El festival de cine de la costa francesa empieza este miércoles y transcurre hasta el 24 de mayo con una oferta del nuevo cine que se viene para 2014, de Europa y del mundo.
Cada año, el Festival Internacional de Cine de Cannes es una muestra bastante completa de las novedades en el cine del mundo de primera línea.
Cada edición permite conocer lo que hay que ver de los nombres más importante del séptimo arte. Pero además es una oportunidad para rever filmes emblemáticos que cumplen diferentes aniversarios o se conectan de manera directa con Cannes.
Esta edición 2014, que tiene como presidenta del jurado a la neocelandesa Jane Campion, directora entre otras de la genial La lección de piano, ofrece al espectador las últimas producciones de cineastas como los hermanos Dardenne (Dos días, una noche), leyendas de la Nueva Ola francesa como Jean Luc Godard (Afuera del lenguaje), cineastas de culto como Atom Egoyan (El cautivo) y David Cronenberg (Maps to the stars), actores que están delante y detrás de la cámara como Tommy Lee Jones (The homesman), los británicos Ken Loach (Jimmy’s hall) y Mike Leigh (Mr Turner), o el argentino Damián Szifrón (Relatos salvajes), conocido como creador de la serie de televisión Los simuladores.
Todos ellos junto a sus películas están en competencia por la preciada Palma de Oro, el premio mayor del festival.
En la sección Un Certain Regard está el debutante Ryan Gosling (Lost river), entre otros. Fuera de competencia se exhibe la polémica Grace of Monaco, con Nicole Kidman como Grace Kelly y la última del director chino Zhang Yimou (Coming home).
A modo de homenaje, se proyectarán filmes que cumplen aniversarios “redondos”, como La paura, de Roberto Rossellini, de 1954, Matrimonio a la italiana, de Vittorio De Sica, y Por un puñado de dólares, de Sergio Leone, ambas de 1964, y París Texas, de Wim Wenders, de 1984, todas con destaque en la historia de Cannes.
Visitantes en acción
La lluvia de estrellas que caerá sobre Cannes durante estas 12 noches incluye leyendas como la italiana Sophia Loren y la francesa Catherine Deneuve, y jóvenes estrellas como Kirsten Stewart, Robert Pattison y Ryan Gosling, quien esta vez viaja a Cannes con su primer filme como director.
Cannes tendrá un día cargado de testosterona de la década de 1980, con la presencia como parte de una campaña publicitaria de Sylvester Stallone, Harrison Ford y Arnold Schwarzenegger, las estrellas de The Expendables 3, que, se rumorea, llegarán el domingo a este balneario de la costa azul francesa... en un tanque.
Efigies gigantes de los actores colgaban ya de la fachada del hotel Carlton, frente al mar. El actor y director estadounidense Tommy Lee Jones, también muy viril en su papel de cowboy melancólico, estará acompañado por Hillary Swank, su coestrella y a quien dirige en uno de los filmes más esperados de la competición, The Homesman.
Al subir las escalinatas del Palacio, cubiertas con una alfombra roja de 60 metros de largo, las estrellas y cineastas serán recibidos por el inolvidable Marcelo Mastroianni: un inmenso afiche del actor, mirando detrás de lentes oscuros en 8 y 1/2, reina sobre el Palacio de Festivales, y sobre Cannes.
Pocos aplausos para Grace de Monaco
Silencio al finalizar la primera proyección en el Festival de Cannes, con pequeñas protestas, de Grace de Monaco, uno de los filmes más esperados de la 67 edición, que se abre este miércoles con esta historia protagonizada por Nicole Kidman.
Tras la polémica durante el proceso de producción de la película, con la familia Grimaldi abiertamente en contra de lo que consideran un filme basado "en referencias históricas erróneas y literarias dudosas", Grace de Monaco llegaba a Cannes rodeada de una enorme expectación.
Pero las expectativas no se han cumplido y un silencio sepulcral recibió el fin de la película, con la sorpresa de los periodistas como nota dominante ante una historia mal construida, que se centra en apenas unos meses de la vida de Grace Kelly en Mónaco y que resulta pretenciosa, con un planteamiento estético demasiado rebuscado.
Aparte de las licencias históricas que el director francés Olivier Dahan se ha tomado, la película ha querido contar cómo un cuento de hadas -el de la boda de Grace Kelly y Rainiero de Mónaco- se convierte en cruda realidad.
Pero lo hace de forma afectada y con una primacía de lo estético sobre el contenido de una película con un guión muy débil que incluso provocó algunas risas durante la proyección.
Ni siquiera Nicole Kidman logra, pese a su esfuerzo, dotar de credibilidad a un personaje al que le falta razones que justifiquen su comportamiento o su complicada relación con su marido.
Y eso que Dahan demostró como La vida en rosa que es perfectamente capaz de enfrentarse a la historia de un personaje emblemático, como en aquel caso fue Edith Piaf.
* Con información de El Observador y EFE