Fernando Massa, presidente de la Asociación de Restoranes y Hoteles de Punta del Este, detalló que el sector hotelero del principal balneario, entre el 26 de diciembre y el 31 de enero, presentó una ocupación general del 71,5%, una baja de 10% respecto al mismo mes de 2013 y 20% en relación al año anterior.
La temporada de verano ya venía con pronósticos pocos alentadores y los números de enero así lo confirmaron. Bajó la ocupación hotelera en Punta del Este, cayó la renta de inmuebles en el balneario top del Uruguay, descendió la cantidad de turistas que arribaron desde el exterior –principalmente, argentinos– y diferentes operadores de la costa del este avizoran un febrero igual de complicado. A su vez, utilizan el ingenio, como el dólar turístico, para atraer a los turistas foráneos y para suavizar el efecto del tipo de cambio.
A mediados de enero comenzó a funcionar, al estilo del Peso Piria en Piriápolis, un dólar turístico a $24 en el sector de restoranes de Punta del Este –si se paga al contado–, en un acuerdo entre la Corporación Gastronómica de Punta del Este y la Alcaldía local. En los últimos días, ese dólar pasó a $28, ya bajo iniciativa de algunos locales y no a nivel corporativo, comentó Fernando Massa, presidente de la Asociación de Restoranes y Hoteles de Punta del Este.
El empresario detalló que el sector hotelero del principal balneario, entre el 26 de diciembre y el 31 de enero, presentó una ocupación general del 71,5%, una baja de 10% respecto al mismo mes de 2013 y 20% en relación al año anterior.
“No es un buen guarismo para enero, un mes que tiene las semanas de mejor ocupación y facturación del año”, dijo Massa. Añadió que, si se compara la merma en ocupación más la caída en las tarifas promedio, se obtiene una baja de rentabilidad de alrededor de 25% en comparación a 2013.
El titular de la Asociación de Restoranes y Hoteles de Punta del Este indicó que las expectativas para febrero, con la devaluación de Argentina en progreso y la falta de la semana de Carnaval en ese mes –que este año cae en marzo–, son poco alentadoras. En febrero de 2013 hubo una ocupación del 65% y el mismo mes de 2012 fue de 74%; Massa aseguró que la caída en este febrero será mayor.
En el sector inmobiliario, donde se dificulta cuantificar los datos debido al informalismo y a los alquileres que eluden las inmobiliarias, habrá una caída que oscilará entre el 30% y 40% en Punta del Este, y alrededor del 20% en el resto de la costa, como Piriápolis, La Paloma o La Padrera, señaló Alberto Prandi, operador inmobiliario en Punta del Este.
“Son millones de dólares que no ingresan por concepto de arrendamiento. En Punta del Este, donde las camas de hotelería representan el 8% del sector de arrendamiento, no puede haber buena temporada si no hay buena temporada de alquileres de inmuebles”, afirmó el ex subsecretario de Turismo.
Prandi dijo que en enero se dio lo que se preveía. Menos argentinos, afectados desde un inicio por las restricciones a retirar dólares y a la tasa que se les cobra por pagar con tarjeta en el extranjero, menor gasto ante la diferencia de cambio y menos días de vacaciones en Uruguay.
“Cuando se consulta a los operadores de la costa en todos los rubros, para la inmensa mayoría la actividad fue sensiblemente menor, con resultados negativos. Eso se suma a que hay personas que tenían trabajos zafrales hasta marzo y ya fueron dados de baja”, explicó el operador inmobiliario.
Esa realidad se prolongará en el tiempo y no se trata solo de un año malo, agregó, para quien los sectores más afectados han sido el sector inmobiliario y la hotelería. En febrero los precios de los alquileres bajan entre 30% y 40% en relación a enero.
Prandi también indicó que Punta del Este, el más castigado entre los balnearios, presenta una sobreoferta y una masificación que le hace perder rentabilidad y turistas. El público, aseveró, ahora quiere más naturaleza y menos ciudad a la hora de pasar las vacaciones. Punta del Este tiene que hacer “un viraje en su oferta” para adaptarse a la nueva realidad, añadió.
En este contexto, el secretario de Presidencia, Homero Guerrero, informó que en los primeros 20 días de enero llegó 10% menos de turistas al país que en el mismo período del año anterior.
Ya en los primeros 10 días de 2014 se había notado la baja en la cantidad de turistas que arribaron a Uruguay. Las 122.546 personas que visitaron Uruguay en ese período representaron un decrecimiento de 3,64%, con respecto al mismo período del 2013, cuando 127.000 turistas llegaron a Uruguay. Kechichián advirtió días atrás, cuando informó sobre esas cifras, que tal como se esperaba, la llegada de argentinos volvió a descender –pasó de 92.000 a 82.000– y por el otro lado el crecimiento de brasileros fue muy grande –se estimó en 36%.
El turismo interno, lo positivo. En Piriápolis, un balneario que se ha destacado por un notorio incremento del turismo interno, se ha apostado al Peso Piria, por el cual se accede a beneficios en comercios y descuentos del 10% en restaurantes.
Es una manera de paliar una temporada compleja y de enfrentar un febrero que será “complicado”, dijo Luis Piñeyro, de la Asociación de Promoción Turística de Piriápolis (Aprotur). El operador señaló que el clima vino a complicar –las dos últimas semanas no invitaron a la playa–, lo que se agregó a las dificultades en torno a los argentinos y a que Carnaval tiene fecha para marzo. La apuesta, recalcó, ha sido la de atraer al “turismo que anda en la vuelta”.
Según un comunicado de Aprotur, institución que integra al Centro de Inmobiliarias, Centro de Hoteles y Restaurantes, Centro Comercial y Fomento y Turismo de Piriápolis, la Intendencia de Maldonado, la Alcaldía de Piriápolis y el Ministerio de Turismo, las reservas previstas para febrero están entre 10% y 15 % por debajo del mismo mes de 2013.
Jorge Simeone, vicepresidente de la Corporación Rochense de Turismo (CRT), destacó el buen desempeño del turismo interno y el incremento de brasileños, especialmente entre Navidad y el 6 de enero. La merma de argentinos ha generado una diversidad de público por el cual los balnearios del departamento deberían readecuar su estrategia. “Es un momento del turismo en el que nos pone en una situación de seguir revisando las estrategias y saber aceptar la realidad cuando la temporada no es brillante”, dijo Simeone.
El empresario, que lleva adelante el restorán Don Rómulo de La Pedrera, indicó que se notó la gran oferta en todos los rubros que ha tenido Rocha, como “nunca antes” y a la hora de falta de público “empiezan a quedar en evidencia los comercios que no funcionan”. Simeone aseguró que para el departamento será importante desestacionalizar la temporada turística y generar visitantes durante todo el año.