El índice de donantes efectivos de 2015 fue el menor en los últimos diez años del país, apenas alcanzó 43, mientras que el año anterior había sido de 64.
Macarena Saavedra, El Observador. Todos los días hay al menos 530 personas que esperan el llamado del Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Células, Tejidos y Órganos (INDT) que les informe que hay un presunto donante para ellos. Pero el tiempo de espera de las que necesitan un riñón –el órgano que correspondió al 82% de las donaciones entre 2005 y 2015– suele ser de dos años y medio, aseguró a El Observador la directora del INDT, Milka Bengochea. Incluso hay un porcentaje de personas que fallecen en ese lapso. El año pasado 27 personas murieron mientras esperaban un riñón, según datos brindados a El Observador por el INDT.
Hay un desfasaje entre quienes necesitan un órgano o tejido y quienes pueden colaborar con uno. Esto se debe a varios factores: que las necesidades de donaciones han ido en aumento, que los donantes cada vez son menos porque la población está envejecida y padece condiciones que no le permiten ser donantes, y que se trata de un material biológico donado que no se puede producir en la industria.
El índice de donantes efectivos de 2015 fue el menor en los últimos diez años, que apenas alcanzó 43, mientras que el año anterior había sido de 64.
"Tenemos que ser menos estrictos a la hora de seleccionar al donante y ser un poco más abiertos para aceptar aquellos que no sean tan buenos, bajar un poco las condiciones que les ponemos a los donantes", aseguró Bengochea.
Los requisitos que existen actualmente que le permiten a una persona donar uno o más órganos son "muy exigentes" y son una limitante para mejorar el índice.
Por esa razón, la directora del Instituto de Donación aseguró que comenzarán a aplicar un criterio de "donante expandido" –en el caso de los riñones– que consiste en que se empezarán a aceptar este órgano de pacientes añosos que tengan "algunos factores de riesgo", como pueden ser hipertensión, accidentes vasculares, que hasta ahora eran causas que los descartaba como donantes. Por otro lado están analizando para que, en un futuro, las personas que fallecen por parada cardíaca puedan ser donantes.
De las 6.224 muertes ocurridas en instituciones de salud en 2015, solo el 2,1% correspondieron a muertes encefálicas –condición necesaria para donar–. De esas 131 personas fallecidas no todas pudieron ser donantes. Para cumplir esa condición, las personas no pueden tener enfermedades que se puedan transmitir al receptor, su órgano tiene que funcionar de manera correcta, deben estar internadas en cuidados intensivos en condiciones que los órganos no se pierdan y, además, no tener otro tipo de contraindicaciones. Estas últimas aumentan a mayor cantidad de población añosa como en Uruguay. Si bien no hay una limitante de edad para donación de tejidos, si lo hay para órganos: "Una personas mayor de 90 años puede donar su córnea y ser muy útil, pero no puede donar un corazón", dijo.
Todas esas limitantes hacen que la cantidad de fallecimientos que hay en esas condiciones sea muy inferior a la de los que realmente logran donar finalmente. "Nos pueden quedar 68 o 70 (donantes) que son los que tenemos en general por año, aunque el año pasado fue más baja la tasa, de 45", dijo Bengochea.
De las personas trasplantadas, un gran porcentaje rechaza el órgano: de ellas, 20% lo hace en los primeros tres años –en el caso del riñón– y "prácticamente todos" lo hacen en los siguientes quince años, dijo Bengochea. Sin embargo, la directora del instituto aseguró que en esos casos las personas reingresan a la lista de espera.
"Tenemos pacientes en lista de espera que van por su tercer riñón, o tenemos un paciente cardíaco que ya tiene dos trasplantes", aseguró. En Uruguay los trasplantes son gratis para todos los pacientes, a través del Fondo Nacional de Recursos (FNR).
Ley con "efecto marginal"
En 2012 Uruguay aprobó la modificación de la ley 18.968 –que entró en vigencia en 2013– que establece que todos los uruguayos son donantes de órganos y tejidos salvo que expresen lo contrario en vida. Sin embargo, la directora del INDT aseguró que, luego de dos años, tuvo un "efecto marginal" porque la tasa de donantes no se multiplicó ni tampoco aumentó.
Con su aprobación, también se creó la Red Nacional de Donación y Trasplante que plantea la existencia de unidades de donación en cada centro de salud. Según aseguró la directora del instituto, en ese momento, Inés Álvarez, sería "vital" para extender la donación efectiva. Sin embargo actualmente la donación y el transplante todavía no está internalizado en el sistema de salud porque todavía no comenzó a funcionar la Red (ver apunte).
La actual directora, Milka Bengochea, aseguró que "mejorar la logística" con el interior del país es uno de los objetivos ya que de esa manera se evita la pérdida de donantes como consecuencia de la distancia. De hecho, una persona puede beneficiar a 15 receptores, si está en condiciones. "A veces comunican que alguien murió con muerte encefálica y tenés que jugar contra el tiempo. Muchas veces si tenés a la persona lejos no lográs llegar en tiempo y forma", aseguró.
La ruta de un órgano
Todas las instituciones de salud tienen la obligación de reportarle al INDT las muertes de los pacientes que se dan dentro del centro. En ese momento, el Instituto de donación descarta automáticamente a la persona si expresó la negativa a hacerlo. De lo contrario, si fue por muerte encefálica se trata de un potencial donante por lo que el médico del INDT va a la institución y se encarga de que esté en las condiciones necesarias y no pierda la irrigación de sangre en los órganos para hacerlo. Se lo traslada a un block quirúrgico y se le extraen los órganos necesarios.
El siguiente paso es la asignación del receptor del órgano a través de criterios establecidos por un software, que puntea la compatibilidad de los receptores con el donante y los ubica en una lista: si es niños, si tiene anticuerpos, qué tan urgente es el trasplante, por ejemplo. Luego se hace una "prueba cruzada" para evitar que el cuerpo del receptor pueda llegar a dañar al órgano, aunque 20% lo rechaza en los primeros tres años luego del trasplante.
Descentralización
Con tres años de retraso, la Red Nacional de Trasplante comenzará a funcionar en el último trimestre de este año, aseguró Bengochea a El Observador. El plan piloto será en algunos departamentos del interior del país, pero primero deben "ponerse de acuerdo" con las instituciones de salud –tanto públicas como privadas– porque estas deben destinar personal específico para la donación de órganos y tejidos. Esas reuniones se realizarán entre agosto y setiembre.