
La cotización del Bitcoin cayó por debajo de los US$ 75.000 en medio de una nueva escalada de la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Durante la primera semana de abril, las criptomonedas se mantuvieron como una isla de estabilidad en medio de la agitación mundial por los aranceles globales impuestos por Estados Unidos. Sin embargo, este lunes por la mañana, la tendencia se revirtió: el Bitcoin, la criptomoneda más popular del mundo, cayó por debajo de US$ 75.000, aunque después experimentó un pequeño repunte.
De esta forma, la cotización del Bitcoin bajó a niveles muy lejanos del pico de US$ 106.000 que había alcanzado el 17 de diciembre, en medio de las expectativas por las primeras decisiones de Trump. Por su parte, Ether, la segunda moneda de mayor capitalización cayó en más del 13%, muy por debajo de US$ 1.502 la unidad. Ambas divisas concentran más del 70% de la capitalización mundial de criptomonedas, lo que agrava la situación para los inversores de este mercado.
“La imposición de aranceles genera un ambiente de incertidumbre que eleva la aversión al riesgo, menor liquidez por incertidumbre económica e invita a los inversores a alejarse de los activos de alto riesgo, como son las criptomonedas. Además, la política monetaria de la Reserva Federal y la volatilidad global de los mercados tradicionales viene a aumentar este sentimiento bajista”, explicó Matías Silva, Gerente General de Skipo, billetera digital enfocada en la compra y venta de criptomonedas, a AméricaEconomía.
A la caída de las bolsas mundiales y los precios de las materias primas se sumó el anuncio del gobierno chino de imponer aranceles “retaliatorios” del 34% para los bienes importados desde EE.UU. Esto explica porque ya el viernes 4, el Bitcoin había cerrado con una cotización menor a US$ 82.000.
Según Silva, a corto plazo, los aranceles amplifican las caídas de las criptomonedas mediante liquidaciones apalancadas. Y si bien, Trump apoyó abiertamente el uso de estos activos, la adopción del Bitcoin podría estancarse si la economía estadounidense se debilita. “Los inversores deben considerar el impacto macroeconómico junto a los fundamentales cripto”, advierte.
Sin embargo, no todo está perdido. Pese a que la tendencia a la baja de los mercados bursátiles ha “contagiado” a las criptomonedas, el potencial de estas últimas como cobertura ante la crisis económica sigue vivo. En palabras de Silva, Bitcoin mantiene fundamentos sólidos como la escasez y la adopción creciente. El vocero considera que la volatilidad de las cripto refleja un ajuste temporal, no un fallo estructural y las políticas pro-cripto de Trump no tardarían en impulsarse.