Expertos alertan que esté peligro en lugar de disminuir, aumentará en los próximos meses, puesto que prevén que los flujos foráneos al país continuarán creciendo.
Los extranjeros prefieren la deuda del gobierno de México, incluso por encima de las instituciones financieras y de los residentes en el país, debido a que poseen 62% de los Cetes y 59 por ciento de los bonos en circulación, situación que habla bien de la mayor confianza de los inversionistas por el país, pero eleva cada vez más el riesgo de vulnerabilidad financiera en caso de que los dueños del dinero decidan retirarse del país de un día para otro.
Expertos alertan que esté peligro en lugar de disminuir, aumentará en los próximos meses, puesto que prevén que los flujos foráneos al país continuarán creciendo por los programas de expansión monetaria de los bancos centrales de Europa, Japón e Inglaterra, entre otras instituciones.
Altos funcionarios de Banxico reconocen que la tenencia de no residentes en bonos en pesos recientemente ha alcanzado niveles máximos, por lo que lanzaron una señal de alerta, para identificar con anticipación posibles elementos de riesgo que pudieran detonar una salida abrupta de capitales.
Indicadores del Banco de México establecen que al 21 de enero de este año, los no residentes en México tienen en sus manos Cetes por 639 mil 498 millones de pesos, lo que representa 62.6 por ciento del total en circulación, mientras que los mexicanos tienen 380 mil 756 millones de pesos. En tanto, en bonos del gobierno de México, los extranjeros poseen un billón 407 mil 886 millones de pesos, 59 por ciento del total, mientras que los mexicanos acumulan 971 mil 491 millones de pesos.
Cuestionado si las autoridades financieras no están preocupadas por el riesgo de un colapso en el momento en que los extranjeros, que ya tienen 62 por ciento de los Cetes, decidan salir del país, el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens respondió que “uno de los objetivos de mantener la congruencia macroeconómica es precisamente mantener intacto el acceso de México al financiamiento externo, incluyendo las tenencias de extranjeros, de títulos emitidos dentro del país”.
“Creo que el gobierno mexicano, incluyendo al Banco de México, debe mantener la flexibilidad de ajuste de políticas económicas, de tal manera que nos podamos distinguir entre países emergentes y de esta manera podamos preservar nuestro acceso al financiamiento, en un entorno en el cual este año es posible que haya mayor astringencia de recursos, por la política monetaria que es muy fáctible que adopte la reserva federal.”
El subgobernador del Banco de México, Manuel Sánchez González, advirtió en días pasados que ante los nada descartables episodios de turbulencia que pueden golpear a los mercados financieros en México las autoridades financieras del país deben “permanecer alerta, identificando oportunamente posibles riesgos financieros sistémicos, para hacer ajustes”.
“Es necesario que las autoridades mantengan una postura proactiva, primero mediante el fortalecimiento de los fundamentos macroeconómicos a fin de proporcionar una mayor protección contra choques externos”, enfatizó en un discurso sobre Expectativas sobre la Economía Mexicana, dictado en el 2015 Business Forecast Chicago Booth Alumni Club of Mexico.
Advirtió que la relativa resistencia de los mercados financieros nacionales en los últimos meses no significa que la economía sea inmune a choques futuros.
“La incertidumbre sobre los tiempos y la velocidad de la normalización monetaria de Estados Unidos persiste, por lo que no pueden excluirse episodios de turbulencia en los mercados financieros”, recalcó.
Carlos Capistrán, economista para México de Bank of America-Merrill Lynch, expresó que ya se había visto un aumento importante en la tenencia de bonos del gobierno mexicano por parte de extranjeros y en el último mes se ha visto un aumento importante.
“Nosotros creemos que es posible que esta tendencia a aumentar continúe, en particular por el programa que acaba de poner en marcha el BCE, porque eso hará que las tasas sean más bajas en Europa y los inversionistas buscando mayores rendimientos regresarán a países emergentes, entre ellos México”, enfatizó
¿Por qué llegan los capitales a México?. Los capitales van hacia México porque la economía es atractiva, les brinda perspectivas de rendimiento con un riesgo controlado. Si sólo se vieran las tasas, son mucho más atractivas en Brasil. Pero los inversionistas toman en cuenta que en Brasil se tienen controles de capitales, impuestos, un banco central que de repente interviene en la moneda, sin avisar a los inversionistas y entonces los mercados perciben al país sudamericano con un poco más de riesgo, del que lo que pudiera tener México. Es algo que consideran mucho los inversionistas, el rendimiento ajustado por el riesgo que se pueda tener. Hace unos días en Brasil se anunció que las finanzas públicas cerraron 2014 más deterioradas de lo que se esperaba, se proyectaba un superávit primario y en cambio tuvieron un déficit. En contraste, en México se anunció que el déficit esperado fue menor, se esperaba un déficit de 3,5% y el que anunció Hacienda para 2014 fue de 3,3%.
Y esto refleja unas finanzas públicas más responsables. Entonces los inversionistas ven en qué país invertir, descuentan rendimiento pero también descuentan por el riesgo.
Hay muchos inversionistas que buscan dónde invertir y hay muchos países con altas tasas como Indonesia y Sudáfrica, pero México es tractivo por la seguridad que ofrece y el bajo riesgo. De hecho, “Para Bank of America no vemos un riesgo muy grande de que haya una salida de capitales cuando la Fed suba tasas, pero obviamente está el riesgo, el cual creemos que es moderado y la economía mexicana está bastante bien pertrechada para lidiar con estos peligros”, recalcó.
Uno de los mecanismos para evitar una salida masiva de capitales es la tasa de interés, comentó Carlos Capistrán, economista para México de Bank of America-Merrill Lynch, por lo que una política preventiva es ir subiendo tasas conforme las suba la Fed, como lo dejó ver el Banxico en su comunicado de política monetaria. Esto minimizaría el impacto en el tipo de cambio que sería la primera variable afectada ante una salida. Otra respuesta de política es apretar la política fiscal, por ejemplo disminuir el déficit o recorte al gasto, y esta respuesta ya se vio el 30 de enero con el anuncio del recorte al gasto, indicó.