El gerente de comunicaciones de la empresa holandesa APM Terminals, Rogelio Douglas, manifestó a Acan-Efe que la compañía está preparada para comenzar las obras en enero próximo tras recibir todos los permisos correspondientes.
La construcción de un "megapuerto" en el Caribe de Costa Rica valorado en unos US$1.000 millones iniciará en enero del 2015 y concluirá tres años después, informó hoy la empresa a cargo de la obra.
El gerente de comunicaciones de la empresa holandesa APM Terminals, Rogelio Douglas, manifestó a Acan-Efe que la compañía está preparada para comenzar las obras en enero próximo tras recibir todos los permisos correspondientes.
"Tenemos todo listo para iniciar la construcción del megapuerto. Estimamos la contratación de unas 600 personas durante el 2015, la gran mayoría obreros y el resto ingenieros de alto nivel", declaró Douglas.
La obra tendrá una participación de obreros costarricense del 90%, mientras que el restante 10% serán extranjeros.
La primera fase consiste en el dragado del canal de acceso a 16 metros, la construcción del rompeolas de 1.5 kilómetros que cubrirá las 40 hectáreas de esta primera fase, además de 600 metros de muelle, explicó Douglas.
El objetivo tras la finalización de la obra es que el puerto cuente con una superficie de 80 hectáreas, con 1.500 metros de muelle, cinco puestos de atraque, un rompeolas y un canal de acceso de 18 metros de profundidad, que servirá como un centro de transporte marítimo para el Caribe y América Central.
"Para la inauguración de la operación a inicios de 2018 vamos a contratar otros 400 operadores, pero especialistas formados para la operación de la nueva terminal. Serán un 90 % costarricenses", dijo el encargado de comunicación.
Añadió que los gerentes y supervisores deberán ser contratados dos años antes para ser enviados a Italia, Francia, Brasil, entre otros países, para que tomen experiencia sobre cómo operar una terminal de contenedores moderna.
La Secretaría Técnica Ambiental de Costa Rica (Setena) otorgó el pasado miércoles la viabilidad ambiental al proyecto, único requisito que faltaba para iniciar la construcción.
A la construcción de este puerto se opone el sindicato de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo de la Vertiente Atlántica (Japdeva), ya que considera que el contrato otorga a APM un "monopolio ilegal" en la carga de contenedores.
Japdeva administra los dos puertos estatales que existen en el Caribe: Moín y Limón, por los cuales se mueve cerca del 80 % del comercio internacional de Costa Rica, pero han sido duramente criticados por los empresarios exportadores debido a la mala calidad del servicio y largos tiempos de espera.
En octubre pasado los trabajadores de Japdeva se fueron a una huelga, que duró dos semanas, unos días después de que la Sala I no encontrara irregularidades en el contrato entre el Estado y APM Terminals.
El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, ha dicho reiteradamente que respetará el contrato con APM, que le fue adjudicado en el año 2011, con el fin de garantizar la seguridad jurídica del país.