La revolución ya está en marcha. Ingresamos al mundo de la economía digital y con todo lo que ello implica, en términos de oportunidades como también desafíos. Sin duda, la economía digital permite aumentar ingresos y competir en nuevos mercados globalizados. Por otra parte, las empresas que no logren adaptar sus productos, servicios y herramientas de gestión al nuevo contexto están condenadas a ceder terreno o, incluso, a perder su relevancia frente a una competencia digital cada vez más eficiente.
En los últimos años hemos visto desaparecer en América Latina los servicios físicos de alquiler de películas, las tiendas de discos y un gran porcentaje de las agencias de viaje. De la misma manera, inmobiliarias, agencias de seguros y empresas de servicios hoteleros luchan por reinventarse, mientras otras como Uber, airbnb o Amazon son los grandes ganadores de la economía digital.
Gracias a la digitalización, organizaciones de cualquier tamaño o industria tienen hoy la capacidad de transformar sus operaciones de manera tal de prestar un servicio más rápido, más eficiente y sobre todo a la medida de cada uno de sus clientes.
Los latinos estamos creando y consumiendo cada vez más bienes digitales. Desde canciones y películas en formatos electrónicos, hasta aplicaciones para nuestros teléfonos inteligentes y tabletas digitales que nos permiten administrar empresas desde cualquier lugar. Según la GSMA, Latinoamérica va a ser la segunda región con mayor cantidad de celulares inteligentes para el año 2020, por lo que se espera que cientos de millones de nuevos clientes entren en la economía digital.
Por otra parte, la economía digital se está convirtiendo en un motor de crecimiento económico y de generación de empleos, clave para los países en vías de desarrollo. De hecho, un estudio de la Cepal resalta que este segmento contribuye a la región con cerca de un millón de nuevos trabajos cada año.
Al mismo tiempo, los latinoamericanos están cada vez mas conectados, el 47% de la población ya tiene acceso a internet. El Departamento de Estado de los Estados Unidos reporta que la audiencia de internet en América Latina creció 23% durante el 2014 y representa el 8% de la audiencia global.
Las cifras son muy promisorias, pero aún estamos lejos de alcanzar los niveles de economía digital de otras regiones. Hacen falta políticas de gobierno que estimulen la inversión privada para desarrollar emprendimientos digitales. Mientras que en Israel esta cifra equivale a US$818 por habitante al año, en América Latina apenas llega a US$1,67.
Latinoamérica apenas está dando los primeros pasos en este terreno, pero sin duda vamos por buen camino.