Esa es una de las principales conclusiones del Reporte de Economía y Desarrollo (RED2013) que acaba de publicar la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina).
Caracas. Uno de cada tres latinoamericanos emprende su propio negocio como "autoempleado" o "microempresario" en respuesta a la falta de oportunidades laborales, pero registran baja productividad y pocas condiciones para tener éxito.
Esa es una de las principales conclusiones del Reporte de Economía y Desarrollo (RED2013) que acaba de publicar la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina), dijo a Efe el director de Investigaciones Socioeconómicas del organismo, Pablo Sanguinetti, jefe del equipo investigador que elaboró el reporte.
"En América Latina la estructura de las empresas es demasiado desequilibrada, hay demasiadas empresas pequeñas", indicó Sanguinetti, al destacar que más del 90% de las empresas de la región tiene menos de cuatro empleados (la mayor parte ninguno).
Las razones para este desequilibrio es que hay "gente que al no tener empleo está abriendo un negocio".
"Están allí no porque tenga las condiciones para generar un negocio dinámico, sino básicamente por falta de oportunidades laborales", explicó
El reporte, que lleva el título "Emprendimientos en América Latina: Desde la subsistencia hacia la transformación productiva", señala que los trabajadores por cuenta propia y microempresarios "representan, en promedio, el 28% de la población ocupada".
También señala que las empresas de hasta 5 empleados ocupan el 38% de la fuerza laboral.
El informe considera que personas con "bajas habilidades" están emprendiendo negocios individuales cuando su mejor opción podría ser el trabajo asalariado.
Según la investigación, las nuevas empresas "no solo les generan ingresos bajos e inestables" a los nuevos emprendedores "sino que les impiden acumular capacidades y aptitudes laborales, por lo que el potencial de transitar hacia un empleo en el sector formal se reduce con el tiempo".
El país que presenta un mayor número de casos de esto es Honduras, donde en 2009 el 42,8% de la población económicamente activa era autoempleada y apenas un 2,4% es empresario empleador; seguida de República Dominicana que en 2010 presentaba un 42 % de población laboral autoempleada y solo un 3,6% generaba puestos de trabajo.
Le sigue también Colombia, que en 2010 registró un 39,1% de autoempleados y contabilizó el 4,5% de la población como empleador.
El comportamiento es distinto en otros países de la región, como por ejemplo en el caso de Chile, con la menor tasa de autoempleo (18,1%) y un porcentaje de empresarios empleadores del 2,8%, mientras que Brasil en 2009 registró un 18,9% de autoempleados y un 4% de empleadores.
Sanguinetti señaló que el 25% de los autoempleados o microempresarios "sí tiene condiciones parecidas a los empresarios más dinámicos", pero apenas un 27% posee "condiciones parecidas a quienes tienen un empleo formal".
El aspecto "negativo" de esta mayor proporción de trabajadores en empresas unipersonales en América Latina "es un menor peso del empleo asalariado".
Comparativamente la proporción de trabajadores asalariados en la región es de 54,8%, una cifra considerablemente menor que, por ejemplo, el 80,4% correspondiente a Estados Unidos según el informe.
Los países donde el empleo asalariado tiene menor peso son Bolivia (37,2%), Perú (41,5%) y Colombia (41,7 %), mientras que aquellos donde su participación es mayor son Argentina (71,3), Costa Rica (70,6%) y Chile (68,5%), indica el RED2013.