a la compra de activos vía el endeudamiento.
Algunas compañías de retail utilizan efectivamente esta estrategia. La clave del negocio es contar con precios competitivos, lo cual implica que los costos de inventario son una variable determinante. Estos negocios utilizan el endeudamiento para expandir rápidamente la cantidad de tiendas disponibles, lo cual les permite ganar escala e incrementar su poder de negociación con los proveedores.
Mientras mayor es la escala de la compañía, mayor es también su capacidad para ofrecer precios bajos, lo cual mejora la capacidad competitiva del negocio. Desde este punto de vista, tomar deuda para ganar escala puede incrementar los retornos del accionista.
Algunas empresas están recurriendo al endeudamiento para recomprar acciones. Si bien esto genera algunas críticas entre los analistas, no necesariamente se trata de una política inadecuada en todos los casos.
Actualmente, las tasas de interés se encuentran en niveles históricamente bajos, y además los pagos de intereses reducen la carga impositiva del negocio. Así las cosas, si el equipo directivo de una firma considera que las acciones se encuentran subvaluadas a precio de mercado, tiene sentido utilizar endeudamiento de bajo costo para recomprar acciones, maximizando así la rentabilidad del capital de la firma.
En definitiva, el endeudamiento no es ni bueno ni malo en sí mismo, y se trata de una fuente válida de recursos financieros para una compañía. Según el caso, el endeudamiento puede ser enormemente destructivo o una herramienta inteligente para incrementar el valor de las acciones a largo plazo.
*Esta columna fue publicada originalmente en Sala de Inversión.