Estados Unidos quiere subir el umbral para los bienes bajo el TLCAN en un intento por llevar empleos del sector manufacturero de regreso al país.
Los negociadores de Canadá, México y Estados Unidos iniciaron este miércoles una ambiciosa primera ronda de conversaciones comerciales, en la que buscan alcanzar un acuerdo para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) para comienzos del próximo año.
Los temas clave que enfrentan los negociadores incluyen:
Normas de origen: El TLCAN dice que para que un bien transite sin pagar aranceles entre los tres países, debe contener al menos cierto porcentaje de contenido norteamericano, que varía según el producto. La norma de origen es especialmente controvertida en el sector automotor. Los vehículos deben tener al menos un 62,5% de partes estadounidenses, canadienses o mexicanas.
Estados Unidos quiere subir el umbral para los bienes bajo el TLCAN en un intento por llevar empleos del sector manufacturero de regreso al país y la industria automotriz ha reconocido que las normas deberían actualizarse para considerar a los componentes de autos que no existían cuando se firmó el acuerdo original.
Canadá ha dicho que está preparada para discutir un fortalecimiento de la norma de origen para el sector automotor, pero que cualquier cambio debe aplicarse de forma equitativa a los tres países. México está dispuesto a endurecer la regla, pero advirtió que ir demasiado lejos volverá a la región menos competitiva.
Resolución de disputas: Estados Unidos ha buscado eliminar la herramienta conocida como Capitulo 19, que establece que paneles binacionales revisen las quejas sobre subsidios ilegales y dumping para luego emitir decisiones vinculantes.
Estados Unidos ha perdido frecuentemente dichos casos desde que el TLCAN entró en vigor en 1994, y el mecanismo ha dificultado que presente demandas por dumping y subsidios contra compañías de Canadá y México.
Washington también sostiene que el Capítulo 19 viola la soberanía de sus leyes locales. Canadá dice que la herramienta se puede actualizar, pero que debe ser parte del nuevo TLCAN. México también dice que el mecanismo de resolución de disputas es una parte vital del acuerdo para dar seguridad a los inversionistas.
Gestión de suministros: El TLCAN asigna cuotas a varias materias primas agrícolas, incluidos los lácteos y el azúcar, pero Washington busca eliminar las barreras no arancelarias a las exportaciones agrícolas estadounidenses. El presidente Donald Trump ha dicho que las restricciones de Canadá a las importaciones de lácteos son una "desgracia".
Tipo de cambio: Estados Unidos busca una provisión para disuadir la manipulación cambiaria. Si bien Washington quiere un mecanismo que garantice que los países del TLCAN eviten manejar artificialmente su moneda para obtener ventajas competitivas, Canadá y México no están en la lista de seguimiento por manipulación del tipo de cambio del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Sus críticos dicen que la demanda de Estados Unidos es un intento por incluir el tema en un acuerdo global para sentar un precedente para los tratados con otros socios comerciales, incluida China.
Compras gubernamentales: Washington busca que los gobiernos nacionales, estatales y locales de Canadá y México abran sus procesos de licitación a productos hechos en Estados Unidos, pero al mismo tiempo defiende las leyes existentes de "compre estadounidense" en su territorio.
La provisión "compre estadounidense" impide el uso de acero canadiense para construir puentes en Estados Unidos, y Canadá está presionando por un mercado más libre en las adquisiciones gubernamentales. México dice que espera que licitaciones gubernamentales, ya incluidas en el TLCAN, sean parte de la renegociación.
Resolución de disputas entre inversores y estados: Estados Unidos ha propuesto un ajuste menor a las provisiones del Capítulo 11 del TLCAN, que están diseñadas para garantizar que las empresas que inviertan en el exterior reciban un trato "justo y equitativo" de gobiernos extranjeros.
Al igual que con el Capítulo 19, los opositores de las provisiones sostienen que violan la soberanía y benefician a las corporaciones multinacionales.
Canadá quiere actualizar el mecanismo para permitir la intervención gubernamental por motivos medioambientales o laborales, como en el Acuerdo Económico y Comercial Global que Ottawa negoció recientemente con la Unión Europea.