ANCAP obtuvo una diferencia a su favor de US$ 37,5 millones entre el precio del crudo y su ecuación de costos.
Montevideo. Los consumidores uruguayos empiezan a ver con cierta resignación como uno de los ciclos de mayor depresión en los precios internacionales del petróleo no se traslada al tanque de combustible que con frecuencia carga en una estación de servicio de cualquier punto del país.
La Expo Prado sirvió para que el agro volviera a insistirle al gobierno que, en momento de vacas flacas por una caída en los precios de los principales commodities de exportación, una baja del gasoil se hace indespensable para hacer frente al peso que tienen los costos internos en su estructura productiva. El propio ministro de Economía, Danilo Astori, comprendió la inquietud que le transmitió ese sector de actividad en el último almuerzo que mantuvo con la dirigencia de la Asociación Rural (ARU), y les aseguró que la "mejora" que está registrando en la gestión del ente se trasladará a tarifas. De todas formas, evitó pronunciarse sobre plazos o porcentajes de una probable reducción a futuro.
La sensible mejora que experimentaron los números de ANCAP durante el primer semestre de 2016 estuvo explicada por el no traslado a tarifas de la caída del precio internacional al consumidor final (ver aparte). O lo que es lo mismo, salió del bolsillo de quienes cargan en las estaciones y no exclusivamente de una mayor eficiencia de gestión.
De acuerdo a datos de las compras efectivas de crudo –a los que accedió El Observador– en el período enero-julio, ANCAP importó unos 8,7 millones de barriles de crudo a un precio medio de
En la última ecuación de costos de importación –que está vigente desde octubre del año pasado– el ente fijó un crudo Brent como referencia a US$ 50,2 y un dólar interbancario a $ 29,7. Si bien el dólar inició el año con presión alcista, desde marzo revirtió esa tendencia y hoy se ubica en el eje de los $ 28,5. En tanto, el crudo registró oscilaciones pero se ha mantenido siempre bajo el umbral de los US$ 50 por barril.
Por tanto, según cálculos de El Observador, solo en el período enero-julio, el ente obtuvo una diferencia a favor de unos US$ 37,5 millones en el monto que efectivamente desembolsó por la compra de crudo respecto al que maneja en su paramétrica de costos, que es determinante para la fijación de las tarifas al público.
Desde el inicio del año y hasta mediados de setiembre, el precio del crudo Brent para ANCAP en los mercados internacionales medido en pesos ha estado en promedio 11% por debajo del valor que usa para fijar las tarifas.
Ese desfasaje ha llevado a que hoy el ejercicio teórico de realizar importación de combustibles sea más negocio para los consumidores uruguayos que refinarlos en la planta industrial de La Teja. De acuerdo a la información que recaba la Unidad de Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea), en julio el precio de adquirir un litro nafta Súper de la Costa del Golfo de EEUU tendría un costo para el consumidor –incluyendo el margen de intermediación y el transporte– de $ 39,9, mientras que hoy ANCAP ofrece ese mismo litro de gasolina a $ 42,50 (+6,4%).
El viernes, el nuevo el Directorio de ANCAP –que tomó las riendas del ente a inicios de año tras la remoción de toda la cúpula anterior–, realizó una presentación del balance semestral de la petrolera estatal con datos alentadores.
El ministro Astori dijo esta semana que era "llamativa la velocidad de mejora" en los números de ANCAP. La información de los entes públicos que divulga el MEF ratifica esa percepción. Mientras que en los 12 meses a julio de 2015 ANCAP mostraba un resultado negativo de $ 1.224 millones, en igual mes de este año saltó a un positivo de $ 9.562 millones.
"En este momento, la principal prioridad es terminar de fortalecer las finanzas de la empresa", respondió Jara, ante una consulta de El Observador sobre cuándo esa caída en el precio del crudo se iba a trasladar a las tarifas de los consumidores.
La jerarca recordó que el ente aún tiene un pasivo de "varios cientos de millones de dólares" (unos US$ 550 millones). Agregó que otro de los factores que también está pesando en la planificación de ANCAP a la hora de manejar las tarifas es que a principios de 2017 el ente deberá realizar una parada de mantenimiento obligatoria –que se realiza cada cinco años– "que no estaba previsionada" desde el punto de vista financiero. "Nuestra intención es tener el dinero para la parada del año que viene. Por el momento, pensamos que el precio lo vamos a mantener. No vamos solicitar un aumento pero tampoco estamos en condiciones de cambiar los ingresos de ANCAP", insistió Jara descartando una probable revisión en el corto plazo.